Helium: Corazón tocado.

Capítulo III.

Athan.

Nunca pensé que mi reencuentro amigable con Amaris fuese a empezar con un susto como el que me ha  dado mientras íbamos a la parada, no obstante, no ha pasado nada grave, cosa que agradezco, me la juego sólo con acercarme a ella y sé que él ya está al corriente, así que espero al menos me deje decir lo que tengo que decir antes de romperme la boca.

Estoy conduciendo de camino al Garito para reunirme con los chicos, no sé cómo van a reaccionar cuando les suelte la bomba.

A la par no paro de pensar en ella, el coche aún tiene su olor, la cabeza me va a mil por hora, me gustaría contárselo todo pero sólo nos alejaría y yo me ganaría una paliza por parte de mi adorado amigo Kevin y probablemente  por parte de sus padres.
Me jode haberme perdido toda su vida, prácticamente, la he echado de menos, todos estos años y ella ni tan siquiera se acuerda de mi, eso es lo que más me rompe.

Estoy tan absorto en mis pensamientos que a penas me doy cuenta de que ya he llegado al Garito, la mayoría de los chicos también, he visto sus coches, sólo falta Kevin, según parece, genial, voy a morir.

Entro y el olor a alcohol e incienso inundan mis fosas nasales, el barullo de las personas que hay aquí es flipante y a lo lejos puedo ver a los chicos sentados charlando mientras beben.
Me encamino hacia ellos, no sin antes saludar a Erika, la camarera.

Llego a la mesa y como ya es costumbre ya me están esperando con un whisky, hay una cerveza también para Kevin, los primeros en llegar piden para todos.

-Hey, ¿y Kevin? - Pregunto al llegar a ellos.

Se miran unos a otros nerviosos, saben algo y no saben si me lo deben decir, es lo malo de conocerles tan bien, no me lo pueden ocultar por mucho que quieran.

-¿Y bien?- Reitero.

-Kevin sabe que hoy Amaris se quedó contigo cuando la sacaron de clase y también sabe que la acompañaste a la parada y después la llevaste a su casa. Ten cuidado cuando entre porque está con un cabreo de tres pares de cojones, ya sabes lo que opina de que estés cerca de ella después de todo.

Me lo esperaba, a decir verdad lo sabía, pero me jode, esto que les tengo que contar es importante  tanto para mi como para ellos y no me gusta que se ponga idiota por una tontería.

Decidimos esperar a que llegue y vamos bebiendo y hablando de otras cosas mientras tanto, hasta que tras al menos media hora oímos la voz de Kevin saludar a Erika y todos nos ponemos tensos, ya sabemos qué pasa cuando se toca ese tema en concreto.

-Hola chicos. Athan.- Nos saluda serio mientras se sienta y da el primer trago a la cerveza sin quitarme la mirada de encima, me escudriña esperando algo por mi parte. 

-Bueno, ahora que estamos todos tengo algo importante que decir y escuchad bien, porque estoy cagado y necesito vuestro apoyo.- Hago un barrido mirando a todos los chicos.- Triana está embarazada. 

Kevin escupe su cerveza mientras abre los ojos del shock y noto que se le baja el cabreo de golpe, Caleb abre la boca y pone su típica pose dramática y Aiden...  Él se queda procesando con cara de tonto.

Se instala un silencio muy incómodo entre todos nosotros en el que sólo se oye el barullo normal del bar, nos miramos unos a otros hasta que Kevin decide hablar no sin antes coger un poco de aire haciendo que sus fosas nasales silben.

-¿Qué vais a hacer?- Pregunta mientras pasa la mano por su barba y aprieta los labios. Lo hace cuando está agobiado. 

-Ella quiere tenerlo, así que vamos a hacernos cargo, sólo nos hace falta el padrino... Y habíamos pensado que fueras tú, si no estás demasiado enfadado por saber que he llevado a Amaris a su casa antes de venir.- Le miro directamente y veo como su semblante cambia y sus ojos se aguan.