𝐈𝐧𝐞𝐱𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 [𝓔𝓻𝓮𝓷 𝔁 𝓻𝓮𝓪𝓭𝓮𝓻]

16.¿𝘐𝘮𝘱𝘳𝘰𝘷𝘪𝘴𝘢𝘮𝘰𝘴?

¿Nerviosa? La verdad es que bastante, pero por mucho que me parezca absurdo, mi cabeza y mi cuerpo a veces deciden dejar de ser compatibles, así que no hay manera de que me aclare.

Pero también es verdad que no tengo la relación más formidable y única con Armin, de hecho prácticamente hemos hablado en muy pocas ocasiones, sobre todo ese día del concierto, así que solo rezo para que no salga mal.

No tengo muy claro como es que surgió esto: A ver, si es verdad que la primera vez que nos conocimos, mencioné de broma como deberíamos quedar Armin y yo, los especialistas en bajo, pero ahora que ha ocurrido de verdad... Me emociona, tengo miedo, pero de emoción... Si tiene sentido.

Así sin más en el descansillo, Armin lo volvió a mencionar según nos cruzábamos de paso cuando yo volvía a casa y él subía al piso de Eren, después de que hubiera desparecido tanto tiempo enfermo (parece que ni tuvo la decencia de avisar bien a Armin); yo contesté "¿Y por qué no?" y, al ver como se iluminaban esos ojos claros de Armin, a la vez que se nos escapaba una sonrisa a los dos, supe que era buena idea.

Y ahora, solo me queda dar una última vuelta como loca, revisando que no me haya dejado algo tirado en alguna esquina, hasta que por fin suene ese timbre que me deja tensa, quieta, abrumada hasta que abra esa puerta... Y mucho no ha tardado.

Primero el sonido del "telefonillo" para que Armin entrara al portal: Ya solo con eso, se me está erizando todo el pelo, la impaciencia y la tensión hasta que suba las escaleras, parece que me va a comer entera. Segundos pasan, suena ese timbre tan cercano, mejor dicho, resuena por toda la entrada, así que solo me queda coger aire, sacar fuerzas de flaqueza y, abrir esa puerta.

-¡Hola!- Cuando Armin sonríe con tanto entusiasmo, parece que casi cierra los ojos, pero a mí me encanta; también me fijo en que parece nervioso, y en como sujeta con una mano la correa de la funda de ese bajo que lleva a la espalda o su pelo rubio y lacio o esa cara tan redonda y dulce; parece un niño pequeño.

-Pasa, justo he terminado de ordenar

-No hacía falta

-Bueno no ha sido difícil, tampoco tengo aún muchas cosas- Hablo mientras veo a Armin dar unos pasos tímidos, temiendo que pudiera hacer algo mal; he tenido a Ymir en casa, no creo que él vaya a ser peor.

-No lo había pensado, al final tu piso es igual que el de Eren pero con otros muebles

-Ahora que lo dices...- Claro, al final si vive encima de mí, la estructura del piso debe ser la misma, así que no creo que se maneje mal- nunca lo había pensado

Armin se giró y asintió con una agradable sonrisa.

Después le pedí que se sentara en el sofá y que estuviera como en su casa, le di algo de beber y apoyó la funda con su bajo junto a él, contra el sofá; el mío estaba prácticamente al lado sobre su soporte, pero aún con la funda, y separados por escasos centímetros.