•|°' Usper ... otra historia más '°|•

•°|~Au Manny and chef ~|°•

Parte 5

Su mano lo sujeto como reflejó, logró sentir su  lisa y fuerte piel, quemándose mientras más se acercaba, pero al mismo tiempo, esas ventanas abiertas le daban esa brisa que lo balanceaba exquisitamente.

Era un torbellino, quería avanzar más, quería sentirlo más, sea como se llame lo que sentía, era frustrante y hermoso, no deseaba nada más que cuidar y protejer esa sonrisa, no deseaba que esos ojos mirarán a otro lado.

Sin embargo, no podía. Por primera vez tenía miedo, miedo a ser él el rechazado.

¡¿Qué demonios?! ¡Tenía que avanzar! ¡Solo son palabras!

Bufó alejándose un poco y soltandolo. No tenía caso seguir acercándose...

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Horas antes ese mismo día, todo era normal.

Ellos simplemente estaban separados, tomando distancia prudente, aunque a ambos no querían eso.

Y ¿por qué?
Porque Miguel se alejaba de él y mantenía ese estándar dueño-empleado.

Erick se frustraba y Miguel se irritaba.

Este último se repitía muchas veces que no podía seguir ilucionandose, sabiendo que si lo hacía tendría que ser despedido y se quedaría sin casa, dinero y la compañía de dos personas que, siendo sincero, se había encariñado mucho. Podía buscar otro trabajo, pero eso convendría a dejar al pequeño y no lo deseaba luego de hacer la promesa de que no lo dejaría abruptamente.

Simplemente eso, ¿Qué más podía hacer? Confesarse era el suicidio económico, además de que daría una mala impresión a Erick y eso es lo que menos quería.

Mientras tanto el dueño de todas la noches de insomnio del mestizo, había gastado toda su artelleria; ya había paso 3 meses, 3 fucking meses donde él lo buscaba y coqueteaba de forma sutil para al menos tener la señal de que podía avanzar, pero nada. No comprendía como no logro poder acercarse más, de forma íntima, no entendía como lograr tener un momento romántica con él, nada, estaba seco de ideas.

El primer mes fue despacio, tanteando su personalidad, conversando seguido, aprovechando que estaba en casa y el pequeño se iba casi todas las mañana, pero solo logro enamorase más de su forma de pensar y toda acción que el contrario hacia, era adorable, cuando cocina se le veía brillar, cuando reía era una hermosa música, cuando lo miraba con ojos de confución y hacia sus gestos de asco le causaban gracia y ternura, no podía no enamorase más de él; sin embargo no pudo llegar al contacto físico, que era una de las formas más favorables de conquistar a alguien. Miguel lo miraba con un poco de enojó o asustado. Hay veces que pensaba que Miguel  tenía tanto respeto hacia él, que este mismo creia que era así con todos.

Pero que falta de respeto.

¿Que más tenía hacer para que se de cuenta de sus insinuaciones? Simplemente frustrante, no podía. Llegó al punto de buscar formas de conquistar a alguien en internet y digamos que el internet es un de los lugares más inciertos, pero igual los iba a tomar en práctica, a ese punto tubo que llegar, siendo que en toda su vida no lo necesitaba.

Miguel es muy buen actor.

Si supiera que con cada acción, incluso respirar y mirar a cualquier parte lo hacía delirar, tantos meses juntos, logro hacerlo pasar a la fase de querer acercarse, tocarlo, pero no podía. Cada noche se limitaba a soñar que en algún momento podría sentir algo más, sentir su piel, su sonrisa para él, todo dedicado para él <<eres un pervertido, es tu jefe, joder, aunque eso lo hace más exitante... NO YA BASTA IMBÉCIL, DUÉRMETE>> siempre terminaba golpeandose mentalmente.