Just Artemisa [James Potter]

Capitulo 20

—¡MAMÁ ARTE!

Un pequeño niño de tres años con cabello rubio y ojos negros corrió animado hacía Artemisa, quien subiendo la alta montaña lo recibía entre sus brazos con una sonrisa cariñosa. Cargo al niño, colocándolo sobre sus hombros y continuo subiendo la colina.

—Hola, Albus, ¿Cómo has estado, bebé?—pregunto Artemisa con suavidad.

—Muy bien—respondió rapidamente e hizo una mueca— aunque odio quedarme con la señora Willow cuando papá no esta. ¿Volverá pronto?

—El esta bien.—fue lo unico que dijo Artemisa.

Albus adoraba a Artemisa, a quien su padre le había enseñado a llamar y ver como a una madre. Llegaron hasta lo alto de la colina, donde una hermosa cabaña rustica se mostraba ante ellos. Apolo siempre había amado las cabañas, le gustaba asentarse en un solo lugar, separar su ambiente familiar con su ambiente juvenil. Esa casa la había comprado específicamente para que la madre de su hijo criara al niño. No había que confundirse, Apolo era quien se hacía cargo de su hijo, pero cuando inició la guerra, las misiones fueron cada vez más peligrosas y tuvo que solicitar la ayuda de la madre. 

—¿Dónde esta Cassandra, Albus?—pregunto Artemisa bajando al niño de sus hombros.

—Aquí estoy.

Una mujer que rondaba por los treinta y cinco años apareció en el marco de la puerta, fumando un cigarrillo y vistiendo un raído vestido que en su pasado debió ser rosa. Tenía el cabello rubio corto y los ojos azules rojos del cigarro. Ambas se miraron con frialdad. Artemisa miró a Albus y le sonrió con cariño.

—Ve a tu cuarto, empaca todo lo que quieras y necesites, te iras conmigo. Espérame ahí arriba, yo mientras hablare con ella.

—Sí, mamá.—asintió Albus y entro a la casa.

—¿Qué? ¿Apolo mando a su zorra a recoger al bastardo de su hijo?—pregunto Cassandra con sorna.

Cassandra Willow, una mujer adulta, muy atractiva y con un caracter horroroso. Lo que tenía de bella, lo tenía de maldita. Se había acostado con Apolo cuando este tenía quince años, quedo embarazada y dejo al bebé recién nacido con este. Artemisa fue nombrada su madrina y el niño no conoció a su madre hasta hace unos meses, cuando Apolo la contacto para que cuidara de Albus.

Claramente ella no sabía que Artemisa era la hermana de Apolo. Ese era un secreto que habían sabido guardar muy bien para la protección de todos.

—Apolo esta muerto, Cassandra.—notifico Artemisa con frialdad.

El rostro de Cassandra empalideció y borró su sonrisa arrogante. Sus ojos se llenaron de lagrimas y furiosa, se lanzó contra Artemisa dispuesta a golpearla.

—¡No! ¡No! ¡No!—grito siendo sujetada de las manos por Artemisa.—¡Tú solo quieres quitarme a mi hijo para qué el se quede contigo! ¡Apolo es mío!