La Vida Es Un Hilo (Pausada)

Capítulo #6

*Foto de Conor*

Nota 1: ¡Finalmente publiqué! Intenté hacer este capítulo un poco mas largo de lo normal. Espero que lo disfruten. ¡Nos vemos el próximo viernes!

Nota 2: Por cierto aun no he hecho la página de Facebook. Tan pronto lo haga les dejaré el link.

Nota 3: Voten y comenten, solo eso pido. Ahora basta de charla y volvamos al capítulo.... >~<

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Conor

-Este no...- avisó Amanda mientras tiraba el décimo vestido en el suelo.-

Bufé.

Estaba tan cabreada por culpa de Alex. Me tenía desquiciada. No había dejado de pensar en como el maldito hijo de puta me había encerrado en el maldito armario de los probadores.

Maldito, maldito y más maldito. ¡Maldito!

-¿Terminaste?- espeté mientras me cruzaba de brazos.

Amanda se volteó con mirada asesina.

-No y para que te informes, tendrás que esperar hasta que termine.- avisó mientras tomaba un vestido cereza y se lo probaba.

Ya había creado una montaña de vestidos multicolores en el suelo.

Tiré mi cabeza hacia atrás mientras resoplaba.

-Es el décimo vestido Amanda. ¿Cuantos más te probarás?- pregunté mientras llevaba mi mano a la cien.

Ella chasqueó la lengua.

-Tu cállate que me debes la vida por haberte encontrado en ese maldito armario casi desmayada.- espetó mientras lanzaba el vestido cereza a la montaña. -Además.- añadió. -Nisiquiera te has vestido.-

Es cierto, tenía un punto. Estaba prácticamente desmayandome en ese armario. Para colmo, el maldito tubo con el que había chocado me había dejado una pequeña herida en mi cabeza. Nada grave que no se pudiera ocultar con mi cabello pero... aun así fue una herida.

Alzé mis cejas.

-Puedo vestirme en un abrir y cerrar de ojos. Pero para ti vestirse son tres horas, peinarse son dos y maquillarse es una. Prefiero vestir mis pijamas y verte lista para mañana.- contraacté mientras tomaba la almohada situada en la cama.

-Además.- añadió. -¿Por qué tanto deseo de ir a la fiesta? No se supone que no te gusten.- preguntó mientras se miraba en el espejo.

Reí malvadamente.

-Es que habrá un homicidio. Chico muere en su propia fiesta clandestina.- hablé con emoción.

Si. Alex moriría. Lo tenía planeado. Primero lo torturaría, segundo, le cortaría su parte más preciada, tercero, contrataría un matón homosexual para que lo violara y por ultimo lo mataría con fuego.

Mi yo interior sacó su tridente rojo mientras sonreía malvadamente

Amanda abrió la boca para contestar pero la puerta de la habitación sonó.

-¿Que?- gritó Amanda mientras caminaba a su armario y buscaba el siguiente vestido.

-¡Ángel llegó, apúrense!- avisó Susan, la madre de Amanda.

Ella era como mi segunda madre. Era muy cariñosa, muy divertida y tenía un increíble toque materno. La adoraba. Era la única que me consentía con los chocolates cuando pequeña. Mi madre no me dejaba comer ningún tipo de dulce.