La Vida Es Un Hilo (Pausada)

Capítulo #9

*foto de Dyland*

Nota #1: Bien, siento no haber publicado pero el internet de mi casa lo cortaron, ósea, desconectaron. Escritora sin internet, escritora sin poder publicar. Espero que entiendan. Olvidé lo que les iba a decir, rayos....

Nota #2: Siento que el trailer no es tan bueno, ni siquiera me atrevo a publicarlo. No sé, siento que no es como esperé.

Nota #3: Olvidé todo lo que quería informarles.

¡Preguntas!: ¿De donde son? ¿A quien le gusta más; Connor o Alex? ¿Que piensan de Alex? ¿Alguna opinión? ¿Por qué les gusta la historia -si es que les gusta-? ¡Hablen que no devoro amenos que seas un emo bien hardcore y uses skinny jeans y ah, que tengas piercings! Así sí, de lo contrario no.

Nota #5: Disfruten el capítulo y dejen sus opiniones amores. Voten y comenten.

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Dioses humanos

-¡Oh no, no, no y no!- negó Amanda rotundamente.

Comencé a resoplar del enojo mientras Ángel intentaba aguantar la risa.

-¡Iré así y tu no me dirás nada!- exclamé ante la enojada mirada de mi mejor amiga.

Amanda resopló.

-¡Por todos los cielos Esme! ¡Llevas unos vaqueros!- pausó. -¡Para la playa!- añadió con exageración.

Alcé mis hombros. Hacia esto por venganza pero no negaré que me gustaba estar vestida así. Me sentía más cómoda y más 'yo'. Mi cuerpo no es el mejor y detesto ponerme el bikini, aunque enrealidad jamás he usado un bikini. Es como si estuviese en ropa interior pero en público. Prefiero cubrir cada poro de mi piel.

-Si, si.- me burlé mientras comenzaba a atar mis zapatillas.

Amanda chilló.

-¿Hasta tus 'converse'?- exclamó mientras miraba a Ángel buscando un punto de apoyo.

Yo sonreí. Solo sonreí. Nótese el sarcasmo de mi sonrisa.

-Sip, hasta mis 'converse.'- contesté.

Ángel sonrío mientras alzaba sus manos.

-Ya basta chicas, solo vayamos a la playa y pasémosla bien.- intentó razonar.

Alcé mi vista como si fuese obvio. Es que era obvio.

-El punto es, bonito, que yo no me divierto con este tipo de cosas.- espeté.

Angél alzó sus cejas mientras la comisura de sus labios se alzaban enseñando una traviesa sonrisa.

-Te recuerdo, bonita, que ayer estabas divirtiéndote completamente. ¿Qué fue lo que sucedió?- habló fingiendo el que se había olvidado de todo. -¡Ah si! Casi te besas con un desconocido!- rió sarcásticamente.

Ahora el drama no era entre Amanda y yo. No... ahora era entre los tres.

-¿Como que con un desconocido Esme?- preguntó Amanda con los ojos abiertos.

-¡Oh por Dios! ¡Esto es tan absurdo!- exclamé mientras intentaba abrir la puerta pero la mano de Amanda lo detuvo.

-De aquí no te mueves hasta que me cuentes todo...- susurró amenazadoramente.

Todo pasó rápido. Amanda me había empujado en la cama y había tomado un marcador color rosa. Tomó mis pies y amenazó con que iba a pintar mis preciosas zapatillas con ese maldito marcador rosa si no le decía lo que había sucedido.