愛 ❝―si hay un lugar donde alguien piense en ti, a ese lugar debes llamarlo tu hogar ❞.
naruto es de sasuke y sauke es de naruto, estos sólo son retazos de algo que nunca se dijo pero que para mí sí sucedió.
𝗻𝗼𝘁𝗶𝘁𝗮:
•𝗵𝗲𝗱𝗰𝗮𝗻𝗼𝗻 se refiere...
Cuando Sasuke vuelve de una misión que haya resultado ser más tardada o pesada de lo que tenía planeado, utiliza el hecho de tener que entregarle un reporte a Naruto como una excusa para poder que pasar más tiempo con él.
Para conseguirlo se encarga de ir a la torre hasta que anochece, así se asegura de que haya la menor cantidad de gente posible. Una vez se cerciora de aquello entra a la oficina, cerrando con seguro y colocando un sello especial para no ser interrumpido mientras está con el Hokage.
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Naruto levantó la mirada cuando escuchó el sonido de alguien entrando, sonrío en un acto casi reflejo, teniendo una noción clara de quien se trataba. Al final sólo existía una persona que pudiera entrar sin tocar la puerta antes.
—Sasuke —habló tranquilo, intentando disfrazar la emoción que emanada de su interior al tenerlo de frente después de casi un mes sin verlo poner un pie dentro de la aldea —, por fin regresaste. ¿Qué tal la misión?
—Agotadora.
No tuvo que decir nada más, simplemente no existía la necesidad de hacerlo porque sabía que Naruto lo conocía como a la palma de su mano, y sí, el hombre a veces podía llegar a ser un tonto en dimensiones olímpicas, pero cuando se trataba de Sasuke era capaz de entenderlo mejor de lo que cualquier persona pudiera hacer.
—¿Quieres dormir?
Él asintió, parado enfrente del escritorio.
—¿Todavía tienes mucho trabajo?
El chico de ojos azules arrugó su rostro en una mueca que denotaba su fatiga. Sasuke entendió de forma inmediata.
—En la silla.
—¿Qué?
—En la silla —repitió mientras se acercaba al Jinchūriki. Cuando estuvo a lado de él se inclino un poco, dejando un beso casto en los labios del Hokage —. Podemos dormir aquí, los dos.
La expresión en la cara de Naruto se tornó aun más confusa.
—Espera, ¿qué? ¿estás seguro? Creo que podemos movernos al...
Terminar de hablar le fue imposible cuando el hombre de cabello oscuro abrió sus piernas y de un solo movimiento se acomodó en ese lugar. No entendía cómo, pero de alguna manera ambos encajaban a la perfección y se sentía mucho más cómodo estando ahí con él.
Sasuke rodeó la cintura de Naruto, abrazándolo.
—¿Podrías quitarme la capa, por favor?
Hizo lo que se le solicitó, sintiendo la piel pálida debajo de sus dedos.
—Va a darte frío si te quedas así toda la noche, ¿no quieres mi chaqueta?
—¿Qué hay de ti, Usuratonkachi?
Naruto negó, mientras colocaba la prenda sobre los hombros de su amante.
—Estaré bien, mientras tú estés aquí yo estaré bien.
El Uchiha soltó una risita, acurrucándose en el pecho del otro mientras comenzaba a cerrar los ojos.
—Maldito romántico, no tienes remedio.
Sintió la cabeza del rubio recayendo en la suya, definitivamente ambos estaban agotados.
—Siempre ha sido así Sasuke, lo sabes mejor que nadie.
El cansancio pesó de manera brusca en los dos cuerpos, pues cayeron rendidos en un profundo y extenso sueño.
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