•|°' Usper ... otra historia más '°|•

•°|~Au Manny and chef ~|°•

Parte 2

—y... ¿Qué opinas?— pregunto el gringo.

El castaño se quedó boca abierta, volteando asombrado por lo que escuchaba; ambos estaban sentados en el picnic, mientras el pequeño comía agusto las fresas.

Salio de su trance de inmediato —espéreme tantito ¿estás diciendo que quieres que sea tu sirviente?— no comprendió muy bien que digamos.

—no, no— nego rápido —quiero que seas el niñero de Noha y que cocines en casa, no soy bueno en la cocina y en los quehaceres del hogar— dijo avergonzado —ya escuchaste lo que te pagaré ¿Aceptas? Pero tienes que vivir con nosotros, vivimos en los departamentos de al frente, por el espacio no te preocupes.

Miguel lo pensó por un momento; daban buena paga, podría cocinar como tanto desea y tener alojamiento gratis, pero... ¿Cuidar un niño?

Giró su rostro al pequeño que comía feliz con los cachetes manchados del jugo de la fresa, sabía que tendría 6 años por su vestimenta escolar, era muy adorable, su cabello negro lacio era largo, sus pestañas también, de facciones muy simétricas.

Volvió a ver a Erick, que lo observaba pendiente su respuesta mientes comía una paleta de hielo << teniendo un padre de este calibre, me extrañaría que no salga con una cara bonita>> pensó para dar un chasquido de lengua.

—esta bien gringo, acepto su propuesta— ¿Qué mal podía pasar?

El pequeño que escuchaba atento se acercó con entusiasmo—¿va ser mi manny?— ambos asintieron las cabezas, haciendo gritar de emoción al pequeño que se acercó para abrazar a Miguel.

Pasaron intercambiando información personal entre una conversación tranquila y agradable. Descubriendo muchas cosas del contrario.

Al día siguiente, 7:38 AM.

Miguel se encontraba parado en la entrada del mismo parque, esperando a su ahora patrón(? —wow patrón suena raro, pero cómo le puedo decir, es mi patrón ahora ¿o sería jefe?— estaba tan sumergido en su mundo que no se percató de su nueva compañía —¡ahhh mier-!— grito ante el susto de ser tocado el hombro de la nada, pero de inmediato tapo su boca al ver que era Erick,  agachó la cabeza por pena —lo siento patrón, lo siento— pidió dando reverencia.

Cuando se dió cuenta, ya era  demaciado tarde, acaba de humillarse el mismo llamándolo "patrón".

Erick empezó a reír por los nervios de Miguel, todo fue tan rápido, que lo dejo sorprendido —nunca nadie me había dicho patrón jajaja me gusta ese apodo— aguantado la risa —pero por favor no insultes enfrente de Noha, pero delante mío sí puedes— termino en una sonrisa.

—e-esta bien— suspiro para liberar tensión.

—!Miguel Miguel! Mira, hice esto ayer en la escuela— le enseño una pequeña pelota de tela pintado por él; el llamado se acercó para saludarlo y halagar su trabajo.

Mientras Erick se quedó de espectador, analizando a Migue; era un muchacho muy singular y simpático; su cabello marrón oscuro y su piel canela le daban un tono rebelde, por eso siempre le causaba gracia que actúe tan exagerado y nervioso, con cuidado en donde pisa o dice, sus expresiones eran lo mejor para molestar.

—well, es hora de irnos— dijo agarrando una maleta —¿esto es todo tu equipaje?— pregunto al solo ver una maleta de viaje y su mochila.

—así es, llegué recién este año al país y la verdad es que no tengo necesidad de tener mucha ropa, solo mis utensilios de cocina y las cosas de aseo, lo demás eran del departamento— dijo tranquilo.