Capitulo 27

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-¿Como vamos a salir?- pregunto mientras mi vista se enfoca en todas las personas que están en la puerta de mi casa.

-Salir- habla en la misma posición que la mía - que buena pregunta- me mira con una sonrisa.

-Dale Tom- ya estaba perdiendo la poca paciencia - mis papás nos están esperando- me quejó.

-¿Listos?- nos pregunta después de revisar si todo estaba en orden

-Si - digo mientras les coloco la capuchas a los gemelos. -Por nada en el mundo hablen- vuelvo a repetir esa frase por milésima vez en la mañana.

-Si mamá- repiten ellos como loros.

Solo nos bastaron unas miradas para que Tom tome en sus brazos a Charly y yo haga lo mismo pero con Noah, sumado a esto las valijas de Tom.

Abro la puerta y dejo que pase él primero ya que tengo que cerrar la casa, bastó un solo pie de Tom afuera de la vivienda para que los flash y los micrófonos lo persigan. Nuestra hija se escondía en su cuello. Estaba abrumada.

Detrás de Tom íbamos junto con Noah el cual imita la acción de su hermana y se esconde en mi cuello. De nuestras bocas no salió ni un sonido, y como pudimos nos subimos a mí auto, para poder ir a la casa de mis padres.

-¿Están bien?- les pregunta Tom apenas cierra la puerta. Ambos niños asienten y miran hacía afuera donde aún seguimos rodeados por los fotógrafos.

El camino a casa de mis papás fue tranquilo y lleno de música, por suerte nadie nos siguió y estoy segura que piensan que nos íbamos al aeropuerto.

-Llegamos- grito al abrir la puerta principal de la casa

-Abuelos- gritan ambos niños y corren al interior de la casa.

-Hola terribles- saluda Matías, cómo de costumbre mis hijos se cuelgan de él.

-Todos están en el patio- nos comenta después de saludarnos.

Era un hermoso domingo de otoño y como es costumbre mí papá estaba cocinando un asado, era la primera vez que Tom viene a comer con mi familia.

-Llegaron- dice mi mamá cuando los cuatros salimos al patio, mis hijos corrieron a saludarlos.

- ¿Fue difícil salir?- pregunta mí papá mientras se acerca a saludar.

-Hola- dice Tom - más o menos- sonríe.

- Perdón la demora- digo mientras abrazo a mi papá.

Mientras esperábamos que el almuerzo esté listo, disfrutábamos del sol otoñal que nos regalaba este mediodía.

Por un lado, se encontraban mis hijos junto con sus tíos,   Tom estaba junto a mi papá en la parrilla.

- ¿Como estuvieron con todo este tema de la prensa?- pregunta mí madre mientras prepara la picada.

-Asfixciante- comentó.

- ¿Y como se enteraron?- interrumpe mi hermana.

-No sabemos - suspiro - Tom está tranquilo, pero yo quiero saber- confieso.

-El está acostumbrado a esto hija- me mira - todo va a estar bien- sonríe.

-¿Ayudo en algo?- interrumpe con su acento británico.

-No, gracias querido- mí mamá le dedica una sonrisa.

Él camina y se posa al lado mío, observando como cortaba el queso para dicha picada.

Siempre tú- Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora