Capítulo 17:

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NARRA MICHIE:

Me limité a rodar los ojos, Allie sabe perfectamente que no sé vengarme, a veces soy demasiado buena persona y esa es una de las razones por las que me han hecho daño. Creo que Nathan es una de las pocas personas a las que he tratado, y trato, de esa manera tan borde.

Llegamos a casa de los chicos, y ya estaban los demás allí, sentados por todo el salón con algunas cervezas en mano, ¿cómo les ha dado tiempo a coger la cerveza y acomodarse? A mí todo eso me lleva por lo menos  minutos. 

Últimamente ya habíamos cogido la confianza de entrar y salir de la cocina y coger lo que quisiéramos cuando nos apeteciera, así que, por eso mismo, me dirigí a la cocina para coger una cerveza. Abrí la nevera, cogí una cerveza entre tantas y al cerrar la nevera y darme la vuelta casi me da un infarto. 

Nathan me cogió de las muñecas, me llevó hasta la pared, y situó mis brazos sujetados por él encima de mi cabeza. Dejó la cerveza en la mesa de al lado y se acercó más, si es que era posible. Mi corazón se aceleró, más de lo que yo quería. Nathan estaba mirándome a los ojos y de vez en cuando a los labios, en silencio, hasta que decidió hablar.

-¿Te gusta Leonard? -dijo con su voz ronca que me ponía los pelos de punta. 

-Claro que no. -dije en un susurro y sosteniéndole la mirada.

-¿Segura? -dijo pegándose aún más y casi rozándome los labios, podía sentir su aliento en mi labios y automáticamente cerré los ojos.

-Estoy muy segura. -no sé si quiera como podía articular las palabras. Sin embargo me quedaban más sensuales de lo que yo había esperado.

-Entonces no hay de qué preocuparse. -dijo soltándome de repente mientras que ponía una sonrisa arrogante y se daba la vuelta para irse al salón con los demás. 

Me quedé pasmada. No sé por qué pero creo que un ligero sentimiento de decepción me inundó por e simple hecho de no ser besada por él. Realmente creía que lo iba a hacer. 

''Entonces no hay de qué preocuparse.''  

Repetí para mis adentros. Quizás eso me hacía no estar tan triste, pero yo no soy un juego, para nadie.

Después de salir de mi trance cogí la cerveza que minutos atrás Nathan había colocado en la mesa y me dirigí al salón con un intento de sonrisa en la cara, aunque parecía más una mueca, estoy segura.

Allie me miró intentando descifrar mi cara pero le sonreí para que no se preocupara, creo que funcionó porque volvió a lo que estaba haciendo. 

-Allie. -dije en susurro para que solo me escuchara ella.

-¿Michie? -dijo con una sonrisa. Realmente me hacía feliz verla tan contenta.

-Necesito dormir, si cuando me despierte no has venido bajo otra vez. Te quiero.

-Está bien Michie, y yo. 

Subí  a casa después de haber dicho un casi inaudible adiós a los chicos y me tiré en el sofá. 

No sé porqué estaba de bajón, de verdad que no lo entiendo. No pienso que realmente me guste Nath, solo creo que me atrae al ser el típico chico duro a veces de esos de libros que tanto me gustan. Y siento como se me eriza la piel cuando está cerca y me dan una ganas terribles de besarlo, pero no creo que me guste, pienso que quizás solo es atracción física, pero...si fuese solo eso no debería de molestarme tanto que me dejara con las ganas ¿no? 

Tampoco creo que a Allie le gustara que estuviera con Nathan, aunque eso también sería decisión mía y realmente si es mi amiga de verdad debería apoyarlo, pero ¿en qué estoy pensando? No seré nada de Nathan. No me van a volver a hacer daño, no más.

Decidí ponerme a dibujar, algo que me desestresa y me evade de lo demás, aunque no soy muy buena. Tenía pensado hacerme un tatuaje pronto, así que decidí dibujar y colorear algo que siempre me ha llamado la atención: un atrapasueños. 

Tanto es que me evade dibujar que tocaron al timbre y lo oí al octavo toque en la puerta. 

Fui a abrir y solo esperaba que no fuera Nathan, no me apetecía porque el simple hecho de que estuviera me ponía nerviosa y ¿de qué hablaríamos? Quizás le tiraría los trastos a la cabeza.

Para mi gran sorpresa era Tom. ¿Qué querría él? Casi nunca hemos estado hablando los dos solos. ¿A qué se debería su visita? Si no abres no te enterarás. Dijo mi subconsciente. Y llevaba razón.

-Hola Tom. -dije con poco entusiamo aunque con una sonrisa débil en la cara.

-Hola Michie, ¿puedo pasar?

-Claro, estás en tu casa.

Fuimos en silencio hasta el salón y nos sentamos en el sofá. Tom tenía la mirada puesta en sus manos entrelazadas y estaba nervioso.

-¿Qué te ocurre Tom? ¿Quieres contarme algo que te preocupa?

-Bueno..sí me gustaría contarte algo, pero no se lo digas a los chicos ni si quiera a Allie. No por nada si no porque bueno...ahora los chicos están más interesados en el disco que estamos preparando que en las chicas.

-Así que tiene que ver con una chica ¿ehh? -dije sonriendo y haciéndole ojitos. Me interesaba el tema.

-Sí. -dijo con los ojos brillantes. -pero hay un problema.

-Suéltalo. 

-Ella es una fan.

-¿Qué tiene eso de malo, Tom? -dije confusa.

-No debería interesarme en una fan. Me preocupa que ella solo quiera estar conmigo por el dinero o que cuando le confíe mis cosas las cuente en entrevistas o que solo esté conmigo para presumir que está con un famoso. Me preocupa que no se enamore de mí y salga conmigo por interés. No sé que hacer. 

-Tom, explícame una cosa. ¿Cómo la conociste? y algo más ¿cómo vas a saber si te quiere si no le das una oportunidad? Me refiero a que si no le das la oportunidad de conocerte y si tú no te das la oportunidad de conocerla no sabrás si se interesa por ti por como eres o por tu fama.

-Verás, lo primero, la conocí antes de salir a dar un concierto aquí en Londres. Se metió sin querer en nuestros camerinos y la chica, Ane, se veía completamente perdida y nerviosa. No gritó de alegría ni de nervios cuando nos vio a todos, solo se quedó ahí parada intentando procesarlo todo, quizás no gritó porque tenía más o menos mi edad, el caso es que cuando se calmó un poco nos preguntó ¿puedo al menos abrazaros?  Algo que me llenó bastante de ternura y no sé por qué. Pero algo me llamó la atención en ella. -dijo sonriendo pero con algo de tristeza en la voz.

-¿La has vuelto a ver? -negó con la cabeza. 

-Pero la sigo teniendo en mente. 

-Está bien Tom, vamos a hacer una cosa, es algo difícil y nos llevará tiempo pero lo haremos.

-Continúa. 

-Vamos a buscar en tu Twitter e Instagram toda la gente que te sigue, desde comentarios, retweets, favoritos, mensajes directos y menciones hasta fotos en las que te han etiquetado. Nos llevará tiempo pero lo vamos a intentar.

-¿Y si eso no funciona?

-Buscaremos más maneras de encontrarla. Lo vamos a conseguir y quién sabe, quizás la tengas contigo en menos de lo que esperas. 

Replace your heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora