FANFIC ILEMMA [EDITANDO]

¿DONDE ESTA MAMA?

Fanfic 3

Dedicado a: astros_125

Idea: Ilenko cuidando de las bendiciones porque Emma no esta y siendo un total fracaso en ello

Una pelinegra se encontraba inclinada sobre una maleta buscando que todo estuviera lo más completo posible, cuando fue así la cerro. Se levanto, recogió su bolso de mano, se miro en el espejo asegurándose de estar perfecta y finalmente se dirige a la primera planta de su enorme casa, siendo seguida de cerca por una esclava que bajaba su maleta. Al llegar abajo se detiene frente a su pequeña, hermosa, pero sobre todo peculiar familia.

-Ya me voy, ilenko recuerda que cualquier pregunta que tengas puedes llamarme y preguntar, no olvides que Amelie toma su leche chocolatada a una hora especifica y se enoja sino se la dan a la temperatura adecuada. Hice una lista con todo lo que necesitan Alexey y Faddei durante los días en los que no esté...-Iba a seguir hablando pero fue detenida por la mirada molesta del ruso, suspira ya vera como él se las arreglara con los 3 terremotos que tienen por hijos, debe salir con urgencia debido a un trabajo de última hora, volverá dentro de poco, mañana en la tarde y ya hizo toda una lista con lo necesario para sus bebes, es la primera vez después de tener a los gemelos que se separa de ellos por tanto tiempo y eso le pesa un poco, pero en esta ocasión ya no lo puede posponer más, además confía en su esposo y en lo responsable que es, sabe que estarán bien, sanos y salvos.

-Ved'ma, no te preocupes todo saldrá bien, nosotros estaremos bien.

-Tienes muchísima razón, me estoy preocupando en vano...es que estoy algo nerviosa, será la primera vez en que me separo tanto tiempo de los gemelos.

Se inclina a la sillita especial para bebes y toma a Faddei en brazos haciéndole cosquillas y causando su risa, le da besos en toda su carita y le repite lo mucho que lo ama. Lo deja nuevamente en su silla antes de recoger a Alexey quien ya le esta haciendo caras y esta a poco de ponerse a llorar (todos son igual de celosos y posesivos que su padre, no puede tener cerca a ningún hombre o mujer que no reconozcan porque de una buscan la manera de separarla), también le repite lo mucho que lo ama, le da besos en toda su carita y acomoda su desordenado cabello, de igual manera se lo pone en su sillita (las cuales por cierto son en tonalidades negro y con chapas en oro, un gasto innecesario a su parecer pero ilenko es de otro mundo). Después recoge a su bebe celosa, que ya esta algo demasiado grande y por ende pesada.

-Te amo mucho princesa, en menos de lo que piensas volveré para seguir jugando. ¿Quieres que te traiga algo? - Comenta dándole besos por todas las mejillas, Amelie asiente contenta de que por fin su Queen le dé la atención que tanto merece.

-Quiero muchos dulces, en especial chocolate. Vestidos, moños para chispas y una trituradora de muñecas nueva, esta ya no me gusta. Emma ríe de manera divertida, algunas cosas nunca cambian. Baja a su princesa y va hasta donde el ruso, empinándose para darle un beso casto sobre los labios, pero el ruso se agacha para alcanzar a su altura y besarla con más pasión, el calor aumenta, pero deben separarse, si se deja llevar por los impulsos estarán otra vez encamados. Se separa lentamente y apoyan sus frentes, antes de sonreírse.

-Te amo mafioso de mierda, cuídate, cuídalos y ni si quiera mires alguna zorra. Me daré cuenta, créeme

-Sabes que no ved'ma, ahora vete antes de que te encadene a mi cama.

-Adiós.

Horas después

Cuidar de los pequeños seria sencillo, Amelie es una niña inteligente y tranquila, los gemelos ya gatean por lo que no hay que teneros en brazos. Confiado de eso, se dirige a su despacho tiene muchísimas cosas por hacer. En el trascurrir de unos minutos escucha un grito fuerte que lo alerta y lo hace correr a la sala, al llegar encuentra a Amelie haciendo un berrinche, cosa que es sorprendente, tirada en el suelo con las mejillas enrojecidas y lagrimas corriendo por su carita, esta despelucada y con la falda torcida. Uno de los gemelos esta llorando de manera estridente con la frente roja por un golpe dado en lo que supone es la punta de la mesa, encima de esta está su gemelo sorprendentemente encaramado, quien también amenaza con llorar.