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Himawari, estoy completamente segura de que mi niña pudo notar el sentir de su padre muchísimo antes de que este tan siquiera se planteara la idea de llegar a hablar con sus hijos respecto a Sasuke y lo que pasaba entre ellos.

Tampoco es como si ella necesitara un discurso interminable repleto de pros, contras e historias destacables del pasado de su padre; ella lo apoyaría, como lo había hecho desde un principio y como seguiría haciéndolo hasta el final de todo.

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Naruto todavía no terminaba de digerir lo que acababa de pasar. Hacía no más de treinta minutos Shikamaru se adentró en su oficina con la menor de la familia Uzumaki sosteniéndolo de la mano.

 —La encontré en la entrada de la torre —fueron las palabras que salieron por la boca su mejor amigo, quien de paso aprovecho para colocar una pila más de papeles sobre el escritorio —. Me dijo que venía a buscarte porque tenía algo importante que decirte, no creí que te molestara así que aquí esta. 

Luego de eso se retiró de la oficina realizando una pequeña reverencia en señal de respeto y cerrando la puerta apenas se encontró afuera.

Naruto abandonó su trabajo por un momento, permitiendo así que cada pizca de su atención recayera sobre su pequeña hija.

— ¿Pasa algo Hima? ¿Te encuentras bien? ¿Ocurrió algo malo en casa? 

Lanzó las tres preguntas con un tono sereno, observando como la niña tomaba algo de impulso para sentarse en una de las dos sillas colocadas frente al mueble de madera que fungía como su lugar de trabajo. Una vez se encontró cómoda, comenzó a balancear sus piernitas de un lado a otro a manera de juego y sonriéndole abiertamente a su padre dijo:

¡Sé que te gusta el tío Sasuke! —No gritó, sería más acertado decir que pronunció aquella frase con un tono efusivo, alegre, únicamente elevando un poquito la voz para que esta contrastara con los sentimientos que pretendía expresar —. También sé que tú le gustas a él y creo que eso es lindo. No sé por qué no nos lo habías dicho antes ¡es muy obvio, enserio! Pero no importa, sólo quería decirte que es genial ¡ambos son muy muy fuertes e increíbles! ¡Hacen una pareja muy linda! 

Sobraba decir que Naruto había quedado en blanco. Sin saber bien cómo las neuronas funcionales dentro de su cabeza se habían desconectado de golpe, ocasionándole una sensación que radicaba entre lo confuso y lo abrumador.

¿Hima... se había dado cuenta? ¿Desde cuándo? ¿Tan obvio era? ¿Estaba molesta?

No, imposible.

La última pregunta la descartó de manera rápida; Si Hima estuviera molesta él lo habría notado, después de todo su pequeña era una de las personas con mayor expresividad que conocía, tanto corporal como emocional, de encontrarse enfadada podría deducirlo de manera instantánea con sólo mirar su actuar.

Ella no mentía, de verdad se encontraba contenta, Naruto incluso se aventuraba a asegurar que estaba emocionada... Pero es que... no concebía al cien por ciento que aquello estuviera sucediendo.

—Hima... yo...

 —Está bien papi —sus miradas se encontraron al mismo tiempo, formando una especie de calma que el Séptimo encontraba solamente cuando pasaba tiempo a lado de sus hijos —. Sé que amas a mamá, pero el tío Sai una vez me explicó que el amor puede tener distintas representaciones y maneras de demostrase. La forma en que los amas a ambos es distinta, además de que a ti te gusta el tío Sasuke, pero está bien —pauso por unos segundos, arrugando sus ojitos en un gesto cariñoso —. No sé qué vaya a pasar después, pero tú nos dijiste a Boruto y a mí que siempre te dijéramos cómo nos sentíamos, por eso vine, quería decirte cómo me sentía y que creo que es genial ¡el tío Sasuke y tú lucen muy bonitos juntos! 

Naruto no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban. Él sabía de sobra que Himawari era un niña en extremo inteligente, sumado a que contaba con un gran instinto para percibir las cosas que acontecían a su alrededor, pero no por ello le fue menos difícil asimilar que su hija entendía y conllevaba de una manera tan madura algo que en ocasiones incluso resultaba complicado para él.

Ella ya le había dicho lo que pensaba, ahora era turno del más grande terminar de aclarar las cosas.

¿Sabía con exactitud lo que iba a decirle?

Por supuesto que no, pero ir aprendiendo sobre la marcha era algo que no se le daba tan mal.

—Cariño, gracias por decirme cómo te sientes —le regaló una sonrisa sincera, poniéndose de pie y caminando los pasos justos para quedar a un lado de ella —. Ahora es el turno de papá ¿de acuerdo? Hablemos de esto. 

Hima asintió con una sonrisa igual a la de su padre tallada en el rostro, aceptando la invitación con gusto: Así los dos terminaron sentados en el sofá donde sin saberlo, Naruto sostendría el mismo tema de conversación con Boruto dentro de algunos meses.

Naruto terminó el día dejando a Himawari dormida dentro de su habitación y teniendo una sola cosa en mente antes de salir de ahí:  Era afortunado por tener a una niña tan maravillosa como hija, de verdad la amaba, de verdad estaba agradecido por poder su padre. 

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enserio creo que Himawari sería así, es un ángel totalmente, la adoro. ♡

¡muchas gracias por leer! 

nos leemos, ¡que el poder de Gon este con ustedes! ¡les quiero! 

—may:)

𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒐𝒏│hd- naruto y sasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora