Capitulo 7

15K 1.6K 510
                                    

—¡Mama!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Mama!

—Estoy ocupada, Harry. Juega con tu snitch, por favor.—pidió Artemisa.

El veinticuatro de diciembre llegó con una espesa nieve y tranquilidad en el aire. James pensaba comprar comida para aquel día, pero Artemisa rapidamente se negó, alegando que ella haría la cena de navidad.

Ahora mismo la joven se encontraba amasando la masa para el postre mientras Harry jugaba en el suelo con su snitch de juguete. La puerta de la casa se abrió y por la cocina ingresó James cargando dos grandes bolsas que dejo sobre la mesa.

—Listo, traje suficiente comida para toda la semana. ¿Cómo esta mi pequeño bebé Potter?—dijo James cargando a Harry y besando sus mejillas haciendo que Harry riera, despues miró a Artemisa.—¿Y cómo esta la más hermosa mujer de la casa?

—Soy la única mujer en esta casa.—replicó indiferente y James hizo un puchero logrando que ella rodara los ojos y le contestara.—Estoy bien, ahora ve a acomodar la mesa y colocar los platos que ya hice, ire en cuanto termine el postre.

—De acuerdo. Vamos, hijo.—dijo James cargando a Harry y Artemisa lo señalo con un cuchillo.

—Potter, dame al niño.—exigió Artemisa con los ojos entrecerrados.

—¿Porqué? Los dos decoraremos la mesa.—dijo James haciendo un puchero.

—La última vez que te llevaste a Harry para "decorar la mesa" rompiste cuatro platos, manchaste la alfombra y quemaste los manteles. Ah y le echaste la culpa a Harry.—dijo Artemisa con el ceño fruncido y las manos en las caderas.

—Pero si fue Harry.—mintió mirando hacia otro lado.

—Mjm. Dámelo, Potter.—dijo Artemisa quitándole a Harry.

James sonrió ligeramente avergonzado pero con un sentimiento cálido en su interior al ver a Artemisa en un rol tan...materno, casi como si ya fueran esposos.

Al final termino dejando a Harry con ella y el se fue a arreglar la mesa. Una vez todo estuvo listo, Artemisa llevó a Harry a cambiarse por un mameluco rojo con snitches doradas y un gorro navideño. James usaba un suéter rojo con dorado con el dibujo de un ciervo en el pecho y Artemisa, quien fue obligada por una nota de Aria, usaba por esa noche un bonito pero sencillo vestido rojo.

—Arte...amo tu comida.—dijo James casi gimiendo de satisfacción al probar el pavo.

—Aunque no te gustará iba a hacer que te la comieras.—admitió Artemisa y James soltó una carcajada.

—¡Mama!—exclamo Harry señalando el pay de fresa.

—Ese es el postre, Harry. Tendrás una porción hasta despues de comer.—dijo Artemisa y Harry hizo un mohín.

—A veces siento como si en verdad te entendiera.—comentó James viendo a su hijo.

—Lo hace.—dijo Artemisa.

Just Artemisa [James Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora