Él vino de la tumba en el fin de los tiempos

Capítulo 7

¡Puedo tener hijos!

Lo que exactamente estaba pasando en el final de los tiempos Chu Huai no estaba realmente muy seguro.

En su vida anterior ya había estado en la cárcel y no sabía nada del mundo exterior.

Sólo sabía que a mediados de febrero del año siguiente, después de un gran terremoto, el desastre de los zombis estalló por completo.

Sólo más tarde, cuando escapó a la base, oyó decir que el virus zombi parecía provenir de una antigua tumba, y que los ladrones de tumbas habían sacado el ajuar funerario portador del virus, infectando así a todo el mundo.

Al principio la gente sólo pensaba que se trataba de una epidemia, pero nadie esperaba que, tras un gran terremoto, los infectados por la epidemia se convirtieran en zombis devoradores de humanos como los de las películas.

Lo repentino de la enfermedad, el gran número de zombis, el derrumbe de las casas y los atascos provocados por el terremoto, y la imposibilidad de evacuar rápidamente, hicieron que las ciudades cayeran de la noche a la mañana.

Entonces el gobierno se desintegra, el orden social se derrumba y el mundo entra en la baraja de la perdición ......

De hecho, aunque se está preparando para el fin de los tiempos, Chu Huai desde el fondo de su corazón no quiere que el fin de los tiempos llegue, la gente que no ha experimentado el fin de los tiempos nunca podrá apreciar realmente la crueldad de ese entorno mundial.

Pero la noticia del descubrimiento de la antigua tumba le dio en ese momento un golpe de realidad.

Por mucho que no quisiera que llegara el fin de los tiempos, éste se acercaba paso a paso.

Chu Huai miraba el informativo de la televisión con el corazón encogido.

Al retirar la mirada, vio que Yu Ke, a su lado, también miraba la noticia con aire pensativo, y recordando la rareza del adolescente, preguntó.

"¿Reconoces esta tumba?"

"No lo reconozca, pero no es una tumba donde se entierra a la gente, se equivocaron, esa es el Palacio Zhen Long, alguien rompió la formación en el exterior del Palacio Zhen Long y dejó que el qi del dragón se filtrara, Chu Huai-jun, este lugar realmente va a sufrir un gran desastre..."

Yu Ke negó con la cabeza, con expresión seria.

"¿Qué quieres decir?"

Chu Huai no entendía estas cosas, y tampoco lo hacía mucha gente en esta época.

Al ver que no conocía ni la mitad de las artes místicas taoístas, Yu Ke no se sorprendió, señalando la imagen de la antigua tumba que aún se reproducía en el televisor y explicando pacientemente.

"Mira, Chu Huai-jun, aunque esa tumba parece una cripta, la disposición es muy peculiar, toda la tumba no tiene ninguna apariencia de Yin, en su lugar está llena de Qi de Dragón Yang, y las paredes del monumento de piedra están talladas con runas únicas..."

"Unido al hecho de que el terreno del derrumbe era muy laberíntico y estaba distribuido en las siete estrellas de la Osa Mayor, es evidente que se trataba de un laberinto utilizado para la vigilancia y la defensa".

"Si no hay nada más, debe haber otra gran sala dentro de este laberinto, y hay varios espíritus gigantes de dragón atrapados en esa sala..."

"¿Dragones?" Chu Huai se sorprendió.

¿Realmente había dragones en este mundo? ¿Y atrapado bajo ese desierto? ¿No había muerto después de miles de años?

"Este dragón no es otro dragón, Chu Huai-jun, no es un dragón real, sino el Qi de la Vena del Dragón formado por la Tierra Espiritual del Agua Celestial".