LA GUERRA NO ES PARA CUALQUIERA

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Garet uso magia para acercar la nota de entre los restos de Morgana y tras efectuar el nuevo hechizo enseñado por la pitonisa logro entender lo que decía en el:

"Espera las gotas y me veras nacer"

Después de perder a su caballo el camino se volvió más pesado y agotador. Se veía obligado a detenerse para descansar e hidratarse más seguido de lo habitual. ¿A qué se refería el acertijo? Era obvio que se refería a algún lugar donde haya agua, eso era lo que pensaba mientras observaba el mapa sentado en una pequeña posada. Al fondo, los borrachos gritaban mientras se reían fuerte al compás de lo que cantaba el juglar del pueblo. Mientras tanto, su dedo seguía los caminos que se cruzaban entre sí indicando comarcas, ciudades, montañas y lagunas hasta que su índice se topó con una parte del mapa plagado de signos de preguntas. Era lo que lugareños utilizaban para aclarar que en esa parte del mapa hay tierra pero que lo que pertenece a esa zona no se conoce por falta de exploración. Algunos no se aventuran en esa superficie por miedo a lo que dicen las malas lenguas sobre los demonios, otros, simplemente porque creen que con lo que conocen del mundo le es suficiente y la consideran tierra innecesaria. A unos kilómetros de su ubicación existía un pasadizo que se aventuraba en aquella zona oculta, según el mapa estaba marcado con el dibujo de un lago seguido de una flecha apuntando hacia abajo. Sobre el sendero que llevaba hasta allí decía "Camino hacia el último lago". Garet subió a su habitación para tomar un baño y descansar unas horas antes de continuar su camino.

Al día siguiente se levantó, lavó un poco su cara y tendió la cama como la había encontrado el día anterior. Abajo, todo estaba en perfectas condiciones como si todo el barullo de la noche anterior no hubiese existido. Las mesas relucientes, los vasos cerveceros estaban enfilados detrás de los barriles de cerveza. Desde detrás de la tabla el barman lo despidió de una manera muy gentil al retirarse. Afuera, la mesera estaba bañando el caballo que tiraba de la carreta. El animal era color blanco como la leche, sobre el lomo cargaba con una profunda cicatriz que cortaba con su elegancia. Agacho la cabeza esperando oler su mano cuando él se acercó.

-Qué lindo animal, ¿Es de ustedes? - preguntó mientras admiraba el caballo

- Hola- dijo la mujer mientras se ponía de pie y se quitaba el sudor del rostro con el antebrazo. Al descubrirse la cara el rey descubrió que contaba con rasgos angulosos y labios finos. En su pecho lucía un pequeño colgante plateado con forma de árbol, hacia juego con su delantal del mismo color. Se trataba de un elfa.

- Si, mi padre lo usó cuando fue soldado en las guerras contra los humanos y ahora que ya está grande lo usamos para trasladar a quienes necesiten moverse a las grandes ciudades.

-Ya veo de donde viene la cicatriz de aquí entonces- dijo pasándole la mano por la marca.

- Si, así como lo ve, ha sorteado la muerte muchas veces. Disculpe, ¿Cómo es su nombre señor?

En ese momento, Garet dijo el primer nombre que se le ocurrió( El mal podría estar en cualquier lado)

-Fangor

-Mi nombre es Elisa, el tabernero es mi tío y quien maneja la carreta se llama Gum.

- ¿En cuánto estará listo el caballo? Unos maleantes me han asaltado y me han robado el mío. No me queda otra que pagar, por suerte, tenía unas monedas escondidas en mis zapatos.

- Lamento haber oído eso, por los tiempos que corren podría haber sido peor, considérese afortunado- dijo haciendo una mueca de preocupación- El caballo ya está listo solo me queda enjuagarle una de las patas de atrás. De hecho, le diré al conductor que se prepare. ¡GUM, TIENES TRABAJO¡

Gum, salió del establo comiendo manzana. Era un enano de barba larga con pelo canoso que vestía unas ropas oscuras. Le dio la mano a Garet luciendo una dentadura igual de blanca que el color del caballo.

Las Hijas Del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora