NARRA MICHIE:
Sinceramente no me gustaba que Allie me protegiera tanto. Parecía mi madre a veces. Sí es verdad que desde aquello está mucho más pendiente de mí y se lo agradezco, pero también creo que debería confiar algo más en la gente o por lo menos disimular alguna expresión alegre en su cara.
****
Me desperté y fui a la habitación de Allie. La eché a un lado y me tumbé con ella, al final me volví a dormir.
-¿Michie? -dijo Allie intentando abrir los ojos.
-Mmm déjame dormir...
-¡Déjame dormir tu a mí que me has pegado una patada!
Abrí los ojos inmediatamente ya que me había caido al suelo, más bien Allie me había tirado al suelo.
-Pero serás guarr...digo guapa. -y le puse una sonrisa falsa.
-¡Ya me has quitado el sueño! Tengo hambre y no me apetece hacer la comida...
-Bueno...¡Tengo una idea!
-No quiero estar incluida en lo que sea que estás pensando.
-¡Ahora mismo vengo!
Salí de casa y bajé las escaleras corriendo. Toqué al timbre de nuestros únicos vecinos y para mi sorpresa no me abrió Peter.
-¿Qué haces aquí? -me dijo Nathan, no sé si con cara de asco o de sorpresa.
-Yo tampoco me alegro de verte. Pensaba que me iba a encontrar a Peter no a ti.
-Bueno bueno ¿qué quieres?
-Esto...¿tenéis sal?
-¿Quién no tiene sal en su casa?
-Nosotras porque se nos olvidó comprarla, ¿me das o no? -en ese momento aparecieron Peter y Jay. Menos mal porque le arrancaría la cabeza a Nathan si no se callaba.
-¡Michie! ¿A qué se debe tu visita? -dijo Jay todo feliz.
-Venía a por sal, ¿me dejáis? Es que vuestro amigo pasa de mí.
-Dile a Allie que baje y comemos todos juntos.
-Genial tíos... -dijo Nathan poco entusiasmado.
-Yo también tengo que verte la cara Nathan, asique no te quejes. -le dije, no podía dejarle ganar.
Subí a por Allie. Realmente esperaba que nos dijeran eso, si no solo hubiera subido con sal o sin ella ya que aquí el amigo se resiste a todo lo que yo le pida.
-Vamos Alie ¡ÁBREME!
-Ya va ya va...
-¡Si quieres comer venga!
En un segundo estaba ya a mi lado. Sabía como meterle prisa definitivamente.
-Venga no te pongas nerviosa. -le dije a Allie riéndome a carcajadas. Tanto que no hizo falta ni tocar al timbre.
-¿Quién se ríe así? -dijo Nathan cuando ya habíamos entrado a casa de Peter.
-Yo ¿te molesta? -le dije sonriendo aún.
-De tí me molesta todo.
-Dios...te estoy empezando a odiar.
Y ahí acabó nuestra conversación. Al final lo mataría de verdad. ¿Qué tenía en contra mía? Yo no le había hecho nada.
-Bueno Allie cuéntanos cosas de tí. -dijo Peter, después de habernos quedado sin mucho de que hablar.
-Preguntadme cosas. Yo ya decidiré si las contesto o no.
-No vale, las tienes que contestar si o sí. -dijo Jay como un niño pequeño.
-Vale. lo intentaré... -dijo Allie. Me empecé a reir por la situación. A saber que le iban a preguntar.
-¿De qué te ríes tú? -dijo Nathan cuando pasó por mi lado para sentarse en frente.
-A tí que más te dará... -dije más para mí que para él.
-Bueno Allie...empecemos...¿Tienes novio? -preguntó Peter todo decidido.
-¿Novio? ¿Yo? ¿Para qué? -dijo riéndose, y se nos contagió a todos aunque a Peter pareció no hacerle tanta gracia. Sólo disimulaba que eso lo sabía yo.
-Vale, ha quedado bastante claro. -dijo Max. -¡Yo quiero preguntar!
-A saber que gilipollez preguntas.. -dijo Tom riéndose en su cara.
-Cállate, a ver...Ah sí importante...¿cuántos años tienes?
-Vaya, ¡como te curras las preguntas! -dije sarcásticamente
-Tengo diecinueve.
-¿Y cuándo es tú cumpleaños?
-Fue hace una semana Max.
-¡Eso hay que celebrarlo! -dijo Jay.
-Tú celebras cualquier cosa Jay.
-Pero es que hay que celebrarlo. -dije yo.
-Pues ya está. El sábado fiesta.
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Replace your heart
FanfictionLo intenta, pero no lo consigue. Tiene un pasado del que no le gusta acordarse. Solo se fía de su mejor amiga, Allie, la única que sabe por todo lo que ha pasado y no la juzga. Ellos aparecen en sus vidas rompiendo todos sus esquemas, reemplazando l...