Replace your heart

Capítulo 6

NARRA ALLIE:

Era el sábado de la fiesta de mi cumpleaños, aunque hubiese sido una semana y media antes.

Me había tomado en serio el consejo de Michie de bajar las barreras con las personas. No lo hacía a malas, solo me salía ser borde con todas las personas que no conocía, algo así como un mecanismo de defensa para que no nos hagan daño, porque si fuese por Michelle hablaríamos con todas las personas y todo el mundo sería perfecto para sus ojos.

Me puse el regalo de cumpleaños de Michie: un vestido de fiesta negro que me quedaba como un guante. Ella se puso un vestido azul con cuerpo de pedrería plateada con escote corazón, y la falda era azul, con vuelo y por encima de las rodillas.

-Estás preciosa- me dijo dándome un beso en la mejilla.

-Tú no te quedas atrás. Solo te quedan los zapatos plateados y a mi los negros con brillos- me acerqué al zapatero y cogí dicho calzado y le pasé sus zapatos.

-¿Tú no te los pones?- me preguntó al ver que no me los ponía. Resulta que nuestro piso antes era un espacio de trasteros y aquí no llega el ascensor, por eso tenemos que bajar las escaleras hasta el piso de los chicos y ahí poder coger el ascensor.

-No soy muy buena bajando escaleras con tacones, ya lo sabes.

Una vez maquilladas y peinadas bajamos a por los chicos y como siempre Michie tuvo que ir al baño antes de salir de casa por lo que yo fui en busca de nuestros vecinos.

Toqué dos veces al timbre, era como una especie de señal que establecieron Jay y Michie para saber que si llamábamos así éramos nosotras. Me abrió Peter. Estaba... perfecto: camisa blanca con el último botón desabrochado y unos vaqueros negros que se le ajustaban perfectamente a su culo. Llevaba unas vans negras.

-Vaya Allie... Estás preciosa- me dijo. Yo agaché la mirada, nunca he sabido recibir cumplidos. Por detrás aparecieron Jay, Max y Siva.

-Estás para empotrarte contra la pared- comentó Jay.

-¿Desde cuando tienes esas curvas?- preguntó el tímido Max, consiguiendo una mala mirada de Peter a sus amigos. No sé porqué, pero ese gesto me gustó. Ya aparecieron Nathan con Tom siguiéndole por detrás. Se oyeron los tacones de Michelle bajando por la escalera. Salvada de estar sola delante de tantos tíos.

-Habéis roto con la pana, ¿eh?- dijo Jay, ganándose una colleja por parte de Peter.

.¿Y a este que le pasa?- le pregunté en un susurro a Michie.

Como en el ascensor no cabíamos todos yo me ofrecí para bajar después.

-Va Peter, quédate con ella- en estos momentos odio a Michelle. Calladita está más guapa.

-Vale- por alguna razón desconocida no parecía incómodo con mi presencia. Él es el tipo de persona súper hablador y muy abierto, pero que luego no sabe como hablar delante de alguien a solas.

-En cuanto a lo de antes... Gracias, tú también estás muy bien- comenté.

-De nada... y, esto, gracias.

Pasaron unos segundos de silencio cuando volvió a hablar. Era demasiado tiempo sin hablar para él, porque yo estaba muy cómoda con este silencio.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-A parte de esta, ¿no?- dije con una sonrisa. Él también sonrió- Adelante.

-¿Por qué eres tan borde conmigo?

-No lo sé. Simplemente me sale solo. No es algo que pueda controlar. Tú cuando conoces a alguien te presentas y te das a conocer, yo solo me quedo quieta y me pongo una coraza para evitar que puedan llegar a mi o a los que de verdad me importa.

-Pero eso es peor a la hora de conocer gente- nos metemos en el ascensor-. A una persona no le gusta que siempre estén en plan borde con él.

-Ya, pero es que a mi eso me da igual. Es decir, si le llamo la atención a una persona, soy yo, no Allie sin su mala leche, en ese caso no sería Allie.

Estaba a punto de salir del ascensor cuando lo cogí de la mano.

-Lo de ser borde no es por ti, ¿vale? Lo siento, es algo que me sale solo.

-No pasa nada, no me pienso rendir- comentó y salió. Yo solo pude esbozar una sonrisa tímida y salir a la calle donde nos esperaban el resto.

.¿Qué ha pasado?- preguntó Michie.

-Todo y nada- contesté todavía sonriendo.

-¡Fiesta!- gritó Jay. Todos lo corearon excepto Peter y yo. Él se puso a mi lado y nos quedamos atrás del grupo. Fuimos hablando como amigos, y no me lo podría estar pasando mejor.