XV

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Perth tenía razón, debía mantener a su mejor amigo lejos de ellos, tampoco se sentía cómodo sabiendo que ambos fueron novios, debía separar a ambos, Saint recordó como fue su encuentro con perth...

El chico de cabello negro dormía, la cama era más suave que la suya, olía increíble, podía sentirse en las nubes en ella, sin darse cuenta de la presencia de un chico. Sonrió al verlo recostado en la cama sin importarle las miradas de las personas.

Podrías quitarte - dijo, acababa de llegar a la cuidad y su mejor amigo lo ayudaba con la mudanza - quiero esta cama, levántate - pateó el pie del chico, este solo se quejo voltean su cuerpo al lado izquierdo

La cama es grande - respondió sin abrir los ojos - acabemos

Saint sonrió y se recostó a su lado, el chico era algo raro según el, pues lo había estado viendo desde que entró y esté llevaba media hora acostado en la cama, después de perder a su amigo se acercó para ver si estaba dormido y pudo comprobar la belleza que tenía enfrente.
Perth estaba cansado, tenía muchas emociones encontradas, había ido con la intención de comprar muebles para su nuevo hogar pero bas lo había dejado plantado, necesitaba una cama y la estaba probando según él, el delicioso aroma lo despertó, giro lentamente encontrándose con unos ojos de color café claro, el chico lo miraba, pudo levantarse del susto y sorpresa pero aquella mirada era demasiado linda, sonrió al ver qué el desconocido lo hacía también.

¿Dormiste bien ?- pregunto y perth asintió - soy Saint

Perth - aún  estaban acostados  mirándose el uno al otro sin intenciones de levantarse o ver hacia otra dirección -¿Me dormí ?

Mmm- Saint llevo un dedo a sus labios, pensando - poquito - río - como media hora

Aaa...Espera ¿Media hora ?- se levantó quedando sentado - Debo irme

...

El bebé de 6 meses estaba más que sano, ambos padres no quisieron saber el sexo después de todo, estaban felices con solo saber que  tendrían a un bebé en sus brazos, aún quedaban meses pero ambos se encontraban en una discusión por el nombre del bebé.

Ya dije que no perth - grito bas - es horrible - hizo pucheros

Que tal los nombres de nuestros padres ?- respondió desde la cocina

Nooo - río bas - la mayoría hace eso

A este paso nuestro bebé no tendrá nombre, nada te gusta - dijo llevando dos vasos de jugo de naranja

Pero no me regañes - lloriqueo bas rechazando la bebida

No lo hago - río perth sentandose a su lado, se recostó en sus piernas y dejo que bas acariciara su cabello, aquello le encantaba, cuando lo hacía lograba tranquilizarlo, se había vuelto un hábito pues desde su infancia bas lo hacía.




No es la mejor historia pero me gusta lo que escribí

El Secreto De Tanapon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora