•|°' Usper ... otra historia más '°|•

.•°|Dramas de novela|°•.

Llegó a la casa hecho un desastre por el día ocupado de tuvo. Desde la mañana no paraba, eran de esos días que se arrepentía de tener un trabajo. Era muy matado.

Al entrar a la casa con el rostro decaída del cansancio, de inmediato cambio a una feliz al ver a su lindo niño, que lo recibió con una hermosa sonrisa y un fuerte abrazo --- DAD!!--- chillo de emoción.

----buenas noches love--- correspondió el abrazo con una ligera sonrisa.

Sin esperar más vino su esposo, que rápidamente levantó al pequeño y le dió un ligero beso en los labio ---tan tarde?--- comentó mientras caminaba para las adentros de la sala.

---no querían dejarme--- suspiró largamente --- al menos pude llegar para cenar--- dijo cansado. Se sentó en el sofá y se hundía en este, aflojando la corbata con su mano mostrando mucho estrés y tensión.

---mm... Ay veces que no entiendo a los jefes, pero todos tenemos esos días--- comentó para relajarlo.

---tienes razón--- suspiró de nuevo.

Miguel se dió cuenta lo estresado que estaba, él conocía muy bien esos momento de tensión, ya que como toda persona, él también las vivía en su trabajo.

Algo dentro de él se torno juguetón y ideó algo para relajarlo.

Bajo a Noha de sus brazos y se acercó ---ve a jugar, te llamaré para cuando esté listo el lonche. Dad está cansado y creo que hoy no podrán jugar juntos--- murmuró con una ligera sonrisa.

El pequeño afirmó con la cabeza y se fue a la cocina para jugar en la mesa.

---y... qué tal tu día?--- inició acercándose por detrás del sillón de una persona de la sala.

---well.. primero hubo una reunión para ver la actualidad del gobierno, luego un debate sobre cómo solucionar algunos problemas, duramos casi todo el día, añadiendo el papeleo para leer...--- contaba su día de forma cansada.

Durante ese parloteo, Miguel se acercó sus manos a su espalda, dando ligeros masajes que poco a poco se intensificaban.

Erick al sentir ese ligero roce, se incorporó un poco para sentirlo mejor, mentiría si dijera que no le sorprendió ese acto tan... Amable y sensual ---wow... Ohhh~...--- decía mientras disfrutaba ese masaje que se colocaba entre el trapecio, occipital y parte de los hombros.

---sigue...--- pidió. Quería que continuara hablando, para que se desahogué.

Dió un suspiro de satisfacción ---si que sabes usar las manos--- sonrió bobamente.

---mmm... Es un don--- rió un poco, continuando, pero esta vez lo hizo con un poco de fuerza,  agarrando la cabeza del otro para sacarle un conejo.

---eres fabuloso~, das muy buenos masajes, mejor que las de mi secretaria que supuestamente tiene experiencia en masajista--- hablo sin saber.

Miguel abrió los ojos, impactado por el comentario, pausando los movimientos.

Erick sentió el golpe de la pausa y se volteo ligeramente para ver qué había pasado ---qué sucede?--- preguntó con una mirada interrogante.

---con que secretaría, ehh?--- enfrentó sin simular los celos, si él hacía esa comparación significa que ya tubo experiencia con la tal secretaría.

---ay amor, no te pongas celoso, es solo un comentario a tu favor, que tal si sigues?--- un poco burlesco se acomodó para seguir con el masaje.

---pídeselo a ella entonces si tanta experiencia tiene--- y sin más se fue caminando lentamente a la cocina cruzado de brazos.