La voluntad de luchar [Parte 1]

Capitulo 17: Dragón y Dragon-Slayer

Capítulo 17: Dragón y Dragon-Slayer

Archivo original de nuestra propia fecha de publicación: 10 de septiembre de 2020

"¡Se está acercando!"

"¿En serio? ¡No podría decirlo!" Espeté con bastante dureza. Instantáneamente me sentí mal por usar ese tono con mi compañero Maestro, pero ahora no era el mejor momento para gritar consejos obvios. Nos acercamos al castillo y nos detuvimos junto al agujero en la pared frontal. "Lo siento, Rits", dije, volviéndome hacia mi amigo.

"Está bien. Creo que todos estamos nerviosos en este momento", dijo Ritsuka, y yo me di una débil sonrisa en respuesta. Luego me volví hacia los demás.

"Mordred, Jeanne, Mash, seguirán a Ritsuka ya mí. Todos los demás, prepárense", les dije antes de mudarnos al castillo.

Nos tomó unos cinco minutos deambular por los pasillos oscurecidos antes de que de repente Mash, que había tomado el punto, gritó feliz.

"¡Ahí tienes!" Mash exclamó entre Ritsuka y yo con un claro alivio. Entrecerré los ojos a la figura oculta. Era una figura alta con una espada larga a dos manos. Un tenue resplandor azul claro emanó de su cuerpo. De repente, la figura se movió hacia nosotros.

"Uno ... tras otro ..." Dijo con voz de barítono, balanceando su espada hacia Mash. Mordred me empujó a un lado, con algo de gentileza por suerte, y bloqueó el golpe de espada con Clarent.

"¡Mordred! No lo mates, lo necesitamos vivo", le recordé a la rubia hambrienta de batalla. Sin embargo, parece que no tendría que preocuparme por una pelea, ya que pude ver a Mordred dar medio paso hacia atrás. Pude ver un destello de sorpresa y reconocimiento en sus ojos cuando el Sirviente bajó su propia espada.

"¡¿Saber of Black ?! ¿Qué es esto, una reunión de la Gran Guerra del Grial?" La escuché murmurar para sí misma con asombro. El Sirviente se acercó medio paso, moviéndose de una manera no amenazante mientras daba un paso hacia la luz. Tenía el pelo largo y plateado y los ojos azul verdoso. Su espada era de hecho un diseño simple a dos manos que tenía las cicatrices de la guerra marcando la hoja. Llevaba hombreras y guanteletes plateados, pero sin embargo no llevaba coraza, ni siquiera una camisa adecuada, revelando un pecho bien tonificado cincelado en la roca. Las dos características más llamativas del Sirviente que teníamos ante nosotros eran la marca arcana que subía por su pecho hasta el lado de su rostro que parecía pulsar un azul claro, el mismo azul que había estado brillando antes, y una herida que tenía. ahora presionando una mano para.

Jeanne jadeó levemente ante la vista. "Qué herida tan terrible", la escuché decir desde atrás. El misterioso Sirviente no respondió a eso, sin embargo, sus ojos se clavaron en mi Saber, confundidos.

"¿Te conozco?" Le preguntó a Mordred. Ella sacudió su cabeza.

"No, a menos que seas secretamente un homúnculo pretendiendo ser un Espíritu Heroico. Se suponía que éramos oponentes en una Guerra del Grial, pero eso es algo con lo que lidiar más tarde", dijo el Caballero de la Rebelión en un tono bastante reservado. Pude ver su deseo de desafiarlo a un duelo, tal vez, pero afortunadamente no había olvidado lo que estaba en juego. Ritsuka me lanzó una mirada interrogante, que me encogí de hombros.

Nota personal: Pídale a Mordred que le explique qué diablos sucedió en su Guerra del Grial.

"Por favor, espera", imploró Jeanne, dando un paso adelante y parándose junto a Mordred. "Estamos de su lado. O, al menos, no tenemos ningún deseo de causarle más daño". El Sirviente abrió la boca para hablar cuando el edificio tembló.