Ay, Baji.

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Domingo por la mañana, mi esposo estaba cambiando a Fuji y yo me preparaba para ir a misa, sí, a misa de domingo. Resulta que Taiju necesitaba a alguien que cante porque al parecer el que cantaba antes estaba enfermo y no podría asistir ese día y el único de la manada de idiotas que teníamos por amigos que sabía cantar era yo.

Soy Vicente Fernandez pero más hot y joven.

- Alfa, no olvides la guitarra. - Chifuyu apareció por la puerta vistiendo un gran suéter crema y unos pantalones oscuros, Fuji estaba un gran conjunto de oso para disimular si se llegaba a dormir y yo era el único mono en traje. - Vámonos, Wakasa y Shinichiro nos vinieron a recoger.

Ah, cierto.

Para aumentar mi sufrimiento Mikey les llamó para darle la gran noticia y ahora tenía que soportar como a veinte tipos joderme la vida por casi un mes.

- Ya estoy. - Tomé la guitarra y corrí hasta la puerta principal, Chifuyu tenía a Fuji encima de él y me senté al lado. - Hola Shin, Wakasa. -

Ambos saludaron mientras sonreían, Shinichiro giró del asiento del copiloto y le dió un dulce a Fuji, acarició su cabello mientras le decía quien sabe qué de la escuela y después volvió a su lugar.

¿Me ofendí? claro que sí.

- ¿Y para mí? ¡No es justo, Shin! - Reclamé, no, nadie me quitaba el puesto como favorito de Shinichiro.

- Por dios, Baji, estás por los treinta, cómprate tú. -

- Fuji, promete que serás un buen niño y no harás ruido en la iglesia, tampoco puedes ponerte a jugar genshin y ni se te ocurra contestarle algo al padre ¿estamos? - Chifuyu peinaba el cabello de nuestro retoño mientras acomodaba su ropa.

- Pero mamá....nunca vamos a misa ¿por qué ahora sí? - Oh, dios lo va a hacer. - Mamá, no quiero ir.

Y ahí está, el puchero y los ojos llorosos.

- Fuji, tenemos que ver a papá Baji cantar hoy, él no lo hará bien si no estás. - El pequeño demonio asintió y giró su cabeza rápidamente hacia mí como el exorcista, me miraba enojado y levanté una ceja esperando la bomba.

- Entonces todo es tu culpa. - Escuché su ligero gruñido y lo ví enseñarme los colmillos, maldito mocoso mimado.

- ¿¡Ah!? ¡yo soy la víctima aquí! claro, cría cuervos y te arrancarán los ojos. - Contesté sacándole la lengua.

- Más les vale callarse porque ya llegamos y por favor recuerden no hacer pasar vergüenza, se los ruego. -

Fue la última petición de mi omega antes de darme un suave beso en los labios y salir del auto.

Pude ver a mi hijo correr hacia sus tíos y me quedé tranquilo con la imagen, los saludé a todos desde lejos y entré a la iglesia para preparar todo, Taiju y Mitsuya me ayudaron y me presentaron al resto de los músicos.

- La misa comenzará en diez minutos, suerte Baji, leé bien las partituras. - Habló Mitsuya mientras se retiraba de ahí de la mano con Taiju.

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Mientras tanto, con Fuji.
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- Entendiste todo el plan ¿no es así, Fuji? no puedes fallar esta vez. -

- Claro que no tío Tora, puedes confiar en mí.

- Plan "Tortuga" en marcha.

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Bueno, la ceremonia comenzaba, yo cantaba las típicas canciones de misa mientras veía a mi familia y amigos mirarme y grabarme, Mikey se reía mientras Takemichi lo regañaba y Chifuyu regañaba a todos por ser tan ruidosos.
Y aunque suene extraño, sí, todo estaba saliendo bien y eso me hacía sentir más calma pero...
¿En dónde está Fuji? ¿Kazutora no estaba al lado de Chifuyu?

Mientras cantaba giré mi cabeza hasta el altar a unos metros de mí, justo al frente había un casi invisible charco de agua ¿de dónde habrá llegado el agua? y casi como si el mismo Dios me estuviera contestando ví a mi hijo esconderse entre la multitud sosteniendo una botella de agua casi llena.

Oh no, maldito mocoso loco.

Busqué a Kazutora con la mirada y lo encontré casi detrás del altar mientras sostenía una cámara, entonces ví en cámara lenta como el padre caminaba hasta el lugar para recibir las ofrendas y empecé a rezar y cantar con toda mi fe para que vea el charco a tiempo.

Por favor diosito, sabes que no me puedo aguantar si alguien se cae, por favor no lo hagas.

Pero como siempre, la suerte nunca estaba a mi favor y yo efectivamente no me pude aguantar.

- Jesús está aquí, tan fuerte como el aire que resp....JAJAJAJAJAJAJAJA. -

Ayuda, me desinflo.

Kazutora seguía grabando, Taiju se aguantaba de ir a golpearme, Chifuyu hacía como que no me conocía, Fuji también se reía, Mikey se tapaba la boca para no reír, Takemichi y Shinichiro ya estaban afuera de la iglesia por la vergüenza y Mitsuya sonreía avergonzado.

¿La peor parte? Nadie ayudaba al padre a pararse y parecía tortuga con la toga y todo.

Perdón señor, que dios lo bendiga.

Obviamente nos botaron de la iglesia y Chifuyu se enojó conmigo por una semana, pero hey las risas no faltaron y Fuji se comió un gran regaño también entonces estábamos a mano.

Otro día más siendo Baji Keisuke.

، ✶ 𝗟𝗔 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔 𝗕𝗔𝗝𝗜 !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora