Capitulo XXXVIII

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Si bien no podríamos llamar a Kuroka como la hija biológica de Kokushibo. Esa niña de rasgos gatunos se ganó el aprecio de Kokushibo.

Quizas sea porque le recuerda a el de niño, debil e indefenso. Solo, cegado por su envidia.

Horas antes de la batalla de Kokushibo contra sus "enemigos". Podemos observar a Kuroka la cual estaba jugando con unos niños de un pueblo cualquiera.

Uno de los niños se acerco a la niña pues esta dejó de jugar para luego mirar la entrada del pueblo.

[Niño 1:- Ya calma Kuroka, estoy seguro de que tu papá vendrá pronto- dijo este sonriendo]

Otro niño fue y camino hasta estar a un lado de Kuroka.

[Niño 2:- Lo que dijo el calvo- esto le sacó una risita a Kuroka- tengo una idea, siganme- dijo este entusiasmado]

Tratando de olvidar la tardía de su padre, Kuroka siguió a sus amigos hasta una cabaña un poco alejada del pueblo. Al entrar un olor extraño y peculiar inundo sus fosas nasales.

Eran hechizos y varios de ellos. Variados hechizos de curación, ataque, defensa, maldiciones, etc.

[Niño 2:- Mi abuelito era un gran mago, de seguro encontraremos algo divertido- dijo el niño]

No hace falta decir que sucedió no? En su ingenuidad, los niños se metieron donde no debían.

La primera hora si fue divertida probando algún que otro hechizó inofensivo.

Cegados por la risa y diversión efímero, los niños agarraron una poción que te envía al otro mundo.

La cual desgraciadamente o afortunadamente cayó bajo los pies de Kuroka en uno de esos juegos de "Atrapala"

Lo siguiente fue una Kuroka cayendo por el portal para luego ser escupida en un bosque.

Completamente desorientada, solo le quedaba usar la vieja confiable. "Jesucristo en ti confío"

Abrumada por el denso bosque, esta solo se guiaba por el sonido de lo que parecían ser explosiones.

Eso escuchaba, eran como explosiones y desde donde estaba a la lejanía podía ver destellos de luz como si de rayos se tratasen.

A medida que se acercaba sentía miedo. Aún tenía el peluche que una vez le regaló su padre. Lo apretaba con fuerza deseando que su padre este a su lado protegiendola. 

Nunca imaginó que llegaría solo para ver a su "protector". Una vista horrorosa, su padre estaba deforme. Parecía una especie de araña sacada del mismo infierno.

[Kuroka:- Papá?- dijo con lagrimas y miedo mientras apretaba con fuerza su peluche]

Estupefacto, Kokushibo miraba en shock a su hija. No quería que le viera en esta situación. En esta forma...

Era como si el tiempo estuviese colapsando a su alrededor

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Era como si el tiempo estuviese colapsando a su alrededor. Como si el espacio a su alrededor se estuviese haciendo añicos, nuevamente las llamas se hicieron presentes.

Flameando con mayor violencia.

Ahí estaba su hermano, Yoriichi.

[Yoriichi:- Por favor...hermano...para con esto...- dijo este mirando con tristeza a su hermano]

Kokushibo no quería parar, debía eliminar a toda amenaza. Todo lo que fuera oscuridad debia ser erradicado.

Pero...quien era el malo? El o ellos. Veía el rostro de su hija el cual solo expresaba miedo y tristeza. Desde la perspectiva de esa pequeña, el era el malo....quizas si...

[Yoriichi:- Por favor...hermano...

Kokushibo se quedó estatico, esto era un abrazo entre hermanos? Se sentía bien

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Kokushibo se quedó estatico, esto era un abrazo entre hermanos? Se sentía bien. Sin duda Yoriichi era un buen hermano, Kokushibo finalmente se dio cuenta.

Ya sabía que hacer.

Lucoa, Elma, Tohru, Gyutaro, Akaza y Douma miraban atentos cualquier movimiento de Kokushibo.

Todos retrocedieron al ver como este dirigió su mirada al cielo.

Un cielo nocturno que poco a poco estaba siendo alumbrado por los rayos del sol al mismo tiempo de que se estaban formando nubes oscuras.

El viento frió soplaba moviendo levemente su largo cabello. Kokushibo le dio la espalda a su hija para luego manipular sus celulas volviendo a su forma normal de demonio ya sin ese horrible aspecto.

Kokushibo se dio la vuelta para luego mirar fijamente a su hija.

[Kokushibo:- No traes tu abrigo y pronto va llover, si sigues así vas a enfermar...- dijo este para luego caminar hasta donde su hija]

Kokushibo acarició levemente la cabeza de Kuroka.

[Kokushibo:- Busquemos un lugar para dormir- dijo este para luego cargar a su hija]

Kuroka estaba feliz pues su padre tomó la decisión correcta.

Kokushibo cargo a su hija y ambos fueron caminando hasta desaparecer en el espeso bosque.

[Lucoa:- Hasta las seres "malvados" pueden tener una razón para sus acciones, que no podremos comprender, si no estamos en su carne- dijo seriamente]

Lucoa en cierta forma tenía razón, todo ser lucha por su propia justicia. Pues la verdadera justicia no existe, luchan por un propósito que no podemos comprender si no estamos en su carne.

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[Douma:- Bueno quien tiene hambre?-]

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