|| Fool || Haruto Watanabe ||

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— Es un placer decirles que están oficialmente graduados — habló el director por el micrófono mientras todos alzaban sus birretes mientras reían.

Ordenaron que ya podíamos salir del auditorio. Lentamente todos terminamos afuera, cada uno se acercaba a sus padres o amigos.

Busque con la mirada a mis padres o tal vez Jihoon.

Recorrí el lugar, pero no había rastro de ninguno, tampoco encontraba a Haruto.

Di un pequeño salto y pude reconocer cierto auto.

Me acerque y cuando vi la placa lo confirme, era el auto del señor Kang, chófer de mis padres.

— Señorita Park — saludo al verme — felicidades por su graduación.

— Muchas gracias — sonreí leve — de casualidad mis padres no vinieron? — suspiro leve.

— Sucedió algo en la empresa y no pudieron venir, Jihoon le mando esto — sacó un ramo de flores del auto, había una pequeña nota.

Min-ssi

Sucedió algo en la empresa y no pude ir, felicidades por tu graduación, prometo compensarlo.

Papá manda saludes.

Cuidate Min-ssi.

- Jihoon.

Limpie mi mejilla al sentirla algo húmeda. No sabía la razón pero algo le decía de que ese asunto de la empresa era mentira.

— Se encuentra bien señorita? — asentí leve.

— Si, gracias señor Kang; ya puede regresar — asintió y se despidió.

Suspiré mientras veía el auto alejarse, derrepente una llamada entro a mi teléfono, observe la pantalla y sonreí.

— Cariño dónde estás? — sonreí al oír su voz — te he estado buscando pero no te encuentro.

Antes de responder se calmó a si misma, para no sonar que estaba a punto de llorar.

— Estoy a un lado de la universidad, donde están los autos —

— Ok, espérame ahí, iré por ti — sonreí antes de colgar.

Guarde el teléfono y me senté en la orilla del andén esperando por él.

Luego de algunos minutos sentí como unas suaves manos tapaban con delicadeza mis ojos.

— Quién soy? —

— Es necesario adivinar? — reí leve a lo que retiro sus manos y dejaba un leve beso en mi frente.

— Esperaste mucho tiempo? — se sentó junto a mi mientras me sonreía leve.

Negué con la cabeza mientras recostaba mi cabeza en su hombro, ninguno dijo nada; solo nos dedicamos a observar a los demás graduados felices con sus familias.