Día 11: Intercambio de ropa

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Tomándose fuertemente de las manos ambos se fueron rápidamente al primer sitio que encontraron libre, pero como estaban en medio del más grande parque en la ciudad... muchas opciones no habían en ese momento.

Lo único que encontraron en su rápida búsqueda por privacidad fue un baño público mixto, así que entraron rápidamente y cerraron con seguro la puerta para evitar que fueran interrumpidos por lo que sea que pasaría allí adentro. Siempre asegurándose que no hubiera nadie allí.

Comenzaron al fin la charla que tanto necesitaban desde hace rato.

-¡Te dije que era mala, una malisima idea hacer eso aquí!- exclamó con rabia la joven, mientras comenzaba a sacarse la ancha sudadera que estaba usando ese momento, y que era tan molesta que estaba por matarla en verdad.

-¡Pues eso no se veía que te molestará cuando te tocaba chupando los pech-!..- fue interrumpido aquella gruesa voz cuando le tapó la boca con ambas manos la joven muy nerviosa, todo aquello a su gótico y muy sadico novio para evitar que dijera más de lo que habían hecho por las hormonas revolucionadas.

También por un par de ideas basadas en las películas pornos que vieron la anterior noche en casa del varón.

-¡S-Solo dame tu maldita camiseta!- hablo de forma entrecortada la joven con una voz muy aguda por los nervios.

Aún el fuerte sonrojo que estaba cubriendo la cara de la joven provocaba que las palabras apenas le salieran de los labios. Más aún cuando debía cambiarse en frente de su novio otra vez porque la incomodidad que estaba sintiendo la estaba a punto de matar.

Luego de hacer la maldita locura de su vida de solamente....

¡¡¡Hacerse unos malditos piercing's en ambos pezones!!!

La sudadera que estaba usando ese día no era nada suave y lastimaba aún más sus sensibles pechos, tan adoloridos por la locura que le había provocado cumplir uno de los más grandes deseos de su gótico novio.

Chupar un par de pechos perforados.

¡Mierda!

Y actualmente como apenas y habían salido del lugar donde le habían hecho esas malditas mierdas en sus pobres pezones, el muy caliente de su novio no había aguantado ir a casa para comenzar a disfrutar de aquel "regalo" de su parte.

El local estaba cerca de un parque en el que estaban por ahora, con cuidado y siempre procurando no lastimar los recientes agujeros en sus pechos fueron allí... los caules manoseo a su placer y gusto, más aún cuando se habían metido en un par de arbustos muy bien escondidos de la vista de todos. Todo por la prisa de la calentura de su novio.

No supo ni en que momento su maldito novio comenzo a devorar con ganas sus pechos, con aquella larga lengua que poseía, dándole un placer culposo. Y como para sumar las enormes y fuertes manos de Peter no se quedaron quietas, sino que tocaron con descaro su intimidad sobre la ropa.

No pudo contenerse de gemir a todo pulmón, siendo devorada por ese perverso ninfómano insaciable del sexo. Pero luego de un buen rato haciendo eso, el sonido de una llamada telefónica proveniente de su celular detuvo todo lo que hacían. Porque ese era el tono personalizado de la madre de la chica.

Y ambos conocían como era la madre de la chica cuando se enojada y más cuando llegaba tarde a casa o no contestaba su célular a tiempo.

Así que apartando apenas el rostro de su novio de sus pechos, se acercó a su mochila de donde sacó su celular y contesto rápidamente entre medio de leves suspiros el interrogatorio de su progenitora, sobre de donde estaba y a que hora llegaría ese día.

Casi deseo patear a su novio en las bolas, cuando este en medio de la llamada que estaba teniendo con su madre, repentinamente uso sus 2 manos aprovechó que aún tenía descubierto el busto por la prisa, tocó descaradamente aquella parte de su cuerpo, dando leves masajes junto a una risita maliciosa cerca de su oído.

Pero no sólo eso pasó.

Luego de cortar la maldita llamada cuando calmo finalmente a su madre, y logró inventarle alguna excusa para pasar toda la tarde fuera.

Por desgracia al estar a punto de volver a ponerse su sudadera, no sin antes darle un buen golpe a su novio calenturiento en su brazo. La maldita tela áspera de su sudadera lastimo su pobre cuerpo, como si fuera lija para sus pobre pezones.

Solo atinó a soltar un leve grito cuando volvió a tratar de colocarse la prenda. Lanzandola lejos por el dolor que le había producido.

No sabía que hacer...

Y por supuesto que no planeaba irse con el busto al aire, como una nudista hasta la cada de Peter, todo porque su maldita sudadera era más áspera que la lija misma y que más de miles de clavos filosos juntos.

Pero cuando su novio le pregunto que le estaba ocurriendo, ella sólo le comento todo con mucha rabia contenida y Peter sólo soltó un leve suspiro para pensar con calma que harían con todo eso.

Porque este ni loco dejaría que su querida novia fuera semidesnuda por la calle, por muy atractiva que sonara la idea y más cuando su querida futura suegra podría enterarse de todo eso. Cosa que sería muy mala en muchos niveles, más por lo que le había comentado su novia sobre lo dramática que era su progenitora.

Cuando en medio de sus pensamientos el varón sujeto un extremo de su camiseta en un descuido, sin querer sintió lo suave que era la tela, recordando inmediatamente el material de que estaba hecho la prenda.

Era algodón, uno de los más finos al ser una de sus más costosas camisetas de su banda favorita de rock pesado. Así que sólo comenzó a quitarse la camiseta para que su novia se la pusiera.

Cuando de repente el sonido de un par de pisadas y voces acercándose alertaron a la pareja, sin tener más tiempo ambos se arreglaron lo más rápido que pudieron. Aún si la joven sentía lo áspera de su camiseta que casi le hace llorar. Se la coloco y disparados buscaron un lugar donde cambiarse con tranquilidad, llevándolos a la situación actual que estaban viviendo.

-Ya calmate princesa, además se que te gustó mucho hacer todo eso~...-. hablo con cierto toque malicioso en su voz el varón de cabello negro largo, mientras le pasaba su camiseta y se colocaba la extremadamente ancha sudadera de su novia que le quedaba bien por suerte.

Querer comodidad nunca fue tan beneficio como ahora.

-¡No volveré a cumplir ninguna de tus malditas fantasías sexuales jamás!- declaró la joven mientras al fin sentía que pedía respirar con verdadera calma, más aún cuando la suave y negra tela de algodón tocaba sus sensibles pezones. Casi como una caricia que la relajaba de todo su dolor.

Por una vez agradeció que su novio invirtiera un poco más cuando hacia esos pedidos tan largos por camisetas de tan buena calidad de sus bandas favoritas.

Aún si no sabía de que banda era aquella camiseta, estaba por demás agradecida.

-¿Y que me dices de un tatuaje en los muslos de unas dagas?~...- hablo melosamente con su profunda voz el varón muy caliente por la idea tan tentadora.

-Callate-

Fin...?

Provocativas Sensaciones[Peter x Y/N] #PeterpostingChallengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora