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Las divinidades del panteón Hindú que se encontraban fuera de la habitación estaban nerviosas por el estado de ánimo de los hermanos; se escuchaban sus gritos y golpes, los cuales no hiban dirigidos a ellos, si no que a los muebles de la habitación, los cuales ya se encontraban completamente destrozados.
Así eran sus discusiones, agresivas, hasta cierto punto violentas, ya que eran capaces de arrasar con bosques completos; muchos dioses dirían que aquellos hermanos se detestan, pero se aman a un nivel inimaginable y cada uno tenía una marca que lo comprobaba.
Cúando los ruidos sesaron por completo se preocuparon aún más, no se oía absolutamente nada, ni palabras, ni toques, pasos, respiraciones, nada. Al finalizar unos dos minutos de silencio absoluto, la puerta se abrió abruptamente, dejando ver a aquella figura femenina.
Con su suave y perfecta tes bronceada, sus cabellos castaños, largos y ondulados, sus orbes caramelo y su figura; una figura que fue el estándar de belleza femenina en la Era Victoriana, la figura femenina de reloj de arena, tenía la espalda delgada, un busto amplio, lleno y firme, una cintura pequeña y caderas anchas.
Tenía sus cuatro brazos a la vista, el primer par sin ninguna anomalía, piel de un tono uniforme, mientras que en el segundo par se ubicaban tatuajes Mehndi blancos en sus hombros y muñecas, aparte que en la cara interior del brazo derecho superior se lucia una quemadura que adoptó un tono más claro en su cicatrización.
Sus orbes estaban oscuros, sus largas pestañas caídas, signo de que había tenido que someterse a la voluntad de su hermano nuevamente, cosa que con el paso de los milenios a detestado cada vez más y más.
— Ya pueden entrar. — dijo con voz sombría — Voto por que Shiva combata.
— ¿Dónde va?, Señorita Indira — preguntó Hanuman, quien era conocido como el Rey Mono; al ver que caminaba por el pasillo, guardando su par de brazos inferior.
— A un lugar que me tranquilise antes del primer combate — sin más camino alejandose de las demás deidades.
Camino con sus pies descalzos, sonando el sonido de sus pasos; las telas carmines un poco traslúcidas que caían desde sus caderas se meneaban al unísono de su andar, mientras que las telas que caían de su clavícula se movían junto a sus pechos. Tenía los puños cerrados y el ceño fruncido, era un martirio ser hermana de Shiva.
A primera vista, muchas deidades podrían decir que Indira era el fruto de la unión entre Durga, Parvati y Shiva, ya que tenía rasgos de los tres, sin embargo, un cuento sobre esta mitología dice que aquello se debe a la habilidad secundaria de la Diosa, La Videncia. La videncia, una habilidad para predecir el futuro.
El cuento dice que Shiva nació primero, siendo conocido como el Destructor, mientras que Indira nacería después, siendo la llama de la estrategia y la puerta del después, se dice que la apariencia fue su primera prediccion, que predijo el matrimonio de su hermano mayor con las Diosas Parvati, Durga y Kali, aunque lo más parecido que tiene con la última son los rasgos faciales.
Aquello le había otorgado una posición indispensable en el panteón Hindú, siendo una de las generalas más respetadas entre las deidades en la conocida "Guerra de los Mil Debas" , saliendo del panteón, murmuran que se le podía comparar con Atenea, la Diosa griega de la sabiduría y la guerra defensiva, con quien tenía una relación algo tensa.
Siguió caminando hasta dar con la entrada a un lugar verde, más allá del pórtico sólo se podían ver áreas verdes flotantes, solo con verde y fresco pasto, sin embargo a lo lejos se podía distinguir un árbol muy alto y de tronco grueso; pero un olor a dulce inundó sus fosas nasales, arrastrandola a ir tras aquel exquisito olor para averiguar que es y saciar el deseo de degustarlo.
Mientras pisaba los vellos del pasto sus pies se relajaban, y con ellos los músculos de sus brazos y abdomen, dándole un respiro instantáneo, mientras el olor se hacía cada vez más fuerte, se podía oír un ruido de plástico siendo roto, ruidos de movimientos de tela y ciertos murmullos.
Tras lo último, se dedico a avanzar con más cautela, para ver quién era el causante de esos ruidos que estaban sobre aquel majestuoso olor, cuando llegó al árbol, no vio nada, pero escuchaba los ruidos muy cerca, así que optó por rodear el árbol, cuando lo hizo, pudo ver una figura masculina, sentada con sus piernas cruzadas y una canasta llena de dulces de todo tipo en el espacio que dejaban.
Se le miraba comiendo relajado y pensativo, su cabello largo estaba recogido en un moño, dejando unos pocos mechones fuera, llevaba lentes que le hacían ver más atractivo de lo que era, además de aretes largos en sus grandes óvulos de oreja, sus brazos se miraban firmes y trabajados, mientras que su ropa era como una mezcla gipi y moderna, era una presencia que llamaba la atención.
— ¿Etas epando? — trató de hablar mientras volteaba a ver a la Diosa, quien no salía de su escondite.
<<No tuve ninguna visión en la que apareciese el, ¿por qué? >> pensó preocupada, con más confianza en el varón salió de atrás de él grueso tronco conformado por troncos más delgados, dejando ver su llamativa figura, el la observó de arriba a abajo, para después tragar el chocolate suizo que tenía en su boca.
— No diría espiando... — respondió, y tomó una expresión pensativa — Mhn... Prefiero espectando — sonrió un poco, mirando al varón —, ¿esos dulces son buenos?.
— Si — desvío su vista a la canasta, aún repleta de golosinas —, ¿la discusión con tu hermano fue buena? — preguntó mientras elejia otro dulce y lo abría.
Indira abrió los ojos, no había predicado que el le preguntaría eso o que sabría de él embrollo minutos después de que pasara, aquello la hacía sentir vulnerable y eso no le gustaba, le molestaba sentirse desnuda ante la riesgosa vida que vivían la mayoría, sin saber lo que pasará después, ausentes del futuro.
— ¿Cómo lo.. — no pudo terminar de hablar, ya que una visión pasó como flash por su cabeza.
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Compañeros - Buddha [Pausada Temporalmente]
Fanfiction- ¿Será que eres... un traidor?. - ¿Y qué si lo soy?. ....... - Eso es algo que, ¿haría una traidora?. - ¿Qué si es verdad?.