Escenarios 2 (Eren Jaeger X Lectora)

Cuando es un egoísta

Encima de él se movía de arriba hacia bajo tumbando la cabeza hacia atrás, Eren la miraba deseoso  con la boca entreabierta y el sudor en su frente. Tener sexo en una tarde calurosa era un acto endemoniado pero el deseo superaba cualquier cosa.

Llegaron juntos divinamente, ella se aferró hacia él por unos segundos para después tirarse aún lado por el inmenso calor. Intentaban recuperar la respiración, ni el aire acondicionado les brindaba suficiente fresco en aquella calurosa habitación.

—¡Ah! ¡Maldición! No aguanto este calor.

Escuchando las quejas de su amado (...) se puso de pie, se fue a la cocina volviendo con dos vasos con hielo y jugo  frío de naranja. Bebían en la cama con placer, (...) se acercó hacia Eren y pegó su cabeza en su pecho.

—No (...), tengo calor.

—Perdón pero sabes que me encanta estar pegada a ti.

—Lo sé—Dijo poniéndose de pie— A veces deberías de controlar eso.

—¿Ah?

Eren empezó a vestirse, se acomodó el moño desarreglado que tenía y se vestía a toda prisa.

—Lo que digo es que, a veces necesito espacio y eres demasiado pegajosa.

—¿De qué hablas? Antes te quejabas de que era muy fría y ahora te quejas de que soy "muy pegajosa" quien te entiende.

—No quiero discutir, me voy.

—¿Te vas? Pero dijiste que dormirías conmigo.

—No, hemos estado casi todo el día juntos. ¿No te cansas de mí?

—No, jamás. Ojalá fuera como el  Lophiiforme.

—¿Qué diablos es eso?

—Es un pez. Los machos se pegan al cuerpo de la hembra  y se fusionan, viven juntos por siempre. Me gustaría ser uno macho para estar siempre pegada a ti.

—¡¿Qué demonios dices?! Eso suena Terrible. Ya me voy.

Eren no podía entender que tan pegajosa podía llegar a ser su (...), a veces le hartaba, quería espacio pero ella lo quería para ella en casi todo momento.
Él la amaba pero era un hombre que amaba también la libertad y le molestaba sobremanera que (...) lo anhelara con tanto desespero.

Al principio era algo pasable,  incluso le gustaba,  después se volvió un infierno. (...) no solamente era celosa y posesiva sino que lo espiaba y seguía. Incluso creó una cuenta Fake en las redes para contactarlo. Se volvía cada vez más y más insoportable.

Tiempo después Eren se vio obligado a terminar la relación, la quería pero lejos de él. No podía soportarlo más. Infortunadamente ella parecía no entender, su cerebro no la dejaba procesar el rompimiento, ella lo seguía buscando y no lo dejaba en paz. Aquella mañana de verano cuando Eren salía de casa se la encontró esperándolo afuera en la puerta.

—¡Maldición! ¡¿Qué no entiendes que no te quiero cerca?!

—No digas eso Eren, sabes que me amas.

—Estás loca, y te quiero lejos de mí, déjame en paz.

—No puedo, ¡Ay Eren!.

(...) se le acercó y lo abrazó con fuerza, él intentó despegarla con violencia al punto que terminó tumbándola en el piso.

—¡Suficiente! ¡Ya déjame!

—¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Es por Mikasa verdad?! ¡Te estás acostando con la puta de tu hermanastra!

—¡No! No fue por ella.

—¡¿Entonces es por Historia?!

—¡No maldita sea! No fue por nadie sino por ti misma, ¡Mírate! ¡Estás mal! Deberías de buscar ayuda de un psiquiatra.

—Yo no necesito ayuda de nadie, ¡Te necesito a ti! ¡Por favor Eren! ¡Volvamos juntos! ¡Juntos como antes!

(...) se puso de pie y de rodillas lo abrazó por los tobillos. La escena era vergonzosa para  el mismo Eren quien tenía miedo que sus padres salieran y vieran semejante escena, ya de por sí los transeúntes de la zona la miraban con pena gritándole :¡Quiérete un poco cariño!
Pero ella no entendía, estaba obsesionada por ese hombre a tal punto que le suplicaba de rodillas.

Eren volvió a apartarla de él, la tiró con fuerza y se marchó muy harto de esa chica.
Ella corrió detrás de él pero él fue más rápido y huyó de ella a tal punto que ella lo perdió de vista.

El joven de ojos verdes llegó hasta la casa de su mejor amigo desesperado, fue a su cuarto y se sentó en su cama tapándose la cara con una notable desesperación.

—¡No lo soporto Armin! ¡No lo aguanto!

—¿Tiene que ver con (...)?

—¡Sí! Apareció hace un rato en la puerta de mi casa y me hizo tremendo show.

—Eren...

—¡No sé que hacer para quitármela de encima!

—Por donde quiera que se vea...tú tienes la culpa Eren.

—¡Vine aquí para que me ayudes a sentirme mejor no al revés!

—Pero es la verdad Eren, desde un principio te dije que eso de los amarres no era buena idea, la persona que más está sufriendo ahora mismo es (...), técnicamente hay una fuerza superior que le quita su libertad y la empuja a actuar como actúa...todo es tu culpa.

—¡Ah! ¡Maldición! Armin....ayúdame, volvamos de nuevo con esa bruja, tengo que deshacer este desorden ayúdame por favor.

—¿Ahora lo quieres deshacer?

—Sí...yo...me siento fatal.

—Bien...no sé si podrá deshacerse pero podemos ir  de nuevo con esa señora, espero que (...) vuelva a la normalidad. Quizás deje de amarte cuando vuelva en si.

—...

—¿Estarás bien con eso?

—...

Los dos jóvenes salieron  de aquella casa y justo a la salida  estaba (...) esperándolos.

—(...)...¿Qué haces aquí?

—Mi amor...te he seguido.

(...) de frente a ellos sacó un cuchillo bastante afilado ante la mirada atónita de los dos chicos. Llevó el cuchillo a su cuello mientras llorando se dirigía a su amado:

—Si no quieres estar conmigo entonces ¿Para qué vivo?

Eren se asustó. Junto con Armin trataron de suavizarla pero ella se volvía cada vez más y más agresiva a tal punto que se lastimó primero la mano, cuando intentó cortarse el cuello Eren fue mucho más rápido y la detuvo. Armin le quitó el cuchillo y Eren la abrazó fuerte mientras ella lloraba en su pecho.

—Está bien (...), mi amor...no te dejaré, estaré contigo.

—¿L-lo prometes?

—Te lo juro.

Ese día volvieron a casa de Armin donde sanaron las heridas de la chica, más tarde Eren la llevaría a su apartamento donde vivía sola y pasaría toda la noche con ella prometiendo jamás apartarse de ella.

Después de aquellos acontecimientos Armin apuró a Eren a acabar con la situación consciente de la gravedad  pero el de ojos verdes sentía algo en su corazón que le daba miedo. Él  se sentía egoísta, a pesar de todo  él...no quería perderla.