، ✶ 𝗟𝗔 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔 𝗕𝗔𝗝𝗜 !

Visitando a los tíos Ran y Rin pt2

El camino al dichoso zoológico fue corto, ambos mayores ignoraban los mensajes de texto de Chifuyu mientras seguían manejando ignorantes al peligro que se venía. Los tres iban cantando canciones de Lady Gaga a pedido de Ran, mientras tanto el pequeño Fuji ya tenía una idea bastante brillante en su cabeza, una idea que involucraba quizás una muerte y gente herida pero en su pequeña cabecita aseguraba que nada iba a salir mal, después de todo era un dulce y pequeño cachorro ¿cierto?

El zoológico era enorme, las risas de los niños en la entrada siendo acompañados por sus padres, familias completas pasando un buen día mientras compran algodón de azúcar.....y bueno, después estaban los protagonistas de hoy.

Ran Haitani llevaba ese día unos jeans y una camisa negra con estampados de animales, a su conjunto se sumaban unas zapatillas blancas y llevaba su cabello largo atado en una coleta. Rindou por su parte tenía el cabello desordenado, con unos jeans y una camisa blanca con estampados de flores, igual que su hermano llevaba unas zapatillas blancas. Fuji por su parte tenía un adorable overol y debajo de este estaba una polera con estampados de lobos, también llevaba zapatillas pero estas eran celestes y tenían luces cada que pisaba.

- ¿Quieren helado? - Ran preguntó ignorando las miradas de la gente a su alrededor y no era de menos ¿quién iba al zoológico en un Lamborghini? efectivamente, Ran Haitani. 

- Sí queremos. - Contestó Rin mientras llevaba de la manito a Fuji. 

- ¡Tío Ran, yo quiero uno con cuatro sabores! - Gritó Fuji dando saltitos emocionado.

- Si quieres puedo comprarte el carrito entero. -

Fuji empezó a babear pero fue detenido al momento cuando Rin le recordó a su hermano mayor lo propenso que era el menor a enfermarse.

Tío Rin - 1
Tío Ran +1

El más pequeño gruñó, a este paso nadie le ganaría a su tío Tora, aunque el tío Haru se estaba acercando.... movió la cabeza tratando de sacar esos pensamientos cuando un gran cono de mucho helado apareció frente a él,  lo tomó con ambas manos empezando a devorarlo.

- Si no fueras hijo de Baji pensaría que te estás muriendo de hambre. - Comentó Rin.

- Si tío Rin no fuera rico entonces también pensaría lo mismo. - Remató.

El menor de los Haitani rodó los ojos ignorando las carcajadas de su hermano, tomó de mala forma la mano de Fuji y contestó sin una pizca de gracia en su voz: 

- Entiendo la urgencia de Baji en sacarte de casa, no te soporta. -  

Fuji se quedó paralizado, una sonrisa nerviosa se formaba en su rostro sin entender por completo todo aquello y las voces de sus tíos se hacían lejanas, los vendedores de dulces no le parecían para nada llamativos en ese momento y así sintiendo por primera vez una presión en el pecho siguió caminando sin prestar atención.
No, simplemente no.
Sus padres lo amaban, lo querían a pesar de todo y se lo demostraban siempre.

- Que su papá no lo quiera no es mi problema tío Rin, no se proyecte. - Respondió con una brillante sonrisa, pasando de largo de sus dos mayores.

Rápidamente sus ojos captaron a los pingüinos, se acercó corriendo como si no hubiera un mañana a ver cómo un hombre al parecer hacía que salten de un lado al otro. Frunció el entrecejo molesto, por supuesto que los pingüinos no se veían felices ¡para nada felices! debía hacer algo al respecto.....

Volteó buscando a sus tíos y al parecer estaban muy bien distraídos en comprar recuerdos mientras tío Rin miraba al vacío, inmediatamente una gran sonrisa se asomó en su rostro y de preguntó a sí mismo ¿qué haría el tío Tora en una situación como esta?

Sonrió con toda la maldad que poseía su pequeño cuerpo añorando venganza, observó fijamente al trabajador que alimentaba a los pingüinos y oh, ahí hay unas llaves.

...

- Espero que Fuji no esté tan inquieto. - Chifuyu tomaba asiento al lado de su esposo, siendo abrazado casi al minuto de hacerlo.

- Por supuesto que no, se está portando bien. - Respondió el alfa, pasando su brazo por la cintura de su rubio por fin feliz de tener tiempo a solas.

Ambos acostados en el sillón mientras en la televisión se mostraba un nuevo capítulo de Master Chef, el silencio era absoluto pero sabían que eso era solamente la indicación de un desastre, ambos sintieron ese cosquilleo en pecho que indicaba que algo malo estaba por pasar pero decidieron ignorarlo con una callada mirada cómplice.

...

Ran corría de un lado al otro buscando al maldito mocoso pero simplemente no lo encontraba ¿y si se cayó en la jaula de los leones? ¿y si se lo comieron las pirañas? ¿y si lo adoptó un gorila? estaba hiperventilando y no ayudó para nada voltear a ver la zona de los tigres pues se veía claramente que se comían un gran pedazo de carne, no pudo evitar espantarse y gritar a todo pulmón mientras que Rin miraba a su mayor con una completa cara de "¿y este idiota?"

- ¿Ahora por qué mierda gritas? si fue tu culpa. -

- ¿¡Mi culpa!? ¡Tú fuiste el imbecil que le dijo que su papá no lo quería! ¡Por lo menos Fuji sí tiene papá! -

En medio del caos una alarma resonó por todas las calles alertando a las personas, Ran suspiró cansado y completamente rendido, atinó a sacar su teléfono para marcar el número de Baji Keisuke.

- Perdón Rin, pero la situación me supera. -

Rin Haitani en cambio ignoró a su hermano para apresurar sus pasos a el lugar en el que estaban antes, si escuchó bien entonces la alarma venía del área de los pingüinos y podría llegar en poco tiempo pero el tiempo se detuvo cuando vio en frente suyo a cuatro pares de ojos viéndolo fijamente, hasta atrás sólo pudo ver la diabólica sonrisa de su sobrino y ser testigo de lo malvado que puede ser un niño que te llega a la rodilla.

- ¡Maldita sea, Baji Fuji! - Rin se lamentaba mientras era perseguido de forma graciosa por los pingüinos.

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holaa, pasó mucho tiempo, estaré revisando de vuelta todo este fanfic para corregir errores y tal vez elimine algunos capítulos, lamento la tardanza.
publiqué un os mitake igual, es corto y muy soft por si quieren leerlo.