Capítulo 21.

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El resto del día se pasa "volando", y por fin llega el momento más esperado de la semana. VIERNES 17:00.

Ah no, se me olvidaba, es el momento más deseado de la semana para todos los alumnos excepto para mí. Yo... solo quiero que lleguen las 19:30 para escaquearme de la tortura que me espera.

Tras cargar a mi compañero con todos los productos de limpieza entro al salón de actos cerrándole a Zack la puerta en las narices.

—Bueno, ¿por donde empezamos?-pregunta Zack.

—Tú empieza por dejar todas las cosas con cuidado.-hace lo que le digo y viene hacia mí.

—¿Cómo se limpia esto?-

—Bueno, partiendo de que no tengo ni idea y tú tampoco... no sé qué vamos a hacer, pero tenemos toda la semana para limpiarlo.-

—¿Estás diciendo de no hacer nada?-pregunta.

—Estoy diciendo de no hacer nada. No era una pregunta,-lo miro-era una afirmación.-

—Deberíamos empezar y el tiempo que nos sobre lo pasamos sin hacer nada.-

—Nah, estoy mejor así.-respondo a la vez que me tiro en uno de los asientos.

—Mmm... conque rebelde.-

—No, conque vaga.-

—Podrías al menos poner las cosas de forma que si viene el director parezca que estamos haciendo algo.-

—Oh, bien pensado. La únicas dos neuronas que tienes por fin han hecho contacto.-

Zack me mira con cara seria, la cual termina convirtiéndose en una sonrisa. Subo el cubo de agua y la fregona al escenario para crear la falsa idea de que estábamos limpiándolo. 

—¡Un piano!-digo entusiasmada. Zack se sobresalta y me mira. Yo voy corriendo hacia mi instrumento musical favorito.

—Parece que no hubieras visto uno en tu vida.-se mofa Zack.

—En realidad sí.-

Pienso en qué tocar y se me viene a la cabeza una canción popular que me cantaba mi madre de pequeña.

—¿Sabes tocar?-me pregunta.

—No.-niego.-Estoy tocando teclas al azar, ¿a que me ha salido bonito?-

—Eres imbécil.-rueda los ojos.

—No soy yo la que hace preguntas estúpidas.-

—Hazme hueco.-se sienta a mi lado y comienza a mover sus dedos sobre las teclas del piano haciéndolo sonar.

—¿Sabes cuál es?-me pregunta.

—No soy imbécil.-miro hacia abajo.

—No lo sabes.-ríe él y me empuja levemente chocando su hombro con el mío.

—Claro que sí.-sonrío.

—A ver, dime.-

—River flows in you, de Yiruma.-parpadeo con la cabeza alta haciéndome la inteligente.

—A ver si adivinas esta.-

Toca una melodía muy familiar. No es nada clásico, al contrario.

—Ay,-chasqueo los dedos y cierro los ojos con fuerza intentando acordarme.

—No lo sabes.-vuelve a reír.

—Que sí joder.-le pego en el brazo, pero no muy fuerte.

—Venga, pues vam...-le corto.

Shouldn't come back. [EDITANDO Y RETOMANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora