La voluntad de luchar [Parte 1]

Capítulo 66: Promesas en la noche

Capítulo 66: Promesas en la noche

......

"Necesitamos hablar."

¿Cuántas veces alguno de nosotros había dicho esa declaración al otro, en todo el tiempo que nos conocimos? Y sin embargo, cada vez que esa frase había sido pronunciada entre nosotros, nuestra relación siempre se había fortalecido al final.

Esta vez no sería diferente.

Mordred gruñó suavemente en reconocimiento, pero por lo demás continuó mirándome. Le devolví la mirada con calma, mientras dentro de mi mente estaba ocupado tratando de averiguar quién debería ir primero. Finalmente, decidí morder la bala.

"Solo porque quiero asegurarme de que estamos en la misma página, estás molesto por lo que el Lancer de Barbanegra trató de hacerme, ¿sí? No me has estado dando el tratamiento silencioso y actuando como un tsundere general durante algo que hice? " Porque si era lo último, entonces esta conversación iba a dar un giro increíble hacia Awkward Town.

Afortunadamente, Mordred asintió y murmuró un suave "sí" en voz baja. Noté la expresión bastante angustiada en sus ojos. Y honestamente, ¿quién podría culparla? Especialmente considerando todo lo que he aprendido hasta ahora sobre esta pareja romántica mía. Me mantuve en silencio mientras Mordred inhalaba profundamente, antes de continuar hablando.

"Si hubiera sido un poco más lento, tú habrías..." Mordred hizo una pausa, tragando saliva en silencio antes de continuar hablando. "Habrías muerto. Yo habría perdido a otro Maestro".

" Y mi amante", fue el final tácito de su frase. Me eché hacia atrás, tarareando suavemente.

"Sabes que esta no ha sido la primera vez que fui atacado por un Servant enemigo," comencé a decir, antes de que Mordred hiciera un movimiento cortante con su mano en el aire entre nosotros.

"¡No, pero es la primera vez que podrías haber muerto!" Hace una pausa, y pude escuchar su respiración entrecortarse levemente. "Y me habrías dejado ..."

Mirando hacia el espacio vacío entre nosotros, se quedó en silencio, y la miré por un momento. Aquí y ahora, Mordred ya no era Mordred Pendragon, el orgulloso e intrépido Caballero de la Rebelión que casi sin ayuda derribó todo un reino cuando aún era un adolescente. Ella no era Mordred Le Faye, obligada a ser una herramienta para escapar de la crueldad de su madre.

Ella era Mordred, una niña, un caballero, que se había visto obligada a crecer demasiado rápido. Sentí un poco de mi corazón marchitarse y morir. Alguien que durante tanto tiempo había luchado solo, y solo ahora estaba comenzando a abrirse a unos pocos a varios grados.

Alguien que temía volver a ese repugnante aislamiento. Y en este momento, solo había una cosa que podía pensar en hacer para contrarrestar ese miedo.

"Mordred, ¿puedes mirarme, por favor?" Pregunté suavemente. Después de uno o dos segundos, mi compañero hizo exactamente eso. Sus ojos se ven un poco rojos, tal vez de cansancio, tal vez de emociones, pero se negó a llorar. Ella me miró expectante mientras yo respiraba profundamente.

"Mordred Pendragon," dije, mirándola con la expresión más seria que pude reunir. El caballero rubio me miró fijamente mientras seguía hablando. "Por la presente juro, tanto por mi honor como por mi apellido, que arreglaremos no solo esta singularidad, sino las cuatro restantes, juntos. Cuando la humanidad se haya salvado, estaremos juntos y veremos el mundo. Lo juro".

Un tenso momento de silencio llenó la tienda. Mordí mi labio con fuerza, y pronto el más leve indicio de un sabor metálico entró en mi boca mientras sacaba un poco de sangre. Vi que Mordred comenzaba a inclinarse hacia adelante, frunciendo el ceño levemente, y cerré los ojos instintivamente.