Capitulo 20: En busca de un santo

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Capítulo 20: En busca de un santo

N/A: Archivo original de nuestra propia fecha de publicación: 20 de septiembre de 2020, Entonces, estaba pensando en crear un grupo de discordia para esta historia. Si lo hago, ¿a quién le interesaría? Comenta abajo o envíame un PM. De todos modos, disfruta

Habíamos estado caminando durante aproximadamente media hora antes de que Amadeus se detuviera repentinamente, lo que hizo que el resto de nosotros también hiciéramos una pausa. "¿Amadeo?" Pregunté con preocupación, mi mano arrastrándose hacia la empuñadura de mi espada recién afilada. ¿Sintió enemigos? Al ver mi reacción, el Caster negó con la cabeza y nos relajamos un poco.

"Lo que hablé antes con Marie estaba fuera de lugar. Deseo disculparme por eso", explicó, refiriéndose a toda la escena en la que Marie nos contó sobre su propuesta a su juventud íntima y su reacción al respecto. A mi lado, Ritsuka ladeó la cabeza con curiosidad.

"¿Todavía amas a Marie?" Preguntó tentativamente, habiendo estado más involucrado en la conversación que yo. El compositor negó levemente con la cabeza.

"Por supuesto que no", admitió Amadeus un poco alegremente. "No tengo más pasión por ella. Ella era solo una divergencia especial en mi destino. Si hubiera llevado una vida decente, la divergencia habría sido esa propuesta. Como lo que llamarías la piedra angular de la historia humana". Amadeus agitó las manos en el aire para obtener un efecto adicional mientras seguía hablando. "¿Qué decisiones habría tomado este hombre, Wolfgang Amadeus Mozart, para terminar de esta manera?"

Gruñí de acuerdo. "No pasa un día en el que cientos de personas se hagan preguntas similares a las tuyas". Amadeus me asintió con la cabeza.

"Ofrecería mi vida a la música, no importa qué, y me convertí en una escoria que abandona toda virtud humana", dijo, casi desesperado. "Debo admitir, sin embargo, que si hubiera alguien que pudiera haber cambiado ese destino mío, creo que habría sido Marie", finalizó con una sonrisa nostálgica. Ahora Mash tenía una expresión interrogante en su rostro y habló en voz baja.

"Amadeus, ¿no significa eso que amas a Marie?"

"Sí, claro, yo la amo. Pero no estoy en amor con ella. ¿Por qué, es eso un problema?" Preguntó el Caster con una sonrisa. Mash vaciló cuando comencé a rebotar sobre mis talones, ansioso por volver a la marcha, pero no dispuesto a sonar grosero e interrumpir lo que parece ser una conversación potencialmente esclarecedora para el increíblemente inocente Demi-Servant. Si estaba leyendo el lenguaje corporal y la postura de Mordred correctamente mientras ella estaba a mi lado, ella estaba teniendo sentimientos similares a los de mí.

"No lo sé", admitió finalmente Mash. "Antes, dijiste que los humanos somos sucios. Basado en lo que dijiste, eso significa que piensas que Marie también es sucia sin excepción." Amadeus simplemente se encogió de hombros.

"¿Y qué? Me encanta todo lo sucio. La música es hermosa. Los humanos somos sucios". Hizo una pausa y miró a Mash, frotándose la barbilla con una mano con garras. "¿No eras consciente de tales diferencias? Es solo una cuestión de categoría, ¿no es así?" La confusión del pobre Mash solo se vio favorecida por esto.

"¿Qué?" Preguntó parpadeando. "Dijiste que los humanos solo aman las cosas hermosas." Ah, entonces estás tomando las cosas como se dicen al pie de la letra y no leyendo entre líneas, Mash. Quizás quiera hablar con Rits sobre cómo solucionar ese pequeño problema cuando regresemos a Chaldea. Sin embargo, mi meditación hizo que me perdiera la respuesta de Amadeus, ya que Mash habló una vez más.

"Bueno, para mí, esa diferencia es demasiado abstracta", dijo Mash en un tono nervioso y de disculpa. El Caster alemán tarareó brevemente.

"Supongo que no puedo hacerte entender con palabras. Lo entenderás algún día", dijo mientras Mash miraba sus pies con decepción. "Después de todo, vas a continuar tu viaje con Ritsuka, ¿verdad? Entonces lo resolverás. ¡Cuando se trata del tema de la humanidad, él es un Senpai ideal, como algunos dirían!" Dijo en un tono jovial, y Mash se animó de nuevo, mirando a su Maestro. Vaya, me alegra saber que me han dejado fuera. ¿O todo el mundo me ve convertirme en la madre de nuestra 'banda de inadaptados'?

La voluntad de luchar [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora