Capitulo XXXIV

871 89 32
                                        

Explosiones de aquí para halla. Cientos y cientos de dragones muertos, era una completa masacre.

[Kokushibo:-

RESPIRACIÓN LUNAR; DECIMOSEXTA POSTURA: ARCO IRIS LUNAR-LUNA FRAGMENTADA

Kokushibo balanceó su katana hacia abajo creando miles de cortes descendentes los cuales caían a una velocidad monstruosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Kokushibo balanceó su katana hacia abajo creando miles de cortes descendentes los cuales caían a una velocidad monstruosa.

Muchos dragones murieron por este ataque. De los 1000 que eran Kokushibo asesino a 600.

[Kokushibo:- Los dragones son una plaga que azota este mundo, toda plaga tiene una cura- dijo serio]

Kokushibo miro a los 400 dragones restantes los cuales respiraban agitados de tanto esquivar los ataques del demonio.

[Kokushibo:- Yo soy la cura

RESPIRACIÓN LUNAR; SÉPTIMA POSTURA: COLA GIRATORIA DEL DRAGÓN LUNAR

Aprovechando que varios dragones estaban tirados en el suelo intentando respirar o descansar un breve momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aprovechando que varios dragones estaban tirados en el suelo intentando respirar o descansar un breve momento.

Kokushibo dio un tajo en dirección al suelo creando miles de cortes unidireccionales que se deslizaban por el suelo cortando todo a su pasó.

Los pocos que pudieron reaccionar se elevaron en el aire esquivando la postura de Kokushibo.

Los que no, fueron rebanados a la mitad, mutilados o desmembrados.

[Dragón 1:- Es imposible acercarse...-]

[Dragón 2:- Sus ataques tienen un gran alcance y son imprescindibles-]

Muchos dragones ya tenían pocas fuerzas. Dieron todo para acercarse pero Kokushibo se los impedía con sus cuchillas caoticas.

Si bien los dragones tenían unas escamas prácticamente indestructibles. Las cuchillas de Kokushibo eran filosas al tal punto de partir una montaña a la mitad.

Kokushibo se vio obligado a esquivar un ataque de energía que le llegó por detras.

Este se movió ágilmente a la derecha, para observar detenidamente a la niña frente a el.

RedencionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora