XIV.

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La noticia de que la princesa había despertado de su estado hizo que nuevamente toda Corona celebrara, llenándose de colores e incluso soltaron mas linternas en símbolo que su princesa volvía con ellos.

Con el paso de las semanas tanto Rapunzel como Flynn salieron de peligro mortal y cuando el pequeño cumplió 3 semanas pudo abandonar completamente la incubadora y ser tratado como cualquier bebe. Mientras que después de un mes de su despertar Rapunzel ya era la misma chica vivaz y alegre que todos amaban.

- Por tu gran trabajo con mi hijo y mi esposa te queríamos recompensar, Varian. – Comenzó Eugene con voz solemne sentado en el trono del rey Frederic, el cual solo había sido un préstamo por aquella ocasión especial.

- El rey ya me dio una pequeña fortuna por lo que hice, además que pondrá seré padre junto a la mujer que amo, no hay nada más que pueda desear en esta vida, su alteza – Respondió con una pequeña reverencia.

- Bueno, esto más que un premio para ti será para Corona. – Explico el castaño. – Te queríamos ofrecer el título de ingeniero real. Así podrás trabajar en el castillo o donde desees dentro de Corona con el presupuesto real siempre y cuanto tus inventos sean en beneficio al reino.

El alquimista se quedó en silencio. Aquel título hacia que el límite para sus inventos fuera solo su imaginación y algunas leyes físicas y alquímicas, podría al fin crear su sistema de agua caliente, tal vez mejorar los sistemas de regadío de los campos y generar insecticidas, podría hacer tantas cosas. Busco la mirada de su esposa que estaba a unos metros mas allá, la sonrisa que estaba en su rostro era todo lo que necesitaba.

- ¿Qué dices Varian? – Pregunto con una sonrisa Rapunzel. - ¿Quieres seguir sirviendo a Corona?

- Acepto. – Dijo al fin con una gran sonrisa.

- Genial, voy a traer las cosas para ungirte con la solemnidad que corresponde. – Anuncio la princesa poniéndose de pie y entregándole el pequeño bebe a su esposo.

La princesa tomo con un poco de dificultad la espada ceremonial que era completamente decorativa con incrustaciones de piedras hermosas en el mango y un ramo álamo negro. Mientras que el alquimista ponía una rodilla en el suelo.

- Varian Hartmann tomando en cuenta el peso de va a caer sobre sus hombros ¿Jura servir a Corona con diligencia? – Comenzó poniendo la espada sobre el hombro del hombre.

- Lo juro. – Sintió como la espada cambiaba a su otro hombro.

- ¿Jura llevar con orgullo este título y siempre poner a Corona sobre todo lo demás?

Miro a su esposa y esta asintió.

- Lo juro. – Acepto.

- Entonces yo como la princesa Rapunzel I de Corona te nombro a ti Varian Hartmann como el primer Ingenio Real que ha tenido Corona. – Puso el ramo de álamo sobre la cabeza del alquimista por unos segundos. – Puede ponerse de pie Ingeniero Real Varian.

Aunque el salón no había muchas personas los aplausos inundaron el lugar, sin embargo, para Varian solo existía su esposa y el mapache curioso que lo miraba con una gran sonrisa.

- Felicidades, Ingeniero Real Varian. – Lo felicito Cassandra caminando hacia él. – Estamos muy orgullosas de ti. – Le dio un pequeño beso en la mejilla mientras que Ruddiger pasaba de los hombros de su esposa a los de el para acariciar su cabeza contra él.

- Pareciera que supiera que está pasando aquí. – Dijo siento los movimientos de su bebe.

- Algo me dice que será una niña muy inteligente.

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