AMORIO (2)

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Capítulo 3: Venganza

Nota: Aquí la línea del tiempo tendrá como un salto que puede resultar confuso. Supongo que cada una tendrá que confiar en su capacidad de comprensión lectora para entender lo que a veces ni yo misma entiendo. Espero lo disfruten, por favor continúen con su lectura.

No había vuelto, había pasado una semana y él no había vuelto, el mensaje ya era claro. Al inicio la gobernaba una falsa esperanza, imaginaba que pensaría un tiempo y después aceptaría la situación, que no le echaría la culpa y estaría dispuesto a intentarlo con ella. Después le entro pánico, miedo de ser abandonada una vez más, miedo de ser tachada como una mentirosa y una buscona, porque ¿qué clase de mujer con algún trauma sexual aceptaba enredarse con su jefe poco tiempo después de conocerlo? Exacto, ninguna o al menos no una de la que haya escuchado hablar.

Y ahora, finalmente la invadía la resignación. Una noche le toco sentarse mirando a la nada y entender que él no iba a volver, que no estaba dispuesto a afrontar aquella situación y que mucho menos le iba a interesar, Ilenko Romanov era un hombre poderoso y ocupado, no debería tener tiempo si quiera para pensar en los traumas de infancia que pudiera tener una cría. Mucho menos iba a aceptar estar con alguien así, cuando bien que podía tener a su disposición a cualquier tipo de mujer y de cualquier estrato, lista para complacerlo y adorarlo, no necesitaba de una joven inexperta y miedosa.

Así que después de llorar por un par de días y sentarse a pensar con la cabeza fría, empezó a enviar su hoja de vida a diferentes empresas. Si bien su liquidación fue una jugosa suma, no durara lo suficiente para que ella pague la universidad, los servicios, sus necesidades básicas, la ayuda psicología, el resto del tratamiento para su enfermedad y el apartamento donde vive. Tiene una pequeña y muy cálida casa en un pueblo costero de Francia, pero por motivos laborales la mantiene arrendada a una joven pareja de recién casados.

Por fin obtuvo una buena respuesta de una empresa con sede rusa, pero con la disponibilidad del empleo en Polonia, cosa que no la desanimo porque siendo sincera no hay una sola razón que la ate a este lugar. Sus charlas con su doctor se pueden realizar a distancia y la cirugía que requiere sale más económica en dicho país. Por lo que acepto la entrevista y una vez aceptada se dispuso a empacar las cosas más imprescindibles y a vender el resto. Todo lo que pudiera darle unos cuantos pesos más servía.

Y así fue como en menos de 1 semana logro vender sus muebles, sus cuadros y alguna que otra prenda, incluso las ollas. Y todo se dio por medio de una aplicación destinada para ese fin, fue un proceso rápido y confiable. Mirando por última vez la habitación vacía soltó un suspiro, sonrió con nostalgia y entrego las llaves al casero que estaba a su lado, bajo por el ascensor y tomo un taxi rumbo al aeropuerto, era hora de iniciar una nueva vida.

El motivo para irse no solo era empezar de nuevo, también se debía a que recientemente la habían estado llamando para llevar a cabo un interrogatorio, tomar su declaración y de ser necesario hacerla testificar en contra de su antiguo instructor, aquello saldría por televisión internacional y no se veía capaz de afrontar una vergüenza tan grande. Estaría dispuesta, si hubiera tenido tan solo una voz de aliento, una red de apoyo o una mano tendida que le ayudaría a afrontar su peor pesadilla, pero no la tenía y no podían pedirle que se comportara igual que todas esas mujeres y niñas que si tenían a sus familias y parejas ayudándolas, acompañándolas a terapias y no dejando que vivieran ese infierno sola.

Luciana le había dejado un mensaje de voz, exigiéndole que no se le ocurriera avergonzar a la familia más de lo que ya lo hacía y a su mente habían acudido esos recuerdos hirientes de sus golpes e insultos, de las burlas y las muecas de desdén, de los castigos físicos y psicológicos a los que había sido sometida por actuar como los niños víctimas de eventos traumáticos lo hacían. Había sido condenada desde hace mucho tiempo por errores que no cometió y por acciones que no eran culpa suya. El recuerdo que más la atormentaba era un comentario, hecho una mañana por alguna tía o prima, le decía que "de ser cierto aquella mentira sobre el abuso, debería darle las gracias a su instructor por tocarla con deseo, porque eso era lo máximo a lo que podía llegar una falla como ella", las risas que siguieron, acabo por destruir su autoestima y el poco amor que le quedaba por esa familia. Ver a sus hermanas reír como si fuera la mejor broma del siglo, solo le causo repulsión y acabo encerrada en el baño vomitando todo lo que podía, antes de mirarse frente al espejo y desear morir.

FANFIC ILEMMA [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora