Día 17: Café

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No sabía bien que era lo que buscaba en aquella peculiar tienda, pero aún así todo en aquel lugar era encantador sin lugar a dudas en su opinión. 

El ambiente cálido lleno de plantas, casi pareciendo naturales pero que al final al observar mejor eran plásticas, pero eso no le quitaba su belleza. También acompañado por miles de flores de varios colores y tonos. 

Para finalizar adornado por un hermoso conjunto de adornos que daban el aire de un dulce lugar hogareño, se alegro de haber pasado por ese lugar a recomendación de su amiga. Aunque fue una visita muy casual porque por temas de trabajo había pasado por allí.

Recordó que su amiga le menciono que ese lugar era un espléndido café que había abierto muy recientemente en su ciudad, y que era muy popular por su delicioso café y variedad de postres en su menú.

Mientra observaba uno de los muebles rústicos de madera que tenía el establecimiento, no se dio cuenta en que momento una extraña persona se le acercó, casi dándole un infarto del susto. Al voltear a ver a la persona que le dio aquella impresión de muerte. Solo esta le saludo de una forma ... ¿educada?.

-Es un placer ver a tan hermosa señorita disfrutando del ambiente de nuestra nueva tienda. Si gusta puedo recomendarle alguno de nuestros postres y llevarlo a su mesa- la profunda voz de ese hombre de ojos azules le llamo mucho la atención, más aún cuando le tomó de la mano para guiarle a una de las mesas mas cercanas de una ventana que daba vista a un pequeño jardín lleno de flores y bellos adornos primaverales.

Aún desconcertada por la reciente acción por parte del extraño hombre, solo lo siguió sin dudarlo mucho, ya que en ese momento ver el local era mucho mas importante en su mente. Cuando habían llegado a la mesa que el varón le ofreció anteriormente, luego de pasar por un tramo del local, noto el pequeño detalle de que esa mesa estaba ubicada en una de las mejores vistas del lugar.

Se avergonzó levemente ante aquella notoria consideración dirigida hacia su persona.

Sintió agradecida por aquel detalle, quizás se debía al ser una nueva clienta y ese tipo de detalles fueran muy normales por allí. Solo quiso sentarse en una de las sillas que tenia aquella mesa, cuidando de que no se levantara mucho su corto vestido blanco. Aunque al querer recorrer una de las sillas fue detenida y ayudada por el camarero, quedando aun mas sonrojada por ese gesto tan caballeroso, solo desvió levemente la mirada tomando por fin asiento. El muy atractivo varón le extendió un pequeño menú forrado de terciopelo negro adornado con elegantes letras doradas, que delineaban el nombre de la cafetería. la recibió pero cuando su mano toco aquel objeto, por error rozo sus dedos con los del varón. 

Soltó un grito interno en su mente por todos esos nervios que le carcomían la mente.

Vio de soslayo como el varón sacaba una pequeña libreta de su mandil, en donde seguramente anotaría su pedido. Así que perder más tiempo, ordenó un capuchino acompañado de una rebanada de pastel de chocolate.

Al terminar de decir su pedido, el camarero se fue despacio y la dejo sola. Así que al ver que no había mucho que pudiera hacer mientras esperaba su pedido, volteo a ver el hermoso paisaje que reflejaba la ventana en donde estaba ubicada su mesa. Espero un buen rato disfrutando de aquella vista, en donde en ese periodo de tiempo sacó de su cartera un libro que hace mucho deseaba leer, pero que no había tenido oportunidad por lo complicada que era su vida cotidiana con sus estudios y trabajo de medio tiempo en la biblioteca de su universidad.

Disfruto de su lectura en silencio, hasta que el mesero trajo su pedido finalmente.

Al recibir su pedido sintió con mayor fuerza el delicioso aroma que despedía aquellos alimentos, se le hizo agua la boca de lo bien que se veía.

Disfruto como nunca antes aquellos deliciosos sabores azucarados que se derretían en su boca, junto a la suave masa de su postre de chocolate. Y no resistió cuando el asombro sabor de su capuchino embriaga sus papilas gustativas. Fue uno de los mejores cafés y postres que probó en su vida entera.

Al terminar su pedido y esperar a que el mesero le trajera su cuenta, no pudo evitar fijarse en una rosa roja que acompañaba su pedido en un jarrón blanco, adornado con un listón del mismo color que el de la flor. 

Lentamente acerco su mano hasta tomar la rosa con mucha delicadeza, que era en verdad muy bonita en su opinión. Sintió al acercarla a su rostro lo suave de sus pétalos y lo dulce de su aroma que emitía y era en verdad muy relajante.

Dejo la rosa nuevamente en su florero rápidamente cuando noto que el mesero se acercaba a su mesa y actuó de la manera mas calmada que pudo para recibir su cuenta, dejo el dinero de la suma de la cuenta sobre la mesa, junto a la factura firmada para salir de esa hermosa cafetería muy relajada y feliz.

¤

Lentamente tomo la rosa que aquella joven había tocado, sintió el leve aroma que el perfume de la joven dejó impregnado en los pétalos de la flor. Una sonrisa se formo lentamente en sus labios.

Solo respiro con ciertas ansias, embriagándose con ese adictivo aroma que supuso también tenía algo de su esencia natural de la tímida y tierna chica que había visto hace poco.

Río de forma casi imperceptible, mientras sus mejillas se coloreaban levemente de un tono carmín, deseo internamente como nunca el haber sido esos pétalos, que tocaron los suaves labios de la joven cuando está tomo la rosa.

Ella debía ser suya... nunca en toda su vida se había sentido de ese modo, al observar a otra persona. Como con aquella joven.

La belleza que poseía, la suavidad de su piel que se veía a simple vista y el modo tan elegante en como se movía. Era perfecta en todos los sentidos de la palabra.

Había llamado su total atención y sin lugar a dudas tendría aquella hermosa flor...

Aún si tendría que destruirla para lograr ese objetivo.

Fin...?

Provocativas Sensaciones[Peter x Y/N] #PeterpostingChallengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora