*foto de Olga*
Una madre rentada.
-¡Mamá!- exclamé con los ojos abiertos y mi mandíbula apretada.
-¡Esme!- respondió asustada.
Olga estaba en el primer mueble de mi casa teniendo relaciones con dos hombres. En el segundo mueble habían más personas teniendo relaciones mientras se drogaban con una sustancia polvorienta. En teoría era la cocaína.
Y los chicos aproximadamente tenían unos diesiocho años. Todos destruyendo su vida.
-¿Qué es esto?- exclamé mientras me llevaba una mano a la sien.
La música estaba a todo volumen y en el suelo habían ropas y vasos tirados. Era una asquerosidad.
-Esto es lo que a ti te da para poder alimentarte todos los días- respondió con una sonrisa amarga mientras se vestía rápidamente.
Caminé hacia el componente de música y lo desconecté.
-¡Los quiero fuera de mi casa y es ahora!- exclamé con todo mi cuerpo vibrando por la furia.
Los chicos comenzaron a reírse embobadamente. Pero que idiotas.
Me acerqué a la mesa y la volteé bruscamente.
-¡Fuera!- grité y todos se levantaron como pudieron y se marcharon con carcajadas.
-Seguiremos después amores- sonrió Olga mientras recibía una gran cantidad de dinero de parte de uno de los hombres.
-Dios mío...- susurré con los ojos rojos por la furia.
Ella se volteó. Me miró de arriba, abajo y sonrío.
-Acostúmbrate, por que este siempre ha sido mi trabajo- espetó con indiferencia. -Además esta no es tu casa, es mía, por lo tanto se hace lo que yo diga.- añadió mientras terminaba de vestirse.
¿Era enserio?
-¿Qué dices?- pregunté en un hilo de voz.
-Lo que escuchaste- espetó furiosa.
-¿Acaso acostarte con personas es tu trabajo?- exclamé mientras abría mis brazos exasperada.
-¿Tengo qué repetirlo?- preguntó con un toque de burla.
Me quedé estática. Pero que tenía yo que el mundo solo se limitaba en golpearme.
Su madre...
Esa madre que era su súper heroína cuando era pequeña. Esa madre que la cuidó siendo una pobre madre soltera. Esa madre que dejó de ser esa madre hace poco tiempo. Esa madre que ahora solo se limitaba en humillarla...
Esa madre que ahora era una puta prostituta.
-¿Para ti es algo increíble?- pregunté con una risa sarcástica.
-Es mi trabajo y soy bastante buena en esto- respondió mirándome a los ojos.
Sentí como mi sangre se calentaba.
-¡Por Dios, eres una prostituta! ¡Que le ves de increíble a eso! ¡Eres una puta que cobra por sexo!- exclamé furiosamente.
Pero sin darme cuenta la palma de mi madre impactó fuertemente en mi mejilla.
-¡Cierra la boca! ¡No me hables así estúpida!- exclamó furiosa.
Quedé impactada y mi mejilla adolorida palpitaba fuertemente.
¿Me había pegado? Encima de todo lo que su madre había echo se tomaba el atrevimiento de pegarme.
Me volteé. Cerré mis puños y subí a mi habitación corriendo.
ESTÁS LEYENDO
La Vida Es Un Hilo (Pausada)
Novela JuvenilAveces la vida puede ser simplemente un hilo. "Pisas mal y te caes". Esmeralda es una chica de 16 años, humilde, amable y generosa, con una vida llena de sueños a seguir. Pero... ¿Que pasa si tienes una madre prostituta y un padre inexistente que t...