Capítulo 9:

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NARRA MICHIE:

Me quedé descolocada, sin palabras. Me entristecí por lo que acababa de decir Allie. No sabía que le molestaba tanto esto de salir de fiesta, de hecho yo lo hago porque creo que nos viene bien a las dos despejarnos. Tendría que hablar con ella cuando volviera. Yo sabía que no debía ir detrás de ella, quería estar sola, tanto ella como yo. 

A mí me encantaba ir de fiesta y más ahora que teníamos con quien salir. Con Allie me sobraba sí, pero estaba bien eso de tener a más gente a tú lado, aunque fuera para salir. Tocaron al timbre y tenía la esperanza de que fuera Allie. 

-Pensé que no ibas a venir nunca... -me avergoncé cuando ví que aquella persona no era Allie.

-Ya veo que me echabas de menos. -dijo con una sonrisa arrogante en la cara.

-Dios Nathan, no estoy de humor, asique si vienes a molestarme mejor vete. -dije con cara de desesperación.

Le cambió la cara de repente, me dio la sensación de que empezó a preocuparse, aunque me parecía raro debido a su comportamiento conmigo desde que lo conozco.

-¿Qué quieres Nathan? -le dije cuando veía que no decía nada.

-Sólo venía a pedirte perdón por no haberte ayudado anoche. 

-No puede ser que tú me estés pidiendo perdón... -dije exagerando mientras hacía gestos extraños con las manos. 

-Oh por favor, no te emociones que he venido porque los chicos me lo han dicho. 

-Pues si ni si quiera lo haces por tu propia voluntad ¡lárgate! 

Cuando fui a cerrarle la puerta en la cara la paró con el pie. ¡Dios mío no se ibas a cansar nunca...!

-¡Michie, joder! -cuando dijo Michie paré de hacer fuerza. Él siempre me llamaba Michelle porque era una de las cosas que más me molestaban. -¿Qué te pasa? Estás demasiado enfada conmigo y ni si quiera te he dicho nada fuera de lo normal. 

Me mostró interés, demasiado. Decidí contarle un poco por encima lo que pasaba. Sí a veces me daban ganas de pegarle, de hecho hace dos minutos quería hacerlo. Después seguramente volvería a ser el mismo Nathan prepotente de siempre pero mientras que estaba así aprovecharía.

-Acabo de discutir con Allie. Dice que no le gusta que esté todos los días de fiesta y que me voy a arruinar la vida así. Está exagerando pero me ha hecho sentir mal. Cuando empecemos a estudiar entonces dejaré de salir de fiesta tanto pero mientras...no sé que hacer. Aunque igual que ella sale de fiesta por mí, porque aunque lo parezca no le gusta beber ni la fiesta, yo debería de hacer con ella las cosas que le gustan. -dije todo eso de correprisas mientras que le hacía gestos a Nathan para que entrara y antes de que me interrumpiera.

-Lo primero es que he visto a Allie entrando a casa, supongo que para hablar con Peter. Respecto a lo que me has dicho yo creo que deberías hacer lo que has dicho, de vez en cuando salir de fiesta, pero hacer lo que a ella le gusta también. Os podéis venir con nosotros a casa para hacer algo en vez de tener que salir por ahí, y te aseguro que a los chicos no les va a molestar... -dijo esto último mirandome de arriba a abajo con una sonrisa pícara.

-Dios Nathan no me mires así, me dan ganas de soltarte una hostia. -empezó a reirse y por desgracia me contagió la risa. Este chico es bipolar, aunque por lo menos me ha hecho reir. -y ahora fuera.

Se levantó sin decir nada al respecto y lo acompañé hasta la puerta.

-Gracias por escucharme y recuerda que te odio. -me miró y me guiñó un ojo como respuesta.

Cerré la puerta detrás de mí y me quedé sonriendo yo sola, me sentí inútil cuando me dí cuenta de lo que estaba haciendo y negué con la cabeza. 

****

Decidí bajar a casa de los chicos porque Allie no llegaba y quería hablar con ella sobre lo que había pensado. Justo cuando iba a salir entró ella. 

-Hola... -dije algo nerviosa y agachando la cabeza.

-Hola. -dijo firme.

-Oye quería comentarte algo... 

-Adelante. -dijo cruzándose de brazos.

-Le he estado dando vueltas a lo que me has dicho esta tarde. Sí , es verdad que estamos saliendo demasiado y que tú lo estás haciendo por mí, también sabes que a mí me gusta mucho salir, -suspiré- pero he pensado que también vamos a hacer las cosas que a tí te gusten y no saldremos tanto de fiesta, alguna vez por lo menos...y he estado hablando con Nathan...

-¿¡Con Nathan!? -me dijo abriendo los ojos como platos. 

-Sí. Y me ha dicho que podemos ir a la casa de los chicos para hacer allí cosas en vez de tener que salir. Tú no estás obligada a beber para nada y yo lo haré con moderación. 

-Mmmm...-dijo haciéndose la interesante y ponerme en tensión...

-¿Y bien? -dije con algo de esperanza.

-De acuerdo, me parece bien. Yo debo admitir que exageré un poco, pero esque estaba enfadada y ya sabes como soy... 

Abrí los brazos para que nos dieramos un abrazo y así concluir nuestra conversación. El tema se dio por zanjado. Allie estaba mucho más relajada, muy feliz, demasiado. Hacía mil años que no la veía así y empecé a sospechar que conocer a Peter le había hecho demasiado bien. Sí le hacía daño le iba a cortar los huevos, eso estaba claro.

Pasamos lo que quedaba de día viendo la tele y no hicimos gran cosa. De vez en cuando le saqué el tema de Peter y sonreía, sí le gustaba sí. No paraba de preguntarme como fue eso de que no le arrancara la cabeza a Nathan y la verdad es que hasta a mí me sorprendió que no lo hiciera.

Replace your heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora