Narra Amy
Ya han pasado varias semanas desde el ataque a la ciudad. Los hospitales ya no están tan llenos y Rouge está haciendo un trabajo espectacular junto a la policía y G.U.N.
Hoy se supone que me dan el alta, así que estoy muy feliz. Llevo todo este tiempo siendo cuidada por un excelente equipo de doctores que han curado, como mejor han sabido, mis heridas, cortes, hematomas y quemaduras. Ah... Y por Shadow. La verdad es que me he entretenido viendo lo que hacía en el ordenador, o haciéndolo enojar en general. Eso sí, me ha tenido muy bien informada de lo que estaba pasando en el exterior; claro que a cambio de mi silencio mientras que él estuviera aquí...
-Bueno Shadow, ha sido bonito mientras ha durado, que pena que ya no te tenga que ver todos los días...
El erizo pasa de mi, como siempre, solo que sonríe un poco, un gesto que apenas es notorio pero que he aprendido a leer estos días.
El doctor entra en la sala con una carpeta marrón y yo automáticamente me recuesto en la camilla con una amplia sonrisa, esperando un "Ya puede irse señorita Rose".
-Buenos días señorita Rose
-¡Buenos días! Dígame, ¿Hoy por fin podré volver a casa?- digo, con la esperanza en la garganta.
-Sí- salto de la camilla de la alegría y me arrepiento al segundo al notar un pinchazo en la pierna, pero me da lo mismo. Abrazo como puedo al doctor con energía y grito por la euforia- ¡Espere un momento!- me detengo y frunzo el ceño- puede irse, pero no está lo suficientemente recuperada como para que le de el alta, así que deberá visitar el hospital para realizarle curas y un pequeño seguimiento.
El doctor se aparta un poco de mi- ¡¿CÓMO!?- aprieto los puños y el doctor se esconde detrás del sillón donde está sentado y ignorándonos Shadow.
-T-tranquila s-señorita, solo será por un corto periodo de tiempo- ignoro sus palabras al empezar a notar mis mejillas arder. Yo, que estaba toda ilusionada por irme ya de aquí, y ahora me dicen que debo volver. Sé que es por mi bien pero, ¡AH! ¡QUE RABIA!
De la nada, veo a una sombra delante de mi, que me obliga a retroceder hasta la camilla y sentarme. Todo ocurre muy rápido así que obedezco sin saber muy bien lo que estoy haciendo. El azabache me fulmina con los ojos y se gira para firmar unos papeles. Yo, en cambio, me resigno ante su dura postura y los firmo también bajo su atenta mirada carmesí.
Shadow saca de debajo de la camilla una bolsa negra- vamos, no tengo todo el día.
Con la ira en el estómago refunfuño y voy directa al baño ¡No hay derecho! ¡Me ha tratado como una niñata enfadada, yo solo quería irme a casa!
Saco de la bolsa un conjunto de deporte negro junto a una jaqueta de cuero. El conjunto me viene un poco grande de pecho, supongo que es de Rouge, y la jaqueta me llega hasta las rodillas, creo que es de Shadow. La observo, está usada pero muy bien cuidada, y es calentita. No puedo evitar que el olor me llame la atención, un delicioso olor a menta que me hipnotiza. Pero bueno, que yo estaba enfadada.
Ambos salimos del hospital. Me siento algo extraña, ya está haciendo más frío y en estas fechas la ciudad debería estar llena de gente en las cafeterías con un chocolate caliente, pero no hay nadie. Shadow me contó que, por precaución, G.U.N ha declarado un estado de alarma y toque de queda hasta que se compruebe que la ciudad y sus alrededores son seguros.
-Rose, vamos- me giro y diviso al azabache al otro lado de la acera junto a una motocicleta. La miro, una preciosa moto negra con detalles rojos, y luego a él, algo incómoda. Intento sentarme lo más lejos de su espalda, pero al arrancar doy un salto por el intenso rugido del motor y me apego a ella. Noto como Shadow se tensa y carraspea así que lo suelto rápidamente, avergonzada. Él me ignora y emprende el camino por la ciudad.
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Un Cuento Oscuro «Shadamy»
Fanfiction"Nunca es fácil volver a tu pasado, a eso que dejaste atrás e intentaste olvidar pero que, justamente, nunca olvidas." Ahora, después de cinco largos años, Amy decide volver a Mobius, lista para enfrentarse a su pasado. ¿Cambió? Todo el mundo cam...