La voluntad de luchar [Parte 1]

Capítulo 120 : El ascenso de las divas

Mash apretó los dientes cuando el sonido de la punta de la espada de Fergus rechinó contra el centro de su escudo. Sintió que las vibraciones subían por sus brazos, entumeciéndolos ligeramente. Sin embargo, no expresó ninguna de sus molestias, en lugar de eso optó por morderse el interior de su mejilla derecha hasta el punto que comenzó a detectar un leve sabor cobrizo.

"¡Oye!" Chulainn gruñó desde atrás. El Lancer irlandés saltó sobre la cabeza de Mash y le dio una patada voladora en la cara a su tío. Fergus dejó escapar un grito ahogado de sorpresa y retrocedió tambaleándose, agarrando con fuerza con una mano la empuñadura de su enorme espada, mientras con la otra se limpiaba la comisura de la boca.

Mash vio que la patada de Chulainn había partido el labio inferior de Fergus. Una lesión menor, incluso superficial, pero aún así, fue el primer golpe sólido que cualquiera de ellos le dio al musculoso Sabre. El Niño de la Luz se lanzó a la pelea, Gàe Bolg bailó y giró en el aire en una impresionante demostración de habilidad, dándole a Mash un momento para descansar y recuperarse un poco.

A su alrededor, la escaramuza se había convertido en una batalla total. Delante de ellos, Jack el Destripador estaba a la altura de su espantosa reputación. En un momento, la niña Asesina arrastraba una de sus dagas desde el esternón de un celta hasta justo por encima de su hueso púbico, y luego le cortaba la garganta a otro por detrás.

Nero Bride estaba mostrando el mismo grado de habilidad y estilo artístico en sus propios ataques, su nuevo (potencial) aliado no rehuía ensuciarse las manos, por así decirlo. Elisabeth también estuvo en la pelea.

Desde arriba, Jacob y los demás que estaban equipados con armas y arcos continuaban causando estragos en la horda enemiga, esta vez centrándose en la retaguardia para reducir cualquier posible fuego amigo. Si bien no era probable que los Servants que estaban involucrados en la pelea resultaran gravemente heridos por algún disparo accidental, y mucho menos morir, eso no significaba que no les haría daño.

"¡Oye, Shieldy, soñar despierto puede ocurrir más tarde!" La reprimenda de Chulainn hizo que Mash volviera al presente mientras sus mejillas se sonrojaban ligeramente de color.

"¡R-Cierto!" Tartamudeó, levantando su escudo y sosteniéndolo frente a ella mientras rápidamente volvía a observar la pelea en la que se suponía que debía estar involucrada.

Fergus simplemente se rió, sin embargo, manejando a dos atacantes con la misma facilidad que a uno. En cierto modo, su estilo de lucha le recordó a Mash a Mordred, aunque con un arma aún más pesada y posiblemente también con golpes más fuertes. Aun así, sus numerosas sesiones de entrenamiento contra el famoso Caballero de la Rebelión volvieron a resultar extremadamente útiles, ya que pudo mantenerse firme, más aún con la ayuda del hijo adoptivo de Fergus.

Sin embargo, este no era el tipo de batalla que podrían ganar simplemente aguantando. Como para subrayar ese hecho sombrío, Chulainn gruñó de dolor cuando la espada de Fergus atravesó su guardia y se estrelló contra el costado de la cabeza del Lancer. Mash gritó de ira y apartó la espada antes de que pudiera arrancar la parte superior de la cabeza de Chulainn.

"¡Oye, Maestro! Creo que necesitamos otro plan", jadeó Chulainn, mientras la sangre goteaba por un lado de su rostro debido al desagradable corte que la espada de Fergus le había infligido. La herida no parecía grave, gracias a Dios. Mash asintió lentamente, mirando con recelo al sable irlandés, esperando recibir noticias de su Maestro.

La espera no fue demasiado larga.

'Atalante, estamos teniendo algunas dificultades contra Fergus aquí abajo. Los demás se centran en ayudar a Jacob y a los demás a contener a la horda enemiga. ¿Te importaría echarnos una mano? Preguntó Ritsuka, utilizando su enlace mental establecido apresuradamente. A ninguno de los Maestros realmente le gustaba usar el método. Cuando le preguntó a su entonces futuro novio el motivo, Rits le dijo que le dejaba un poco de migraña después de usarlo para aquellos que nunca lo habían practicado antes.