Una espina en el corazón

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 Fin, Rahim, Elena, Kran y Git sabían que la única manera de que un ser humano o un elfo cruce hacia esas tierras era a través del túnel así que se plantaron dos días antes cerca del río. Cada hora se iban turnando para hacer guardia frente a la gran montaña. Mientras hacía su guardia, uno de ellos logró ver una silueta rara bajo el agua y llamó a los demás que estuvieron allí en breves segundos.

-Ahí, bajo el agua, creo que algo se movió recién- todos pusieron sus ojos en el agua

Garet retrocedió y volvió a esconderse en el túnel. Debía crear una distracción para poder subir así que se le ocurrió quitarse la prenda superior para dejar que flote. Los otros parecían haber mordido el cebo y se dispersaron, aun así, la figura de una mujer permanecía inamovible de su posición. El rey preparó la daga de auxilio que cargaba en su tobillo y avanzó ocultándose bajo una madera podrida que pasó flotando junto a él. Cuando pudo hacer pie arremetió con un salto clavando su daga en la garganta de la mujer, el cuerpo sin vida cayó en el lago e instantáneamente comenzó a teñir el agua con un tono rojo.

Ante él, una selva se extendía plagada de árboles y lianas que cruzaban por entre las ramas ,pero lo que más le llamó la atención fueron unas carpas que se veían al fondo iluminadas por una farola. Las sombras reflejaban a cuatro personas que conversaban entre sí hasta que una de ellas se separó del grupo y comenzó a avanzar hacia él. Se tiró cuerpo a tierra entre unos arbustos, espero a que pase para tómalo por la espalda y apuñalarlo. Estaba por matarlo cuando algo se le clavó en el homoplato obligándolo a soltar a su presa. El rey comenzó a chillar de dolor.

-¡!¡Vengan todos, encontramos al viajero y ha matado a uno de los nuestros!!!!- grito Kran mientras Rahim se tapaba la herida por donde la sangre brotaba.

Fin y Git aparecieron de entre los árboles, el más anciano pronunció unas palabras y la piel de Rahim volvió a cerrarse como si no hubiera pasado nada.

-Maldito, mataste a Elena, hijo de puta- dijo Rahim cuando le dio una patada a Garet que ya estaba en el suelo. Continúo pateándolo mientras lo maldecía hasta que una voz se alzó

- ¡BASTA!! Blackwell nos recompensará muy bien si llevamos a este bastardo con vida- dijo Fin- Ahora atenlo y tráiganlo con nosotros.

-¡!¡MERECES MORIR EN ESTE INSTANTE, MALDITO HIJO DE PUTA!!- Kran apartaba a Rahim que loco de ira por no poder pegarle, escupió a Garet que de tantos golpes ya estaba casi inconsciente

Después de atarlo lo arrastraron por el césped camino al campamento. En ese corto viaje, el rey se desvaneció. Cuando despertó seguía siendo de noche, descubrió que estaba amarrado con soga al tronco de un árbol, su cara le ardía a causa de la paliza y tenía dificultades para respirar por la nariz. Delante suyo las llamas de una fogata ardían sin cesar, al fondo podía verse el lago. Miró a su alrededor y noto que del piso brotaba una extraña bruma que impedía ver más allá. Escucho unos pasos acercarse por detrás lentamente, era un hombre flaco y alto. Se paró frente suyo mirándolo fijamente, en su iris se podía notar una frialdad única.

-Mi nombre es Fin, fiel seguidor e informante del señor Sheamus Blackwell, al fin conozco la escoria que ha causado tantos problemas. El señor B estará encantado de verte y destriparte con sus propias manos.

- Miren quien ha despertado- dijo un anciano que se acercó desde el mismo lugar- Sabes Fin que estamos en presencia ni más ni menos que de Garet, el amado rey de los elfos o como suelen llamarlo por ahí "El salvador". – Su historia llegó a cada rincón del mundo, pero nunca supo que lo habían apodado "El salvador"-Este tipo ha logrado reunir la piedra de Borah a su bastón, evento que no sucedía hace millones de años.

- ¿Cómo sabes eso?

- Él mató a mi hermano, íbamos juntos a la guerra, peleábamos espalda con espalda. En un segundo me entretuve con un soldado, cuando me di vuelta vi como este maldito lo decapitó. Su cabeza rodó ante mis pies, cuando quise atacarlo sus hombres lo protegieron bien y no pude vengarme - dijo cerrando sus puños y apretando sus dientes.

Las Hijas Del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora