El tío Tora.

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// Este capítulo está narrado desde la perspectiva de Chifuyu, espero lo disfruten. ^^

Las risas de la bola de idiotas se escuchaban seguramente hasta la esquina pero no importaba, Kazutora llegó hace como media hora junto con Hanma, Kisaki y Mikey quien después llamó a Takemichi y con él vinieron Izana, Draken y Kakucho. En mis manos llevaba sus pedidos  y otros dulces para llenarles la boca.

- ¿Se acuerdan cuando pensamos que Kakucho estaba muerto? épico. - La voz de Mikey me hizo reír levemente, uno de los mejores momentos junto a esos chicos eran sin dudas estos. - Les juro que casi me orino encima. 

- Todavía no puedo creer que de 50 quinceañeros ni uno tuvo la genial idea de pensar que estaba vivo todavía, como se nota que ni iban al colegio.

- Y Ran cerrándote los ojos, pobre imbécil. - Aportó Draken. - Oye, Izana ¿qué se siente morir? - Y dale con eso, ya ni sé cuantas veces compitieron por ver quien murió más. 

- No lo sé "Ken-chin" tú dime. - 

- Oigan, bola de traumados  ¿serían tan amables de no hablar de eso? Takemichi va a llorar y si eso llega a pasar les abro el estómago con una cuchara. - Habló Mikey.

Bueno, hablando de traumados.

- ¡No estoy llorando, estoy riendo! 

Rodé los ojos para entregarles sus pedidos de una vez, Kazutora silbó al verme llegar mientras reía y tranquilamente le levanté el dedo del medio.

- Jamás te voy a perdonar Baji, te quedaste con el amor de mi vida. - Kazutora miró hacia arriba, según él miraba al cielo pero estaba siendo como siempre lo más dramático posible y claro, si tiene luna en leo. 

- ¿Por qué le hablas al techo? maldito loco. - La voz molesta de Draken hizo que todos empecemos a reír.

- Milditi lici, habla maldito pelón pero después no llores cuando Takemi o Fuji no se quieran acercar a tí. 

- Basta de manipular mocosos, Tora, que compartas edad mental con ellos no significa que van a ser tus fieles servidores o alguna estupidez así. - Dije mientras me acercaba a él. - Por cierto ¿en dónde está Takemi? 

- Está con Hina, dijo que quería estar con su sobrino antes de irse otra vez a Francia. - Takemichi sonrió mientras hablaba y Mikey asintió de acuerdo mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su omega.- Mikey, no te duermas.

- No lo haré mi amor, tranquilo. -

- ¿En dónde está Fuji, Chifuyu? - Me preguntó Kazutora mientras yo le hacía trencitas en el pelo. - No veo a ese demonio desde hace dos semanas y lo extraño. - Y claro que se iban a extrañar tanto si los dos son lo mismo, como si tuvieran un pacto silencioso que consistía en arruinarle la vida al resto. - Tener a Fuji es literalmente tener un mini Baji. 

- Te aseguro que él también te extraña y está en la escuela, Keisuke lo llevó hoy o eso espero. - 

Después de hablar un rato más todos decidieron irse, Takemichi junto con Mikey y Draken a recoger a Takemi, Izana con Kakucho para visitar a Mitsuya y Hanma con Kisaki se fueron de últimos. 

Kazutora no se iba, normalmente me acompañaba a casa o a recoger a Fuji y la verdad ya lo extrañaba. Sí, era un mafioso pero también era mi mejor amigo y el padrino de mi hijo, es imposible odiar a Tora.

Me ayudó a cerrar el local y caminó conmigo hasta encontrarme con mi alfa, como siempre, Tora no dejaba de hablar y hacer comentarios sobre como debería dejar a Baji y escaparme con él y Fuji pero ese día lo notaba mucho más inquieto que de costumbre, saltaba de un lado a otro y se ponía a bailar en medio de la calle.

- Te dan un poco de libertad y es como si te pusieran un trampolín en el culo, calmado Tora. - 

A lo lejos ví dos figuras muy conocidas, mi corazón empezó a latir con fuerza y corrí al encuentro con mi alfa y mi cachorro.

- ¡Mamá! - Cargué a mi niño mientras hacía cosquillas en su pancita para escuchar su suave risita y ver sus bonitos pucheros. - B-basta mamá, tienes que darle un besito a papá, besito de saludo.

- ¿Papá se portó bien? porque no puedo darle besitos si se portó mal. - Hice un puchero imitando la carita de mi bebé quien asintió con una gran sonrisa.

Le hice caso y giré para ver a mi esposo.
Y bueno, creo que comí algo que me hizo mal. No pueden pasar cinco años desde nuestra boda y aún así sentir que es nuestra primera cita, hasta tenemos un hijo.
Pero ahí estaba él, sus feroces ojos cafés me miraban con cariño y un ligero brillo, una gran sonrisa se mostraba en su rostro y mi corazón saltó de alegría.

Ah, estoy tan enamorado de Baji Keisuke.

Sostuve con cuidado su rostro y dejé torpemente besos por toda su cara logrando sacarle unas pequeñas risas, finalicé con sus labios que fue el momento en el que sentí a mi omega removerse feliz al estar con su destinado.

- Alfa, estoy feliz de verte de nuevo. - murmuré abrazándolo y dejando que me mime con caricias en el pelo.

Por fin me sentía en casa, mi verdadero hogar y el único lugar en el que me sentía seguro. Fuji y Baji me dieron como siempre el mejor momento del día.

Eso hasta que Kazutora habló.

- Por dios, no puedo con sus mariconadas, vámonos Fuji, iremos a darnos en adopción. -

، ✶ 𝗟𝗔 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔 𝗕𝗔𝗝𝗜 !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora