Escenarios 2 (Eren Jaeger X Lectora)

El cielo de Júpiter (+18)

Lo vio perdido en aquella pintura, jamás imaginó que le interesaría, se veía fantástico...aunque sus ojos siempre estaban perdidos en algún lugar, justo ahí ella lo veía, encontró el lugar en donde sus ojos y pensamientos se habían perdido: En la pintura de Van Gogh.

—¿Te parece hermosa, Eren?

—Es el cielo de Júpiter.

—¿En serio?

—Salió en la noticia—Dijo sin mirarla—La NASA mostró imágenes de las nubes de Júpiter, se ven exactamente igual...pero yo ya lo sabía.

—¿Cómo?

—Porque soy de Júpiter.

La chica sonrió, se acercó a su lado y queriendo seguirle el juego le preguntó:

—¿Y cómo se ama en Júpiter?

—Con el alma.

—¿Con el alma?

—Porque incluso el corazón se rompe y suele ser difícil de reparar, pero el alma...cuando el cuerpo se vuelve polvo el alma se va a algún lugar y ahí todavía sigue amando.

—Si ese es el caso me gustaría que me ame un Jupiteriano.

—Sólo aman una vez y para siempre. Yo ya he amado y mi alma está entregada para siempre a aquella persona.

—Oh...ya veo.

Y el "Ya veo" salió con mucha decepción, él no era romántico pero  en aquel momento la sorprendieron aquellas  bellas palabras que le endulzaron el alma. Tonto Eren, a ella  al principio no le importabas, pero tú insististe tanto, y la buscabas, la visitabas tanto y ahora sales con tremendo chorro de babas, ¿Quieres que (...) te odie? Mírale los ojos de decepción, indirectamente le hiciste entender que tu alma ya está amando, un alma que ama no vuelve amar dos veces según "Júpiter" pero como (...) es extraña, puede ser que también venga de Júpiter y terriblemente ha entregado su alma sin darse cuenta, a ti Eren,  idiota.

—Lloverá—Habló (...)—Vámonos.

Salieron del museo caminando a pasos lentos, Eren se detuvo y la tomó de la muñeca.

—Mira, una cafetería—Señaló—¿Quieres ir?

—Lloverá pronto.

—Te daré mi chaqueta.

—De acuerdo.

Tomaron té y café, en todo momento Eren la miraba.

—Deja de mirarme.

—Lo siento...es que a veces...

—¿A veces qué?

—Quiero mirarte.

—Y a veces dices cosas extrañas, desde que te mudaste y te visité por primera vez fuiste frío y distante, intenté acercarme pero fuiste apático, me alejé y tú empezaste a buscarme y ahora pareces un romántico sacado de "Júpiter".

Eren sonrió, por primera vez en todo el tiempo que se habían conocido lo vio sonreír, su vecino estaba loco. Eren se paró de su asiento para  sentarse en una silla más cerca a (...), la joven lo miró alzando una ceja y él sin decirle nada con una mano la tomó del mentón y la trajo hacia él.
(...) se puso nerviosa, no quería ni moverse, el de ojos verdes la tenía a la mira con su respiración poderosa tan cerca y sus labios abriéndose le dijeron:—Estás enamorada de mí...¿Por qué te gusto, (...)?