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Hubo un tiempo (después de que Sasuke retornara a Konoha de manera definitiva) en el que este padeció de una depresión severa a causa de la culpa y el remordimiento con el que cargaba desde la muerte de su hermano.

Su depresión lo orilló a alejarse de las personas que lo rodeaban y aislarse de forma indefinida dentro de su casa. No comía bien, tampoco dormía demasiado. Ocupaba gran parte de su tiempo en entrenar hasta un extremo que resultaba insano para su cuerpo y alma, pero él definía esto como una forma de auto-castigarse por todo el daño que había ocasionado, por cada atrocidad que había cometido en nombre de su venganza. 

Sasuke no se sentía suficiente para nadie, tampoco sentía que mereciera el perdón de las personas, por eso entrenaba tanto: buscaba llenar ese vacío con la idea de llegar a convertirse en una persona lo suficientemente fuerte como para proteger la aldea si es que Naruto llegaba a faltar en algún punto del camino. 

No hablaba con nadie, no quería causar más daño, y aunque sus semejantes notaron el aislamiento del chico se mantuvieron al margen pensando que sería mejor no decir nada. Al fin de cuentas Sasuke había llagado ser considerado ''un peligro'' y tratar de acercarse más de la cuenta podría traer consigo consecuencias graves. 

Todos lo dejaron pasar, incluso Sakura. Todos, menos Naruto. 

El rubio iba días tras día a casa de Sasuke, tocaba la puerta sin obtener respuesta nunca y esperaba con paciencia por horas, manteniendo la esperanza de que él abriera. 

Cuando el ocaso llegaba Naruto se ponía de pie dejando una canasta pequeña con cosas que él mismo compraba y preparaba para Sasuke; dejaba comida, dulces, medicamentos, vitaminas y alguna que otra vez también ponía fotografías con notas escritas a mano en la parte trasera. Luego de eso se marchaba, siempre enunciando un ''volveré mañana, cuídate'' con un tono de voz elevado para que el chico pudiera escucharlo en cualquier parte de la casa. 

Naruto hizo esto por cuatros meses seguidos sin fallar un solo día, lo hizo hasta que en una ocasión al llamar a la puerta está se abrió y Sasuke lo dejo entrar. 

Las cosas no estaban hechas un desastre, no había platos sucios colmando el fregadero o ropa tirada en cualquier rincón, de hecho cada cosa aparentaba estar colocada en su sitio. Los trastos estaban lavados y lo único que desentonaba con el orden ahí dentro era la cama del chico que se encontraba sin tender. 

Naruto vio con sorpresa que casi nada ahí había cambiado, pero las consecuencias del encierro se veían reflejadas en algo más... en alguien más.

Sasuke tenía ojeras, ojeras tan largas y profundas que cualquiera que lo viera se asustaría de inmediato, su piel (pálida por naturaleza) en ese momento se tornaba casi blanca, había perdido bastante peso y tenía los nudillos rotos por golpear hasta el cansancio, también moretones, cortes y marcas en todo el cuerpo producto de su penitencia auto impuesta. 

No hablaron, Naruto sólo sentó al chico en el sofá y le curó las heridas, vendó cada parte dañada de su cuerpo y le preparó una infusión (por la cual le había preguntado antes a Tsunade) para que el chico pudiera dormir. Cuando consiguió aquello lo cargo hasta su cama y lo cubrió con cobijas limpias, echó a lavar las otras y dejó comida preparada en la estufa. 

Se sorprendió genuinamente al darse cuenta de que la comida que él había llevado en las canastas estaba guardada ya fuera en la alacena o dentro del refrigerador. Los medicamentos y vitaminas también estaban donde debían, no pudo evitar sonreír al darse cuenta de que algunos ya estaban empezados. 

Por último estaban las fotografías, todas pegadas en la pared central de su sala. Naruto las contó, había llevado veinticinco fotos en cuatro meses, pero en la pared sólo estaban colocadas veinticuatro. Cuando se dio a la tardea de buscar la faltante su corazón de hinchó de amor al darse cuenta de que esta se encontraba pegada en el espejo dentro de la habitación de Sasuke. 

Era una foto de ambos en la cual él recordaba haber escrito un: ''Espero que te recuperes de eso que no puedes hablar con nadie.'' A lado de aquel recuerdo se encontraba una nota escrita a pulso por Sasuke que decía: ''Cuando quieras parar recuerda por quien empezaste, lo hacer por él, porque él merece ser feliz y también ser protegido.''

Desde ese día Naruto volvía (ya que ahora Sasuke sí lo dejaba pasar) y entrenaba con el chico de una forma menos agresiva, le cocinaba y terminaba durmiendo con él cuando la noche los abrazaba. 

Desde ese día Sasuke supo que había tomado la decisión correcta al elegir la persona de la cual enamorarse. 

Desde ese día Naruto le recuerda siempre que el pilar de su felicidad es él, así que no tiene que dañarse ni sobre-exigirse hasta hacer quebrar su cuerpo para ser suficiente o para obtener un perdón que siempre le ha pertenecido independientemente de los hechos ocurridos en un pasado. 

Desde ese día, ambos terminaron de entender que eran el uno para el otro.

Y que Naruto, sin lugar a dudas, era la luz que alumbraba el camino de Sasuke. 


''𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐩𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞

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''𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐩𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞.''










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les juro por mis padres (que son ellos) que no miden, NO MIDEENNNN cuanto amé escribir este hedcanon, ¡de verdad que lo amé! es que ahhh, soy capaz de llorar brillitos en este preciso momento. 😭😭✨✨

𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒐𝒏│hd- naruto y sasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora