Con un poco de ayuda de las amables cocineras, las cuales nos echaron a Amber, a Barbara y a mí una ración doble de un puré color marrón con un toque verdoso algo maloliente.
Barbara, una nueva amiga de primer año, tuvo la brillante idea.
Cada una se coloca enfrente de cada puerta con una servilleta en la mano con una porción de la comida que han servido en la cafetería para desayunar. El mejor detalle es que ahora está algo más "pastosa" que esta mañana.
Los chicos parecen cronometrados, sale el primero y en menos de veinte segundos ya han salido todos. Y por lo tanto, en menos de veinte segundos estaba el puré de las cocineras plasmado en sus caras.
Esto hace que se creen risas, tanto por parte nuestra como del profesor. La cara de los chicos es todo un poema. Cada una nos hemos encargado de uno en especial. Yo de Zack, Amber de Max.
—¡Joder, qué mierda es esto! Huele a alcachofa.-dice uno tapándose la nariz.
—¿¡Es mierda!? ¿¡En serio es mierda!? ¿Habéis cogido mierda de algún perro y nos la habéis pegado en la cara?-pregunta afectado.
Sigue sin haber respuestas por nuestra parte, solo risas y más risas. Zack, anonadado por la inesperada "sorpresa" quita el puré de su cara con las manos.
—¡No! ¡Pero no te lo quites!-espeto rápido.-Que es una mascarilla tonificante para el cutis.-río ante Zack.
—¿Una mascarilla? ¿Eso que se ponen las chicas en las películas? ¿Se come?-pregunta Marc, y seguidamente pasa su dedo por los rizos de su pelo recogiendo puré y se lo lleva a la boca.
—¡¡PERO TÍO!!-grita West asqueado.
—Sabe...-podemos notar que la cara de Marc cambia completamente, aunque esté cubierta de puré marrón.-sabe a mierda...-Marc da una tremenda arcada y antes de llegar al baño suelta otro tipo de mierda verde por la boca.
Las chicas salimos corriendo por asco, y por cierto miedo a lo que nos puedan hacer. Esto es la guerra, y solo acaba de empezar...
[...]
El día pasa tranquilo y sin ningún indicio de ataque por los chicos. No sé si es bueno o malo. El silencio a veces es lo peor. Los asesinatos nos se planean en voz alta, pero los nuestros tampoco los pregonamos a los cuatro vientos. Y creedme que serán geniales, esta ha sido una novatada de nada.
·Jueves. 11:30 de la mañana. Piscina.
Esta hora es la más peligrosa del día. Me da cierto miedo porque esta es la única hora a la semana en la que coincidimos Max, West, Zack, Amber, Barbara y yo, por lo tanto quizá hayan metido algo en la piscina para meternos miedo. No sé, tal vez me esté volviendo paranoica.
A lo largo de la clase esta idea se me va del la cabeza ya que el profesor, por lo que pueda pasar, decide llevarnos cuarenta minutos al gimnasio para hacer ejercicios de cardio intensos.
Una muerte en toda regla, así que nos tendremos que duchar luego en las duchas de los vestuarios de las chicas. Menos mal que están separados las duchas, de los vestuarios y del baño en sí. Quiero decir, Marc vomitó ayer en el baño, así que paso de entrar. Solo iré a las duchas y a los vestuarios.
Lo que hacemos las chicas para evitar la incomodidad de ducharnos sin ropa es que para hacer este tipo de ejercicios nos ponemos un top y unos pantalones cortos ajustados y luego nos metemos en la ducha con ellos.
[...]
Tras una dura clase de cuarenta minutos de cardio finalmente llegamos a los vestuarios. Allí cogemos nuestros geles de baño y nos vamos hacia las duchas las dieciséis chicas que somos. Todas encendemos nuestras duchas y esperamos a que el agua salga medio templada para meternos debajo. Yo casi me meto en el primer momento, estoy totalmente acalorada.
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Shouldn't come back. [EDITANDO Y RETOMANDO]
Novela JuvenilNicole Di Franco empezará su primer año de universidad fuera de su país. En Bel-Air se encontrará con unas costumbres diferentes a las suyas y en su universidad, a unos compañeros de residencia realmente peligrosos. Mientras tanto el novio de Nicol...