Capítulo 17

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Para cualquier persona que me viera, estaría abrazando el aire... A no ser que también fuera un fantasma.

Maya me observó mordiendo su labio inferior y moviéndose en su sitio nerviosamente.

-¿Podemos hablar un momento a solas, Christine?- Me preguntó mirando por un momento incómoda a Connor.

La miré un poco confusa. ¿De qué querría hablar conmigo? Espero que no quisiera matarme por tener a Connor. Finalmente, asentí con la cabeza y dirigí mi vista a mi novio fantasma. ¡Sí, por fin mi novio!

-¿Puedes esperar fuera?- Le pregunté separándome de él. Asintió con la cabeza y comenzó a alejarse.

-Te quiero.- Dijo antes de traspasar la puerta del balcón y, segundos después, de mi habitación.

Sonreí como una tonta enamorada y Maya aclaró su garganta. Dirigí mi atención a ella. Cuando supo que ya no me distraería, agarró un pequeño mechón de su pelo y lo enrolló. Al parecer, Kayla y yo no éramos las únicas que hacíamos eso.

-Quería pedirte perdón. No sabía que sentías algo por Connor. Es que era el primer chico fantasma guapo que he visto en mucho tiempo y... no he podido resistirme.- Me miró a los ojos y añadió.- La verdad es que no hemos hecho nada, así que puede que Mia deba buscarme un novio pronto. No sabes lo que es estar tantos años sin chicos.

Sonrió y yo me reí. La verdad es que parecía una buena chica, aunque seguía un poco celosa de ella ya que podía entrar en contacto con Connor de una manera diferente a la mía.

-La verdad es que supongo que debe de ser difícil.- Asentí de acuerdo.

-Ni te lo imaginas. Sobretodo viviendo en la misma casa que Allan. Está jodidamente bueno.- Dijo seriamente. Después rió.

La miré un poco sorprendida. ¿Le gustaba mi primo? Oh, Dios, a saber lo que hacía sin que él se enterase. Ojalá no supiera que mientras dormía podría... hacerle cosas.

-Seguramente conseguirás a alguien, ya verás.- Intenté darle ánimos. De alguna manera, presentía que algún día encontraría a su fantasma ideal.

Me miró de una manera un poco extraña.

-Sí... Pero hasta el momento, ¿por qué no... tratamos de hacerte irresistible para Connor? Me gustaría ver cómo se retuerce al verte guapísima y sexy no poder tocarte. Sería divertido, ¿no crees?- Dijo riéndose malvadamente. Me parecía un poco cruel, pero me gustó su plan. Me gustaría ver temblando a Connor por la enorme tensión que intentaría crear entre nosotros.

Continuamos hablando sobre lo que podríamos hacer y sobre nuestras vidas. Maya acabó cayéndome bien. Tenía sentido por qué era la mejor amiga de Mia. Era impulsiva, alegre, divertida y se preocupaba bastante por los chicos. En algunos momentos me recordaba a Kayla ya que era bastante abierta y parecía estar cargada de emociones.

-Entonces, mañana te ayudaré a ser la chica más sexy. ¡Además de que estarás bonita para la comida de Navidad!- Me dijo Maya mientras bajábamos las escaleras. Extrañamente, Connor había desaparecido.

Asentí disimuladamente con la cabeza ya que toda mi familia estaba reunida en la mesa. Me senté y comenzamos a cenar. Maya estuvo contándole a Mia que ya habíamos solucionado lo de Connor y que nos habíamos convertido en amigas. La verdad es que sonreí disimuladamente y me alegré mientras pensaba en si habría más fantasmas por ahí y en si podría verlos. ¿Mi novio fantasma conocería a algunos? Me gustaría saberlo, así que cuando llegase, tendríamos una conversación pendiente. Aparte de que tenía que decirme dónde estaba.

Cuando terminamos de cenar, los adultos empezaron a hablar de temas aburridos para mi gusto y los cuatro jóvenes decidimos jugar a uno de los videojuegos de Allan. Al parecer, le hacía mucha ilusión que lo probáramos. Subimos a su habitación y allí estuvimos bastante tiempo. Sin embargo, Connor seguía sin aparecer. Estuve intranquila todo el tiempo pensando en él. ¿Y si le había pasado algo malo? Creo que incluso Mia notaba mi nerviosismo.

La rarita y el fantasma popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora