La Vida Es Un Hilo (Pausada)

Capítulo #5

*foto de Ángel*

<<Esto si es un capítulo>>

Nota 1: ¡RELEER HISTORIA DESDE EL PRINCIPIO! ¡HICE MUCHOS CAMBIOS!

Nota 2: Ya sé que me he tardado taaaanto en escribir, pero necesitaba un descanso. Estaba escribiendo tres historias a la vez y estaba pasando por muchos momentos difíciles. Simplemente no podía continuar. Primero son mis estudio y mi salud. Claro, no me excusaré solo por eso. Mis disculpas por todo este tiempo. Decidí que ya era momento de tomar esta historia, que por cierto, deben volver a leerle desde el principio ya que la cambié por completo. Esta vez solo será en *primera persona* y cambié algunos aspectos y físicos. Mis disculpas denuevo.

Nota 3: También estoy haciendo el trailer de esta historia >~<

Nota 4: Subiré capítulos todos los viernes a partir de hoy. Si ocurre cualquier imprevisto en el siguiente capítulo les dejaré un link de la página de Facebook. Pueden preguntarme lo que quieran, como también pueden hacerlo por aquí. Contesto cualquier tipo de preguntas y siempre estoy conectada. Pero bueno, basta de hablar.

Volviendo a la historia..... >-<

 

Esto es guerra.

Habían pasado cuatro días. Cuatro malditos días durmiendo en casa de mi mejor amiga y hoy, ya hoy era viernes. Debería estar riéndome y estar gritando de felicidad pero no, hoy era la maldita fiesta de Alex.

En la escuela me pasé completamente sola. Ángel por una extraña razón se había ausentado el resto de la semana y Amanda... bueno... Amanda estaba expulsada. Alexander... ¿Que puedo decir de el? Es un idiota, además, me prometí a mi misma no hablarle por el resto de mi vida.

Si claro, nótese el sarcasmo. Era simplemente imposible no hablarle por el resto de mi vida por que desafortunadamente estábamos en el mismo salón de clases.

Que irónica vida.

Si, lo había evitado todos estos días y el pareció hacerlo también. ¿Quién no lo haría después de haber recibido una buena bofetada?

Nos habíamos dado unas cuantas miradas. Había tratado de hablarme pero con una señal de mi dedo corazón había bastado para que ni lo intentara. Y bastante funcionó.

Al parecer estaba de ligue con unas de las 'barbies' de Julia.

¿¡Pero a mi que me importa!?

Esto era tan fustrante. Ya empezaba a dolerme la cabeza.

Mi madre nisiquiera se había dignado en llamarme. En pedirme que volviera a la casa. En pedirme disculpas. ¡En nada! Era un cubo de hielo con vida. Creo que algo heredé de ella.

Pues claro, tu eres así, un frío monstruo.

Suspiré. Mi mente me estaba agotando aún mas.

-¡Nos vamos de compras!- gritó Amanda de repente mientras golpeaba la mesa e interrumpís mis absurdos pensamientos.

La miré enojada. Me dolía la cabeza y ella gritaba así de la nada.

-¿Tienes que pegar en la mesa?- pregunté gruñiendo mientras tomaba un sorbo de mi café.

Amelia (la hermana menor de Amanda) rió por las locuras de su hermana. La niña solo tenía 10 años.

Ami sonrió.

-Sentí una sensación rara como para pegar en una mesa. Deberías intentarlo, se siente bien.- rió como una loca de psiquiatría y luego miró su mano asustada.