Siempre tú- Tom Holland

Capitulo 30

Me mueve el piso, en realidad siempre lo hizo.

Nos separamos de golpe, ya que el ruido de alguien golpeando la puerta nos asustó.

-¡A comer!- gritan del otro lado.

Me di la vuelta y me acomode el pelo, sus brazos me envuelven por atrás.

-¿Si mando todo a la mierda?- pregunta dejando besos en mi cuello.

-Tom- mi voz sale ronca.

- Sos mi adicción - deja un beso en mis labios, uno más cortó y sale de la habitación sin mirar atrás. Dejándome con una pequeña taquicardia.

- Hasta que bajas- bromea Sam.

-Disculpen estaba ordenando ropa- la mirada atenta de Harry me consumía.

Las pastas que había cocinado Nicki estaban espectaculares, sus nietos se lo hicieron saber.

Fue un almuerzo simple, familiar y lleno de risas por las palabras  que decían mis hijos. También fue un almuerzo lleno de miradas, Tom me miraba con una sonrisa cada vez que los niños comentaban lo loca que me ponía cuando no me hacían caso, Harry era  quien me miraba tratando de descifrarme, eso me daba miedo.

Ayudé a Nicki con los platos, nos enredamos en una conversación de pura fotografía, le comenté la idea que tenía con la sesión de Tom y al ver que tenía su visto bueno, me termine de convencer. Ella me comentó lo feliz que lo ve a su hijo mayor, lo feliz que volvió de Argentina, sus palabras fueron una caricia para mí.

Luego de esa charla con Nicki fui prácticamente secuestrada por mis propios hijos, ambos me arrastraron a la sala de juegos. Al llegar vi que no era la única, Tom estaba ahí y también fue secuestrado ya que no paraban de hablar sobre cómo lo sacaron de su habitación. 

La sonrisa de ambos niños no se borraban - Esto es fascinante- dice Noah

- Quiero tener esta habitación en casa- comenta su hermana. 

Vi como los ojos de Tom se iluminaban - Ni se te ocurra- lo miró sería.

-Pero...- intenta decir

-No, no les vas a dar todo lo que piden- 

-Aguafiestas- bufa.

La siguiente horas, Tom salió con los niños a comprar, a mí me dijo que comida, pero seguramente eran juguetes, para malcriarlos. Por mí parte decidí salir a caminar, recorrer esas calles provocaban que me inunde de  recuerdos.

Cuando volvía a la casa Holland, no pude evitar ver mí antigua casa, la que tanto momentos atesoraba y no solo la estructura, sino las maravillosas personas que convivían ahí dentro.

Mi cuerpo avanzo hasta la puerta y aunque mi cobarde mente gritaba por dentro que no, que salga corriendo y no afronté mí error, mis movimientos hacían todo lo contrario.

Solo bastaron segundos para que la puerta se abriera producto del timbre que toque.

Ahí estaba él, parado en su puerta, seguramente sin poder creer quién se encontraba delante suyo.

-No lo puedo creer- chilla, y me abraza sin previo aviso -hermanita- se despega y me mirá, seguramente para comprobar que en verdad era yo.

-Alexsis - sonrió, el hijo mayor de los Brown, el cuál me había cuidado demaciado, se había tomado enserio el papel de hermano mayor.

- Entra - jala de mi brazo con cuidado y sin poder chistar - Familia- grita -A que no van a creer quien vino-