Atrapasueños

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Había pasado una semana desde que salió de casa a lomos del corcel más rápido de todo el establo llevando consigo agua y alimentos. Se bañaba en los ríos que encontraba a su paso, dormía a orillas de ellos con una mano bajo la cabeza y la otra en el mango de su espada porque no sabía que tan cerca estaba aquel mal que lo acechaba. Fuera de su jurisdicción sus hazañas y su reinado eran reconocidos pero las personas desconocían su aspecto físico. En una ocasión, al pasar por un pueblo, ha escuchado partes de una conversación como "' ¿Te has enterado que los elfos han cambiado el rey? Como diría mi abuelo, a rey muerto rey puesto" sin enterarse que el nuevo mandatario estaba pasando ante sus narices vistiendo como un ciudadano común.

Corría una calurosa tarde de primavera cuando al pasar por frente de una casa una mujer salió corriendo a interponerse en su camino haciendo asustar a su caballo que relincho levantando sus patas trasera

-¡¿Qué haces , pude haberte matado?!- Se quejo el rey

-¡Por favor, mi hermano está sufriendo un ataque de algo, necesitamos ayuda!- dijo la mujer apresuradamente

Garet dudo en ofrecer su ayuda, pero se veían inofensivos.

-¿Qué tiene?- pregunto mientras corrían hacia el interior del hogar

Allí encontró un hombre sosteniendo a un muchacho de no más de quince años que sufría de fuertes temblores en todo su cuerpo. Su piel estaba pálida y las venas de sus extremidades contaban con un color oscuro. Al palparlo, Garet descubrió que estaba frío.

-Estábamos juntando paja en el granero cuando de pronto empezó a convulsionar, a...a... a largar espuma por la boca y.... y sus ojos se dieron vuelta.

-Esto no es una dolencia común, es magia negra debemos llevarlo a una cama pero antes sosténganlos de píes y manos- el hombre (quien no había mencionado una sola palabra desde que él llego) y la mujer tomaron fuertemente sus extremidades mientras Garet apoyando su palma en la frente del niño pronuncio un hechizo sanador.

Irinoooh- Con esto, el cuerpo del chico se relajó pareciendo entrar en un sueño profundo. Sus familiares recuperaron un poco la calma.

Luego de unas horas, el muchacho fue recuperándose . Primero pestañeó de forma lenta, luego revoleó sus ojos por la habitación hasta encontrarse con el rey.

-Tranquilo amigo, dime......¿Qué es lo último que recuerdas?

- ¿Quién es usted? ¿Usted salvo mi vida?. ¡HERMANA, HAY UN EXTRAÑO EN MI HABITACIÓN!

La mujer entro a la habitación

-Callate Tomas, este hombre te ha salvado y creo que esa no es manera de tratar a alguien que te saca de apuros

-De hecho, aún no estás a salvo, por eso debes contarme todo lo que recuerdes.

-¿Qué recuerdo de qué?

-Antes de que ese ataque que te dio en la puerta de entrada

-Hoy no hice mucho, solo fui a cazar con nuestro tío. Estaba junto a él en el bosque cuando nos separamos por un momento y creí ver algo moviéndose entre los árboles. Creí que era él, pero cuando me acerqué encontré a una mujer delante de una cabaña en ruinas. Me dijo que ese era su hogar, le pregunté si había visto a tío Edmund pero contestó que no y que podíamos sentarnos a esperarlo juntos. Mientras estábamos en las escaleras de la entrada ella me beso de un segundo a otro, sentí que algo entraba por mi boca y bajaba hasta mi estómago, pero por más que luchaba no podía separarme de sus labios. Me desmaye, luego tío Edmund me encontró y me trajo a casa. Iba todo bien hasta que me volví a desvanecer mientras ayudaba a mi hermana a poner la mesa para la cena.

-Quédate tranquilo, vas a estar bien. Sería mejor que comas algo para recuperar la energía que perdiste

-Gracias por salvarme señor- le dijo el muchacho antes de que salga de la habitación sin saber que jamás volvería a verlo

Garet salió de la habitación junto a la mujer.

-¿Va a estar bien?

-Las técnicas de sanación élficas son buenas, pero no duraderas, mucho menos si se trataba de una maldición. Estas solo se podían erradicar matando a quien la creó o eliminando la ofrenda del maleficio.

- ¿Eso quiere decir que está maldito?- preguntó la mujer abriendo los ojos como platos.-Les he advertido a ambos sobre los peligros que abundan en el bosque pero ninguno sabe hacer caso.- Terminó diciendo mientras se llevaba las manos al rostro.

- Se ha topado con una "atrapasueños", criaturas que toman como víctimas a niños de su edad. Los seducen, los infectan, luego los persiguen y los matan en sus sueños una vez que los atrapan. Tengo que encontrar su nido y aniquilarla antes de que sea tarde, intenten evitar que se duerma durante las próximas horas o puede que si lo hace jamás despierte ¿Usted debe ser Edmund verdad? - Para sorpresa de Garet, el hombre que acompañaba a la mujer se acomodó en el asiento para hacer uso de lenguaje de señas

-Mi tío no puede hablar, perdió la lengua peleando contra un oso hace unos años pero dice que se siente culpable y que desea acompañarlo a terminar con esto.

-De ninguna manera, es mejor que se quede protegiéndolos. Cuando acabe con el monstruo el niño va a devolver la bacteria que provoca su malestar, eso significa que la maldición esta eliminada. Ahora será mejor que me vaya.

Se despidió de la familia y se internó en el bosque más cercano. Después de horas de búsqueda encontró una cabaña muy sospechosa al anochecer de ese mismo día. Las maderas estaban podridas, sus vidrios rotos y el cartel de bienvenida pendía de una sola correa. Las maderas de la entrada chirriaban tras cada paso como si pidieran a gritos una mantención del hogar. Por dentro, una pequeña vela iluminaba no más allá de la mesa mientras que el resto de la habitación se encontraba sumergida en una oscuridad absoluta. Garet sabía que algo no iba bien por eso empuño su espada y sacó de su bolsillo un poco de polvo verde, (aquel que los elfos usaban para dejar en evidencia las amenazas que no podían captar a simple vista). Lo soltó al aire.

Nishmura- tras pronunciar el encantamiento, el polvo pasó a ser una explosión de luz que dejo al descubierto una horrible criatura en la esquina del techo que gritó despavorida al verlo. Saltó sobre él pero alcanzó a recibirla con un espadazo que la dejo sin una pata. El monstruo pataleó y retrocedió adolorido manchando el suelo de una sustancia verde y gelatinosa. Ahora que estaba a la luz de la vela el rey pudo verla con un poco más de claridad; era el cuerpo de una araña adosado al torso de una mujer la cual contaba con un vestido verde musgo, una tiara chamuscada y una piel escamosa.

- ¡¡MI PATAAAA!! ¡¡Cazadores, siempre interrumpiendo mi cena pero ninguno ha llegado tan lejos!!Primero acabaré contigo y luego continuaré con mi muchacho- dijo con una voz rasposa-

Se abalanzó hacia él pero Garet desviaba sus ataques con la espada con buena destreza hasta que adivino uno de sus movimientos y le dejo a medio cortar otra de sus patas. El monstruo volvió a cogear aunque lo barrió con otra. Cuando su presa estaba en el suelo sacó su aguijón sucio de sangre, pero antes de que toque su cuerpo el muchacho pudo atravesar una de las sillas. Mientras que ella luchaba por sacar la aguja que había quedado trabada en el asiento, tomo su espada y se puso de pie. Observo que se deslizaba como podía hasta el otro rincón de la habitación desde donde abrió un pequeño mueble y con sus brazos de ser humano le arrojaba cuerpos envueltos en tela.

-Has llegado tarde para todos ellos cazador. Sus vísceras me han dejado un sabor de boca exquisito- rio con maldad dejando ver unos dientes afilados.

Volvió a atacar ayudándose con los brazos humanos, pero fueron amputados. Trepó por el techo hasta estar sobre él, abrió la boca para devorarlo cuando el rey clavo su espada entre sus fauces. Corrió hacia adelante abriéndola en dos haciendo que todas las entrañas cayeran al suelo como bolsas de papas. Al cabo de unos segundos, lo que antes había sido el cuerpo de aquel bicho se transformó poco a poco en ceniza que el viento suave esparció por el suelo. Un brillo blanco se podía ver entre medio de todo el polvo negro. Era un pergamino, tras abrirlo descubrió que contenía un mensaje en un idioma que Garet no comprendía, pero aun así lo guardó entre sus cosas.

Luego de salir de la cabaña un poco adolorido, llamó a su caballo que se encontraba escondido entre los árboles. Continuó su viaje, una vez más, el bien había triunfado sobre el mal.

Las Hijas Del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora