Las Hijas Del Mal

Nuevas ordenes

Morgana estaba a punto de cobrarse otra alma, pero antes de que acabe con ese extraño viajero, el corcel la embistió y ambos cayeron por el precipicio. El pájaro lo había presenciado todo desde lo alto de un árbol. Apenas terminó el combate levantó vuelo camino a la guarida del Señor Blackwell, al llegar el sitio estaba vacío.

-¡Señor Blackwell , señor blackwell!- Buscaba a su amo pero no aparecía así que decidió ir al salón de los cuadros.

Allí estaba el señor Blackwell, de pie frente al cuadro de sus hijas. El retrato de Dana y el de Morgana estaban rotos como si el paso del tiempo los hubiera arruinado.

-Ese hombre estuvo a punto de morir, pero lo ha salvado su maldito caballo, lo bueno es que ahora se quedó sin corcel y debe andar a pie hasta donde sea que vaya.

- Si lo sé, ese hijo de puta está empezando a tocarme las pelotas. ¿De dónde ha salido? La gran mayoría no suele pasar de Morgana, ningún hombre puede asesinarla.

-Entonces, ¿por qué él sí pudo?

- Porque la hice inmortal para humanos no para los animales. Debo admitir que cometí un error, pero tranquilo mi estimado informante, Sheamus Blackwell siempre tiene un plan B- dijo mientras tomaba una araña patuda del piso y la hacía pasear de una mano a la otra.

- ¿y qué haremos ahora?

- Lo mataras tú

-Sera un placer acabar con la vida de quien se interponen con sus deseos.- dijo cordialmente Finn

-Sabia que dirías que si mi fiel informante, ahora acércate hasta este cuadro.

Su leal sirviente avanzo unos pasos hacia la pared para observer con detenimiento el cuadro de la única hija de Blackwell que quedaba con vida. Su rostro de unos ojos azules y unas mejillas rosadas la dotaban de una belleza increíble. Definitivamente, no tenía ningún parentesco físico con sus hermanas las cuales eran un calco del rostro de su padre. En eso pensaba cuando bruscamente, el señor Blackwell acercó su rostro a centímetros de la señorita Cristina.

-Más te vale que defiendas con cuerpo y alma a esta mujer o que ni se te ocurra regresar aquí.¿Entendido?!¿ENTENDIDO?! ¡!!!!QUIERO OIR TU RESPUESTA!!!!!- gritó en sus oídos hasta dejarlo casi sordo

-Si se......se....señor Blackwell. Ese desconocido no le pondrá una mano encima mientras yo esté ahí. Peleare junto a ella....

-¡NO!, ¡LE CORTARAS EL CAMINO,INTERCEPTALO ANTES DE QUE SEPA DONDE SE ENCUENTRA CRISTINA!!!

-Entendido, entendido.

-¡!MAS TE VALE!! Y SI ME FALLAS YO MISMO SALDRÉ DE AQUÍ Y TE COLGARE LAS PELOTAS JUNTO A LAS DE ESE HIJO DE PUTA . ¿OÍSTE?

-Si señor-

-AHORA LÁRGATE DE AQUÍ PAYASO- dijo el señor Blackwell arrojándolo hacia atrás- AHH Y LLÉVATE A ESOS IDIOTAS DE TU CIUDAD, DILES QUE LES PAGARÉ MUY BIEN SI ME CONFIRMAN LA MUERTE DE ESE BASTARDO.

El informante salió de la guarida a toda prisa,, mientras a sus espaldas oía maldecir a Sheamus con los peores insultos. Pocas veces lo había visto tan enojado. Debía encontrar al rey de Tierras Unidas y ponerle fin a su vida antes de que llegue a Cristina , pero no podría vencerlo él solo, así que se desvío unos metros del camino para ir a su ciudad natal en busca de ayuda.

En el Reino de los Pajaros llovía fuertemente durante todo el año. Aquel lugar de oscuros callejones y calles adoquinadas fue donde Finn regresó en busca de ayuda. Avanzó unos metros después de pasar el cartel de bienvenida, los niños pasaban corriendo junto a sus piernas tirando encantamientos de nivel muy bajo de aprendizaje. Los comerciantes circulaban con sus caballos ofreciendo sus productos y los taberneros salían de sus locales a poner sus carteles de ofertas como " 2 CERVEZAS AL PRECIO DE UNA" o "LOS MEJORES MARISCOS DE LA ZONA, DIRECTAMENTE DEL PUERTO". Cruzo el puentecillo que conectaba ambas partes de la cuidad y se metió en la primer puerta, la que correspondía a " La taberna del ogro". El dueño era un hombre calvo, corpulento que atendía detrás de la barra desde la primera hora del día hasta la última. Pasó junto a él haciendo un gesto con la mano y fue hacia el fondo. Giró disimuladamente la última farola de la izquierda, esto activaba un mecanismo donde las maderas de la pared se hundían hacia adentro dejando a la vista una escalera de piedra que descendía hacia la oscuridad. Con un hechizo logró que unas llamas brotaran de sus manos para iluminarse el camino el cual se torcía en ciertos puntos del recorrido para terminar en una sala con una mesa en forma de pájaro. Alrededor de esta, estaban sus colegas Rahim, Elena, Kran y el más anciano de todos, Git. Todos formaban parte de " La sociedad de los cuervos", una hermandad de mercenarios que había sido repudiada y eliminaba por dar apoyo a los Blackwel.

-Mira a quien tenemos aquí, ¿Hay trabajo supongo, no?- dijo Elena cuando salió lo vio salir de la oscuridad

-Justamente de eso tengo que hablarles, tenemos trabajo. Hay un hijo de puta que Sheamus quiere sacar del medio antes de que complique peor sus planes.- Finh se acercaba así ellos mientras hablaba

- ¿Cuánto dinero? - Era la primera pregunta que hacía Rahim antes de conocer detalles sobre el objetivo.

- 1200 galones para cada uno, es mucho dinero.

Kran saco su cuchillo y lo clavo en una manzana que había en la mesa

-Que lo de por hecho.

- ¿De quién se trata? Hace tiempo no nos pagaba tanto por un objetivo- pregunto Elena

Finh hablo sobre el aspecto de aquel extraño hombre que venía batallando con las hijas de Blackwell hace días. No se olvidó de lo que pasó en el bosque ni de la muerte de Morgana. Todos lo escucharon con atención.

-¿Y por qué no lo has matado tú?- preguntó uno del grupo

-Es demasiado fuerte para que lo enfrente yo solo. Se ve que tiene buenos conocimientos de magia, incluso en una pelea a puños creo que me destroza

- Será mejor que peleemos todos juntos. Quizás si se lo llevábamos con vida, el señor Blackwell nos recompense con una mejor paga

-No, Sheamus ordenó que lo eliminemos. No lo quiere en sus aposentos.

Ahora Finn noto a todo el grupo mucho más interesado que al inicio de su relato. Por lo general, eran caballeros de poca monta quienes intentaban acabar con la familia de su amo pero este sujeto mostraba un poderío distinto al de los demás

-Debemos impedir que llegue Cristina y la mate. Si lo logra, el señor Blackwell se debilitará como nunca antes lo ha hecho en años.

- ¿Qué pasa si Cristina es asesinada? - pregunto el Git

-Sheamus correría un grave peligro y nosotros también. No olviden que quienes hicimos el juramento de lealtad estamos eternamente atados a sus caprichos y si se nos ocurre no cumplir...........- Finn quedó en silencio imaginando que le haría si Sheamus se entera de una traición pero termino por resumirlo en- nos cortará las pelotas. De hecho, no duden que sería capaz de hacernolas comer mientras todavía estemos vivos.

-Tranquilo muchacho, el legado no se acabará porque Sheamus no recibirá un solo rasguño. Ahora guíanos hasta él, vamos a matarlo mientras duerme, será dinero fácil y además...... mis hechizos ya están viejos para las nuevas técnicas de hoy día.

La estrategía de Git era buena, pero Finh dudaba que fuera a servir, ese muchacho era de los que dormía con un ojo abierto por si acaso. Todos se enlistaron, salieron del bar a la media noche de ese día, avanzaron por un camino poco transitado por carretas, entonces allí alzaron vuelo alejados del tumulto. Así fue como el grupo de grupos emprendió vuelo durante toda la noche hasta el mediodía del día siguiente . Luego de unas cuantas horas de viaje, se pararon en distintas ramas de unos árboles a esperar por el rey camuflándose con cualquier ave normal.