Difícil de saber (One Chicago- UVE- OC)

El fin

A la mañana siguiente Melody fue la primera en despertar, se sentó en la cama a revisar su ordenador, mientras Kelly seguía durmiendo, al pasar una hora más o menos, el teniente empezó a removerse en su lugar, mientras abría los ojos lentamente, observo a la joven sentada a un lado suyo. El tiempo en silencio fue interrumpido por una pregunta, por la cual su relación pendería de un hilo.

-¿Y si lo hacemos formal? -pregunto ella manteniendo la mirada en el ordenador, un silencio incomodo se formo, solo se lograba escuchar los dedos de la chica golpeando las teclas del ordenador.

El silencio se prolongo, haciendo que el ambiente se tornara tenso, la chica no lo soporto más, rápidamente cerro el ordenador de golpe, para después salir de la cama y ponerse rápidamente un pantalón, una camisa, y los zapatos. El teniente rápidamente reacciono, prácticamente salto de la cama para detener a Melody.

-Melody, espera, tenemos que hablar -ella no quería escucharlo, con su silencio, había dejado en claro todo, salió del hotel con su bolso en mano, abrió la puerta del auto lo más rápido que pudo y condujo hasta la unidad de narcóticos, si bien estaba suspendida, podía hacer el papeleo, sabia que Kelly no se atrevería a poner un pie hasta la unidad, pues solía decir que ese lugar tenia una energía hostil y desagradable.

Al entrar se topo con Antonio, quien al verla frunció el seño con confusión, y se acerco a ella.

-Melody, tu estabas suspendida, ¿Qué haces aquí? -pregunto acercándose a ella 

-Nada que te interese Dawson -dijo pasando al lado de el, cocando su hombro en el proceso, se retiro del lugar dejando sorprendido al detective, quien sabia lo mucho que le costaba a Melody guardar la calma en todo tipo de situaciones que la involucren. 

(...)

Melody había estado todo el día pensando en lo estúpida que había sido, al pensar siquiera que, Kelly Severide, el que tenia la fama de haber tenido en su cama a medio Chicago, iba a aceptar tener una relación seria con ella. 

Llorando a mares, decidió que era hora de ir al hotel, recoger sus cosas, y buscar otro lugar donde alojarse.

Salió del distrito ignorando a cualquiera que se le cruce enfrente. 

Lo siguiente que pensó al estar en el hotel fue, si regresar a Nueva York, necesitaba olvidar todo lo que había pasado, pero luego cambio de opinión, así que salió de su debate mental y se dirigió a recoger sus cosas para buscar un lugar en donde quedarse por un tiempo.

Con Matt, no era una opción, Severide podría enterarse.

Con Severide, definitivamente no.

Con Antonio, ni hablar, estaban bastante mal las cosas con ambos.

¿Alguna chica de la estación 51? No.

Definitivamente no tenía a donde ir.

A casa del ya fallecido, Andy Darden, tampoco era una opción, eran buenos amigos, pero no se llevaba para nada bien con la esposa del mencionado anteriormente.

No tenía otra opción, le pediría alojo a su mejor amigo, Antonio Dawson, tomo su celular para llamarlo, tres tonos después levanto el teléfono y respondió.

- ¿Qué pasa Melody? –pregunto detrás de la línea soltando un sonoro suspiro

-Necesito que me ayudes –susurro

- ¿Qué pasa?, ¿Estas bien?, ¿Qué necesitas? –pregunto alarmándose

-No tengo donde quedarme esta noche, yo... solo necesito que me ayudes, solo por hoy, mañana me iré –respondió sintiéndose avergonzada

-No te preocupes, voy a recogerte, ¿Dónde estás?

-No, yo iré, llego en unos minutos

Colgó el teléfono sintiéndose patética, tuvo que dejar su orgullo, por un lado.

(...)