𝐈𝐧𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 [𝓔𝓻𝓮𝓷 𝔁 𝓻𝓮𝓪𝓭𝓮𝓻]

1. ¿𝘊𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢?

Puedo decir con seguridad, que estos primeros días de fin de semana han sido una pesadilla completa:

Primero que nada, tener que reorganizar todo lo de las cajas de la mudanza casi me vuelve completamente loca, teniendo en cuenta que había olvidado la existencia como de la mitad de cosas que me aguardaban.

Pero por lo menos, ahora lo que es el piso tiene una mayor colocación, y sin duda poder terminar de organizarlo le ha dado la vida y sentido que le faltaba. No suelo excederme mucho a la hora de la decoración; prefiero que sean sutiles detalles que sean lo suficientemente notables y así den el toque ideal.

Aunque aún me cuesta acostumbrarme a este piso, ninguna de esas dos cuestiones ha sido lo peor que ha podido pasar estos dos días, para nada; el problema ahora es esa maldita guitarra, que aparece de fondo en mis tareas diarias sea cual se la hora del día.

Al principio, me sorprendió que nada más terminar el plazo de la hora de comer, esos acordes aparecieran ya a lo lejos, amortiguados por el techo. No le di importancia, hasta que todas esas notas, continuaron sonando por el resto de la tarde, incluso hasta las 5 de la mañana.

Así pasé toda la primera noche básicamente en vela, maldiciéndome por no poder dormir por aquel ruido. Pero pensé que sería cosa de un día, que simplemente había tenido un desliz, un poco das de atrevimiento al ser fin de semana... Me equivocaba completamente.

Esta noche fue aún peor; mismo ruido, misma fuerza, mismo ritmo, mismas notas... Y ahora intento prepararme como puedo para mi primer día de universidad intentando no quedarme totalmente dormida mientras miro mi café pensativa, girando en bucle la pequeña cuchara que sujeto con la yema de los dedos.

Reviso la hora: 9:00; mis clases comienzan a las 10 y terminan sobre las 14-15 dependiendo del día, pero por suerte hoy es uno de esos días más cortos. Aunque sé que tengo una hora por delante, me apresuro en arreglarme y prepararme, porque conociéndome, en cualquier momento se me puede echar el tiempo encima por la mínima razón.

Camisa blanca, jersey ancho y de un color azul apagado sobre esta, pantalón vaquero largo y holgado y unas botas negras. Organizo mi mochila con todo lo necesario, asegurándome individualmente de que llevo cada cosa que realmente necesito para las clases y después, me aseguro de que van mis cosas imprescindibles y personales; como mis llaves, mis gafas para poder ver de lejos o mis cascos por si prefiero alejarme completamente del ambiente exterior.

Un poco pillada de tiempo, nerviosa y torpe, salgo a un paso ligero de mi apartamento y bajo las escaleras a buen ritmo, y para mi sorpresa, justo cuando voy llegando hacia la puerta del portal, parece que otro vecino también se dispone a salir.

Una silueta bastante más alta que yo se dibuja a pocos metros, parece de hombre, con un pelo largo y lo que creo que es una mochila cuelga con poco interés de su hombro. Al estar de espaldas no puedo verle con claridad, pero eso no importa; supongo que es mi oportunidad para saludar y conocer a mi primer vecino.

Relajo el paso y según me acerco a la puerta me preparo para saludar:

-¡Ho- Todo queda cortado, la puerta del portal se cierra ante mis narices y el chico sale corriendo sin ni siquiera percibir que yo estaba detrás de él. Confundida, tardo unos segundos en volver a la realidad hasta que veo como su perfil que no alcanzo a ver con claridad desaparece rápidamente.

Bien _____, esto de socializar es lo tuyo... Ahora un poco mosqueada, salgo del portal maldiciendo mentalmente de mil maneras a ese maldito chico de poca educación o demasiado despistado como para ser verdad.

La siguiente hora, la paso perdida entres trenes y autobuses, confiando en que las direcciones que he encontrado por internet sean correctas y la intuición y el tiempo estén de mi lado durante todo este rato. Ahora mismo, estoy muy poco centrada en recordar la ruta que sigo, supongo que con el tiempo ya me acostumbraré a hacerla, pero solo puedo pensar en como se irá desenvolviendo todo en un futuro.